En el mes de marzo comenzamos a incluir en nuestro boletín y en la versión digital de nuestra revista Polivalencia una encuesta semanal. Uno de los objetivos de esta iniciativa es conocer un poco mejor a nuestros asociados. Y ciertamente hemos descubierto algunos datos interesantes como que conceden gran importancia a las llamadas soft skills o habilidades personales (incluso por encima de los conocimientos técnicos) o como que prácticamente todos piensan o han pensado en iniciar una aventura internacional a nivel profesional. Pero no solo hemos querido preguntar sobre temas profesionales o educativos a nuestros socios, sino que también les hemos preguntado sobre temas más personales.
Vacaciones low cost y comuniones las justas
Se acercan las vacaciones de verano y hemos querido testear cómo van a aprovechar esos días de descanso nuestros asociados. Un 50% de los encuestados regresará al pueblo, que en esta época de inestabilidad laboral y cambios, se ha convertido en una forma económica de desconectar y cambiar de aires. El reencontrase con familiares y viejos amigos, a los que en nuestro día a día difícilmente podemos ver, es un plus para regresar en verano al pueblo. El turismo de amigos, es decir, el viajar allí donde tenemos a algún familiar o amigo que pueda acogernos, minimizando los costes del viaje, es la opción de un 9% de los asociados. Casi un 20% afirma que no suele hacer nada especial por vacaciones o que este año permanecerá en Valencia. Un porcentaje similar, un 22%, dedicará parte de sus vacaciones a viajar y conocer mundo.
Mayo es el mes de las comuniones, bautizos y bodas por excelencia. Tras el invierno, las Fallas y Semana Santa, en Mayo encontramos un mes ideal para celebrar todo tipo de acontecimientos antes de que llegue el verano y ponerse el traje sea todo un suplicio para los caballeros por las altas temperaturas. Pero este tipo de celebraciones familiares, generalmente motivo de alegría, pueden convertirse en un verdadero suplicio, sobre todo económico, si vienen de dos en dos, de tres en tres o incluso de cuatro en cuatro. Solo un 18% de los asociados ha confesado que le encanta que le inviten a este tipo de celebraciones. Al resto, les fastidia, en mayor o menor medida, que les inviten a comuniones (un 50%), bodas (un 21%) y bautizos (un 10%).
Animales, paellas y protestas
Solo un 50% de los asociados tiene mascota. Y, de entre los “mascoteros” un 18% tiene perro. En el segundo escalón están empatados los propietarios de gatos y pájaros con un 14,3%. El 3,6% restante comparte su vida con otros animales domésticos menos habituales, como reptiles, conejos o tortugas.
Un 45’7% de los socios considera que la mejor forma de protestar y cambiar las cosas que no nos gustan es realizando pequeños cambios en su entorno, mientras que solo un 8’6% confía en la recogida de firmas de apoyo a una causa o rechazo a la misma. Un 17% cree que las huelgas y manifestaciones son una buena alternativa. Este mismo porcentaje alcanzan los partidarios de los “escraches” y un 11% cree que lo mejor que se puede hacer es continuar trabajando, haciéndolo más y mejor.
Por último, a raíz del polémico anuncio en el que el grupo Love of Lesbian hacía una paella de ingredientes dudosos, hemos preguntado a nuestros socios si se consideran o no puristas de las paellas. Y el resultado ha sido aplastante. Un 84,3% se declara fan de la paella tradicional y todo lo que se salga de ahí debe ser considerado como un arroz. Unos pocos, el 6%, aceptan pequeñas variaciones como la inclusión de pimiento, garbanzos… y a un 4% le parece irrelevante qué nombre se le dé. El 6% restante confiesa que mientras que no lleve aceitunas o salchicha podría considerar al plato en cuestión como paella.