En un entorno como el actual, definido ya por muchos como volátil, incierto, complejo y ambiguo (conocido por sus siglas en inglés, VUCA), ¿cómo delimitar los retos a los que se enfrenta la empresa y, como consecuencia, los conocimientos y habilidades que requieren las personas que la conforman?
Parece claro que entre los conocimientos se incluirán aspectos relacionados con la innovación y la tecnología, esenciales para mantener una agenda sostenible (pensemos por ejemplo en materias como la energía). También aparecerán otros como los relacionados con la colaboración interorganizacional que se convierte, en un mundo como el actual, en elemento imprescindible para el éxito.
Sin embargo, hay muchos otros componentes en la fórmula que deben tenerse en cuenta y, aunque el reto de introducir algunos de estos conocimientos y habilidades es complejo y requiere de una importante reflexión, posiblemente el mayor desafío se plantee a la hora de introducir factores transformadores de la mentalidad.