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Desde hace años que la selección de personal, ahora conocida como captación de talento, no es lo que era. El mismo cambio en el término nos deja entrever que ya no se trata simplemente de seleccionar de entre varios candidatos la mejor opción, sino que se pone de manifiesto la búsqueda activa para atraer y captar a los perfiles más interesantes. Dejamos también de hablar de personal, cuya función es llevar a cabo tareas mecánicas, para pasar a hablar de talento, que aporte beneficio y valor a la empresa.

Nuevas relaciones en el mundo profesional

Las empresas ya no tienen la sartén por el mango, al menos no tanto como años atrás. Estamos más cerca que nunca de alcanzar una situación de equilibrio entre el papel de la empresa y el del trabajador, y es que la parte demandante de empleo tiene voz, voto y poder de decisión. ¿A qué se debe esto? A la enriquecida formación que tienen los nuevos demandantes de empleo que les otorga confianza y seguridad, así como al empoderamiento en materia de derechos de los trabajadores que se viene dando en los últimos años y que les hace ser más exigentes.

A la creciente confianza, seguridad, empoderamiento y exigencias del nuevo perfil demandante, cabe sumarle el interés e insistencia por desarrollarse profesional y personalmente que caracteriza a las nuevas generaciones y que les impulsa a cambiar y a buscar constantemente nuevas opciones y oportunidades que, a su vez, se ven ampliadas por la posibilidad de trabajar en remoto en empresas de otros países. Con todo este cambio de paradigma, la parte contratante debe asumir y adoptar nuevas estrategias para atraer al talento.

El empleado ahora tiene más formación, autoestima, inquietudes y oportunidades.

Tendencias en selección de personal

Repasamos las tendencias en selección de personal que te ayudarán a hacer match con el talento.

  • Entrevistas en remoto. La pandemia ha puesto de manifiesto las ventajas del trabajo en remoto y muchos trabajadores ya no contemplan otra opción de trabajo que no admita esta modalidad. Es por ello, que hoy en día no se contempla que una entrevista tenga que ser, indiscutiblemente, presencial. Acudir a una entrevista supone una inversión de tiempo que muchos ya no están dispuestos a hacer y, una entrevista presencial es sinónimo de presencialidad en el trabajo, lo que se aleja de la defendida flexibilidad laboral.
  • Gamificación. Sí, juguemos. Olvidemos las entrevistas distantes y frías en las que los entrevistados tienen que demostrar lo mucho que valen. Ahora, las entrevistas son un punto de encuentro en el que la parte de la oferta y la de la demanda, ya no están tan estrictamente delimitadas. Ambas partes buscan algo, a la vez, que lo ofrecen. Lo interesante es, por tanto, crear espacios dinámicos, generar conversaciones e intercambiar opiniones. Muchos de los demandantes de empleo puede que estén trabajando y busquen cambiar para seguir desarrollándose personal y profesionalmente, por lo que están sondeando opciones para decidirse por la que más se ajuste a sus exigencias.
  • Búsqueda activa. Ya no solo los trabajadores son los que deben estar activos para encontrar un trabajo, si bien, lo más fácil es abrir una oferta y recibir infinidad de candidaturas, hay que barajar nuevas posibilidades. Con plataformas como LinkedIn, hay disponibles miles de perfiles profesionales que pueden no dar con la oferta publicada, puede que estén trabajando y no busquen, pero puede también que estén dispuestos a escuchar.
  • Enfoque a las soft skills. La educación y la formación es un intrínseco para las generaciones del presente y del futuro. Grado, máster, doctorado, buen nivel de inglés, cursos, etc. El grado de educación de los perfiles actuales ha dejado de ser un diferencial, y esto, sumado a la premisa del ‘todo se aprende’ ha desplazado el foco hacia las habilidades blandas, más comúnmente conocidas como soft skills.
Las soft skills más demandadas son la resiliencia, el compromiso, el trabajo en equipo, pensamiento crítico, flexibilidad, mentalidad de crecimiento, creatividad y autonomía.

Aunque haya más demanda que oferta, y por esa parte posiblemente nunca llegue a darse una situación de igualdad en España, como decíamos al principio, nos vamos acercando a una realidad en la que ambas partes tengan algo que decir, que ofrecer y que aportar. Se trata de hablar de tú a tú, es decir, de humanizar el mundo profesional.