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becario-en-IIAMA-de-UPV¿Cuál ha sido tu primera experiencia internacional?

La que estoy viviendo ahora mismo en Riad. Vine hace 4 meses y aquí sigo. Hasta ahora sólo había trabajado en Valencia capital y el área metropolitana.

¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta “desembarcar” en Oriente Próximo?

Empecé como becario en el IIAMA (Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente) de la UPV y después trabajé en una empresa de Valencia (SEG, S.A.) dedicada a la ingeniería civil. Soy de la especialidad de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente, y he tenido la suerte de poder trabajer en mi especialidad casi en exclusiva durante mi carrera profesional. He combinado el trabajo en oficina y en obra, fundamentalmente, en proyectos hidráulicos y, como tuve la oportunidad, quise además compaginar el trabajo de ingeniero con la gestión empresarial, en el negocio familiar, ya que es una labor que siempre me ha interesado. Acabé mi contrato en SEG, S.A. a finales de enero de 2013 y, 3 meses después, me contrató mi empresa actual para trabajar en Riad.

Cuéntanos cuál es actualmente tu labor en Arabia Saudí.

Trabajo principalmente gestionando los equipos de campo, unas 30 personas, entre ingenieros, técnicos y operarios, que realizan las pruebas en la red de abastecimiento de la ciudad. La mejora de la red, que es el objetivo del contrato, exige una continua actualización de la cartografía y la introducción de nuevos elementos (tuberías, valvulería, caudalímetros, medidores de presión), así que, me encargo no sólo de la gestión de equipos, sino también de la recopilación de datos y la implementación de los sectores en los que se divide la red. Es un trabajo a medio camino entre la parte técnica hidráulica y la gestión de equipos.


tuberías-valvulería¿Qué pusiste en la balanza en el lado de los pros y en el lado de los contras a la hora de decidir establecerte en Arabia Saudí?

Realmente, con la crisis que existía en España, estaba buscando salir al extranjero a trabajar en cualquier país, o sea, que tampoco me lo pensé mucho. Prefería países de habla inglesa por practicar el idioma, pero no descartaba trabajar en Sudamérica. Sólo la oportunidad de participar en un proyecto internacional que cumplía mis expectativas profesionales era ya un gran reto y un gran pro. El principal contra que valoraba para decidirme era la peligrosidad del país o de la zona de trabajo, cosa que Arabia Saudí no tenía en absoluto.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de la forma de trabajar en este país?

La forma de trabajar aquí no me sorprendió demasiado, creo que no difiere mucho de la occidental, sí el calendario laboral y el concepto de tiempo. Cuando llegué, los días laborables de la semana eran de sábado a miércoles. Dos meses después, a finales de junio de 2013, se cambiaron de domingo a jueves para adaptarse al calendario del resto de Oriente Medio. En cuanto al  concepto de tiempo, éste es muy diferente al que estamos acostumbrados. La jornada laboral se interrumpe por los rezos y todos los  trabajos se toman con mayor tranquilidad. La idea de “lo que tenga que ser será”, reflejada en el típico “in sha’a Allah” (“si Alá quiere”), resume muy bien esta actitud. Se avanza más compartiendo una taza de té en una reunión, que en una presentación de diapositivas detallada y escueta, porque, en general, aquí las personas van primero.

¿Y a nivel cultural? ¿Es fácil para un europeo integrarse?

Las culturas diferentes a la musulmana se respetan, pero, realmente, no se facilita su integración. La mayoría de occidentales, e incluso algunos musulmanes no saudíes, viven en urbanizaciones cerradas y vigiladas denominadas compounds, donde los propios saudíes no tienen ni siquiera permitido el acceso. Dentro de ellas hay total libertad, pero no fuera. Aparte de ciertas prohibiciones, habituales en el mundo occidental como son la libertad religiosa, el alcohol o los derivados del cerdo, existen otras muchas que chocan con nuestra forma de vida y costumbres.  Por citar algunas: se recomienda vestir de forma recatada (sin pantalones cortos), las mujeres están obligadas a llevar la “abayya”, no pueden conducir, ni tampoco estar en público con un hombre si no son familia.

¿Y en cuanto a la burocracia? ¿Cómo de complicado es para un español trabajar en Arabia Saudí?

La posibilidad de trabajar en Arabia Saudí está única y exclusivamente asociada a la contratación del trabajador por una empresa residente en el país. En Arabia Saudí no es posible entrar como turista y buscar trabajo. No existen visados de turista, salvo con ciertas agencias de viajes. Por lo general, una vez que la empresa te contrata, se gestiona en pocos días el visado temporal, a través de la embajada. El permiso de residencia (o “iqama”) requiere un tiempo mínimo en el país y una serie de pruebas. El visado de trabajo o la iqama implica que la empresa es responsable del trabajador, que el trabajador pertenece a la empresa y que, por tanto, cualquier actividad extraordinaria ha de ser autorizada por la empresa. Una anécdota de esto fue la visita que realizamos algunos compañeros a la ciudad histórica de Mada’in Saleh, en el norte de Arabia. Para poder visitarla tuvimos que pedir un permiso especial a la Comisión Saudí para el Turismo y las Antigüedades, firmado por el representante de la empresa, como responsable de nuestra visita allí. Otro dato destacable relacionado con el visado es que la empresa retiene el pasaporte de los trabajadores (no occidentales), de manera que obliga a que la salida del país esté supeditada a su propia autorización.

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¿Conoces a otros españoles (o europeos) en la zona? ¿Hay oportunidades actualmente?
La gente que conozco aquí son en su mayoría mis compañeros de trabajo. Aunque he ido coincidiendo con otros europeos y sudamericanos instalados aquí. Aparte de ellos, ya tenía antes de llegar un amigo residiendo en el este de Arabia, que trabaja en el mundo árabe desde hace muchos años y que me animó a tomar la decisión.
Al estar aquí descubres que sí: existen muchas oportunidades laborales ahora mismo. Aparte del sector petroquímico, el de la construcción está en auge. En él han aterrizado muchas empresas españolas, algunas con importantes contratos, no sólo en Arabia Saudí, sino en todo Oriente Medio.

¿Qué planes de futuro tienes? ¿Te gustaría regresar a España a vivir y trabajar en el corto o medio plazo?
Regresar a España a corto y medio plazo supongo que sería lo deseable para todo español, pero desgraciadamente no lo veo factible con la actual crisis que atravesamos. Es innegable que todo el mundo que se va fuera de su país aprende a apreciar mucho más lo que ha dejado atrás. Actualmente, me atrevería a decir que España es, y seguirá siendo, el país perfecto para vivir pero no para trabajar.

¿Qué mensaje te gustaría trasladar a los jóvenes (y no tan jóvenes) que ante la crisis se están planteando emprender una “aventura” internacional”?
Mi recomendación es que si lo ven factible no se lo piensen dos veces. Creo que tienen mucho más que ganar que perder. Por suerte, no estuve mucho tiempo desempleado en España hasta que me surgió este trabajo en Arabia, pero aun así pude darme cuenta del sentimiento pesimista que te invade cuando estás en una situación personal así y en un contexto económico como el que tiene España. Por el contrario, el hecho de salir del país te lleva a conocer culturas distintas, países diferentes y formas muy dispares de hacer las cosas y de funcionar. La realidad no es tan cruda fuera de nuestras fronteras.

En la galería a continuación podéis ver algunas de las fotos que Ignacio Muñoz ha podido ir haciendo en Arabia Saudí y que reflejan interesantes aspectos de su cultura y sus paisajes
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