Jorge Gol Vallés, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos de la UPV, se encuentra actualmente en Nepal llevando a cabo el proyecto de ampliación y renovación del único aeropuerto internacional que existe en el país, el de Kathmandú. Anteriormente estuvo dos años trabajando en la India. Ahora, se plantea regresar a España, donde antes de su periplo internacional estuvo desarrollando proyectos durante 15 años.
¿Cómo fueron tus inicios como profesional?
Estudié Caminos, Canales y Puertos en la UPV y antes de acabar ya empecé a trabajar para FCC. Empecé como becario solo los veranos pero luego trabajaba todo el año compatibilizándolo con los estudios. Reconozco que trabajando me costó acabar la carrera y hacer mi proyecto, pero tampoco tenía prisa, puesto que estaba trabajando y haciendo cosas interesantes. Por ejemplo, participé en el proyecto de la autovía Valencia-Madrid.
Luego por motivos personales me marché a Mallorca. Al principio continúe trabajando para FCC pero luego decidí apostar por una empresa mallorquina, más pequeña.
¿Cuál fue tu primera experiencia internacional?
En FCC participé en algunos proyectos con empresas internacionales y tuve que ir a Italia, Alemania, etc. para el desarrollo de proyectos en España. Luego, en la empresa mallorquina para la que trabajaba, también participé en proyectos en el extranjero como México, Cabo Verde, Arabia Saudí. Pero generalmente trabajaba desde España. Solo me desplazaba para cosas muy puntuales.
Realmente mi primera experiencia fuera, fue cuando en octubre de 2011 me propusieron ir de delegado de una empresa constructora mallorquina a Túnez. En principio, acepté, pero luego no lo vi nada claro y al final opté por cambiar de empresa e irme a la India.
¿Cómo surge esta oportunidad?
En mi empresa las cosas no iban bien. La crisis nos estaba afectando mucho. La situación era dura: despidos, impago de nóminas… Y, yo empecé a buscar, a contactar con otras empresas. Todas las ofertas que salían eran para ir al extranjero, pero no me importaba. En España no salían proyectos. Además, en ese momento acababa de divorciarme y me apetecía cambiar de aires. Siempre me había atraído la idea de irme fuera y vi que ese era el momento. Como decía antes, una empresa local me ofreció ir a Túnez y me fui, estuve como un mes y medio. Mientras tanto, mi actual empresa, SanJosé Constructora, me ofreció trabajo en la India. Me pareció un proyecto más serio y estable y decidí apostar por él.
¿Qué proyectos desarrollaste en la India?
En la India actualmente se están desarrollando mucho las infraestructuras, hay una inversión fuerte en este área. Hay proyectos muy interesantes y de envergadura, proyectos que, hoy en día, en España casi no existen.
El primer proyecto en el que trabajé en la India fue la construcción de la autopista de circunvalación de la ciudad Jaipur. SanJosé Constructora junto con una empresa india había conseguido la concesión para la construcción y la explotación de esta carretera. El proyecto se retrasó por falta de expropiaciones y yo me trasladé a Bombay donde nos habían adjudicado el diseño y construcción de las estaciones de metro de una nueva línea de sky train, un metro elevado, sobre viaducto, en Navi Mumbai. En Asia suelen hacer este tipo de metros elevados porque es más sencillo y económico.
¿Qué pusiste en la balanza de los pros y de los contras a la hora de tomar la decisión de trasladarte a la India?
Realmente tampoco tenía muchas ataduras en España. No tengo hijos, me acababa de divorciar. Y lo que más me atrajo cuando decidí irme fue el proyecto. Profesionalmente me apetecía trabajar en un proyecto grande. Trabajar fuera también me permitía mantener un cierto estatus económico, aunque ahora ya no se pagan los sueldos que se pagaban antes a los expatriados.
Actualmente estás en Nepal, ¿qué labor estás desempeñando allí?
Soy el “Contractor’s Representative y Construction Manager” pare el proyecto de extensión y mejora del aeropuerto internacional de Katmandú, que es el único que hay en Nepal. El objetivo fundamental del proyecto es que el aeropuerto pueda operar tanto de día como de noche, actualmente solo hay tráfico aéreo de día, además de modernizar y mejorar las instalaciones actuales. Para ello vamos a ampliar la pista de vuelos, construir una nueva plataforma internacional para aparcamiento de aeronaves, mejorar la terminal, implantar un nuevo sistema de aproximación… en definitiva, una reforma integral. El proyecto está financiado por el Banco Asiático de Desarrollo.
¿Qué es lo que más choca a un español de la forma que tienen de trabajar o entender la cultura empresarial en países como la India o Nepal? ¿Qué diferencias has encontrado con tu experiencia aquí en España?
En general, en países como India o Nepal, se trabaja menos que en España. Por cualquier problema todo se para. Es cierto también, que los salarios que se dan a los trabajadores son míseros. Por otro lado, les cuesta mucho tomar decisiones y son muy burocráticos. Gran parte de mi jornada laboral me la paso haciendo papeleo, enviando cartas… Esto para un europeo es bastante desesperante. Los ritmos de trabajo son mucho más lentos, el proceso de toma de decisiones suele alargarse, afectando a los plazos de obra; en general todo resulta bastante más tedioso. En España somos mucho más flexibles y ágiles a la hora de tomar decisiones.
Por ejemplo, en Nepal y en la India también, es complicadísimo que una maquinaria o un equipo que necesitas pase la frontera, aunque tengas todos los papeles en regla, que no son pocos… En muchas ocasiones tienes que recurrir al pago de “comisiones”. En estos países hay mucha corrupción, no solo a alto nivel, sino también a pequeña escala.
¿Y a nivel cultural o de sociedad?
El choque cultural es grande, resulta difícil adaptarse a este tipo de países. Al principio cuando llegas te sientes literalmente en otro planeta. En India, por ejemplo, a pesar de que es un país bastante desarrollado, existen unas diferencias enormes entre las clases ricas y las pobres. Hay mucha miseria, muchos extremos, aunque hay una incipiente clase media que comienza a desarrollarse. Aquí la sociedad está muy compartimentada, las llamadas castas, es difícil progresar si has nacido en la casta equivocada. Luego es un país muy caótico, el tráfico es horrible, el ruido, los olores, la suciedad. Nepal, sin embargo, es un país mucho más pobre en general aunque no hay tantos casos de pobreza extrema. La gente es más amable y tranquila, sonríe más. Es un país bastante abierto. Por tratarse de un país bastante turístico, es el paraíso del trekking y el montañismo, resulta más abierto.
En la India, en las grandes ciudades, hay zonas que son más internacionales, donde están los hoteles, los restaurantes, locales de ocio, centros comerciales… en Nepal hay menos de todo. También a nivel de tecnología, equipos y maquinaria de trabajo, es mucho más fácil conseguirlos en India
Aunque ambos países son mayoritariamente hinduistas, Nepal está muy influenciado por el budismo, lo que hace que en general todo sea más amable, más sosegado.
PEl clima también es muy distinto, aunque ambos países comparten una temporada de lluvias, el Monzón abarca normalmente de junio a septiembre; en India, hace mucho calor todo el año, Nepal es más frío, sobre todo de diciembre a febrero
¿Existen oportunidades profesionales en Asia para titulados técnicos? ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta? ¿Es fácil acceder a estos mercados?
En general los profesionales y técnicos españoles estamos muy bien vistos en Asia. Cada vez hay más empresas españolas por aquí en muy diversos tipos de proyectos. A las empresas locales les gusta colaborar con empresas extranjeras, les da prestigio. Pero luego es complicado, porque les cuesta mucho aceptar las propuestas que les hacemos. Son reacios a implantar nuevos softwares o nuevas formas de gestionar proyectos. Venir a nivel individual, sin el apoyo de una empresa española o internacional es más complicado. Lo que sí que es muy importante, en cualquier caso, es tener un buen dominio del inglés. Y, en general, su nivel de inglés es más alto que el nuestro. No es lo mismo defenderte en el día a día, que tener que negociar o gestionar un equipo de trabajo en una lengua que no es la tuya. Hay situaciones en la que te puedes llegar a sentir muy frustrado con el tema del idioma.
¿Te gustaría regresar a España y trabajar aquí?
Me he casado hace unos meses, mi mujer es española, concretamente valenciana como yo. Por tanto, mi situación personal ha cambiado y mi objetivo es regresar a España el próximo año. Además creo que vivir en este tipo de países por más de tres años es muy complicado. Resulta agotador.
¿Cómo te planteas el regreso? ¿Estás dando algún paso ya?
Si hay algo que he aprendido con la crisis es a pensar más a corto plazo. La vida da muchas vueltas. Hace unos años los de Caminos teníamos trabajo antes de acabar la carrera, cobrando bien… y esto con la crisis cambió, a muchos les ha costado o les está costando asimilarlo.
Yo, intentaré volver, a través de mi empresa. Creo que la experiencia internacional que he adquirido estos años puede ser muy útil. No me importaría participar en proyectos internacionales y viajar de forma esporádica o a temporadas, pero residiendo en España.
¿Qué mensaje te gustaría trasladar a aquellos jóvenes (y no tan jóvenes) que ante la falta de oportunidades en España están pensando en lanzarse a una aventura internacional?
La experiencia internacional siempre es enriquecedora. Creo que es algo que debería hacer todo el mundo, independientemente de la situación económica o laboral de su país. Cuando conoces a gente de otros países como Alemania, Inglaterra o del norte de Europa te das cuenta de que casi todos ellos han tenido una experiencia en el extranjero. En España, quizá por falta de dominio de otros idiomas, no hemos salido tanto. Aunque esto está cambiando.
También me gustaría decirles que aunque España está mal, fuera hay oportunidades. Hay que aprender inglés y atreverse. La formación que tenemos en España, en general, es muy buena y en el extranjero nos van a aceptar bien.
