Ana Beltrán es licenciada en Bellas Artes por la UPV. Durante su formación ha disfrutado de estancias en Italia y México, ahora mientras trata de abrirse un hueco su obra pictórica, participa en Eslovenia en un interesante proyecto de voluntariado europeo enfocado a la gestión cultural. En esta entrevista nos cuenta su experiencia y su visión de la profesión del artista.
¿Cuál fue tu primera experiencia internacional? ¿Qué aprendiste de ella?
Mi primera experiencia internacional fue una estancia Erasmus de 9 meses en Venecia, Italia. Estuve estudiando el tercer año de carrera en la Accademia di Belle Arti. Italia es un país idóneo para una carrera artística ya que existe una gran oferta de teatro, música, pintura, cine…
Las estancias internacionales nos enseñan sobre todo a valorar las diferencias culturales, a ser más tolerantes (más bien, a entender mejor otras opiniones) y a adaptar tu estilo de vida a un ritmo distinto. También son importantes porque nos ayudan a conocer gente y nos motivan a buscar nuevas experiencias.
Profesionalmente me gusta destacar que tuve la oportunidad de trabajar en la LVI Biennale di Venezia colaborando con el artista Odili D. Odita en la creación de su obra, así que también aprendí a moverme un poco en el ámbito expositivo.
Antes de finalizar tus estudios también realizas una estancia en México, ¿qué puedes contarnos de aquella experiencia?
El quinto curso de carrera lo realice en Mexicali, Baja California, con una beca Promoe. La decisión la tome inmediatamente después del Erasmus: quería viajar más y conocer otras culturas.
En México la experiencia fue preciosa porque realmente la cultura tiene muchos menos puntos en común con la española que la italiana. La gente que conocí también hizo mi estancia más grata e interesante y me hicieron sentir siempre como una más.
Estuve estudiando y también realizando prácticas de empresa de animación en el Centro de Estudios y Producción Audiovisual de la UABC.
En la frontera pude comprobar los problemas que muchos mexicanos tienen para cruzar “la línea” una experiencia que solo se entiende viviendo allí. Esto me motivo a trabajar sobre la cultura norteña, ya que muchas veces es difícil contemplar la belleza o riqueza que uno mismo tiene si se está pendiente del vecino y tiene que venir alguien de fuera a mostrárnoslo. Lo que más me influencio fue la luz de la ciudad, una luz blanca que te llenaba de energía
En México tuve la oportunidad de viajar por distintas ciudades del país y siempre me encontré con gente amable que me ayudo y me enseño, además los paisajes son incomparables y las ciudades de gran riqueza cultural.
Me sentí en seguida muy integrada, con todos los grupos de gente que conocí (allí las diferencias económicas son muy acusadas) pero en todos los ambientes me trataron como parte del grupo. Solo al volver a España me di cuenta de lo “surrealista” que es México y de sus extravagancias.
Es un país conmovedor al que espero regresar ya que su encanto te atrapa.
¿A qué dificultades se enfrentan los jóvenes artistas en nuestro país para abrirse un hueco? ¿Hay más facilidades en otros países?
En España la evolución de la producción artística contemporánea es complicada. No hay trabajo, supongo que sucede lo mismo en otros ámbitos laborales. O bueno, si lo hay (de hecho yo no he parado de participar en exposiciones o de moverme todo lo que he podido desde que terminé mis estudios) lo que no hay es dinero para pagar a los artistas. Lo peor es que esta normalizado que se tenga que trabajar gratis y por eso mucha gente no tiene o no ve otra opción para dar a conocer su trabajo. Esto puede convenir a nivel personal y a corto plazo como publicidad, pero a la larga impide que la calidad de la obra mejore.
Una de las noticias que me han desmoralizado e indignado bastante es que se ha realizado hace poco en una exposición de arte contemporáneo en el IVAM, y en la que según se ha publicado, las condiciones para los artistas eran bastante precarias: sin honorarios, ni dinero para producción, ni alquiler de obra.
Estas situaciones van detrimento de la obra ya que la profesionalidad del artista se ve mermada al tener que dividir su trabajo en otros oficios para poder sobrevivir.
No sé si hay más facilidades en otros países. En Italia hay mucho movimiento artístico. En México sí que tuve más facilidades, fue allí donde empecé a mover mi obra, las galerías te ayudaban para crear tu exposición. Y ahora en Eslovenia veo como se valora mi trabajo. No es que el extranjero sea la panacea cultural, también hay problemas económicos y se regatea, pero se valora el trabajo. Aquí no está normalizado, como en España, el tener que trabajar gratis.
Cuéntanos actualmente qué proyectos estás realizando en Eslovenia…
En Eslovenia estoy trabajando en un Servicio de Voluntariado Europeo enfocado a la gestión cultural.
El proyecto se titula Get CreActive y lo organiza el Mladinski Center de Brežice. Aquí estamos trabajando conjuntamente Marie Laborde (de Francia) y yo con nuestra coordinadora Nataša Kalin en distintos eventos y workshops.
Actualmente estamos trabajando en pequeños workshops, en breve tendremos algunos talleres de graffitti y algunos deportivos sobre capoeira, deporte que practico desde hace unos años. Además, también empezaremos el mes que viene a trabajar en un centro de ancianos con clases de español y propuestas para que los jóvenes estudiantes voluntarios trabajen junto a ellos.
Destacaría, a nivel personal, la propuesta “Hits of Colours” en la que participo junto a Marko Soršak “Soki” , el baterista de la banda eslovena Elvis Jackson. El 25 de junio, dentro del festival Brežice Moje Mesto, tendremos nuestro concierto en el que Marko estará a la batería con distintas canciones de su banda y alguna sorpresa y al mismo tiempo yo estaré pintando un gran lienzo.
También planeamos para diciembre un concierto con mi grupo Somtresons+A. El 13 de diciembre organizaremos una velada española con nuestro espectáculo “Veu la Musica, Sent el Color” y además de realizar algunas actividades que representen nuestro país durante la tarde también inauguraremos mi exposición pictórica después del concierto.
Con este grupo tengo otro concierto el 31 de Mayo en Castellon, “Cami a les Arts” dentro del festival The mamas and the papas, así que en breve estaré de visita por España.
Aquí, estamos trabajando en varios proyectos a la vez, organizando cosas para que la comunidad pueda intervenir y conocerse a través de distintos eventos culturales.
¿Qué pusiste en la balanza de los pros y de los contras a la hora de decidir marcharte?
Hace casi 3 años que terminé mi máster. Estoy dedicándome exclusivamente a mi profesión y es difícil mantenerse siendo pintor. Desde mi primera experiencia creo que es importante y enriquecedor poder tener este tipo de estancias, así que buscaba algunas becas o proyectos en el extranjero al mismo tiempo que buscaba trabajo por España.
Considero que esta es una gran oportunidad, aunque es cierto que no es bueno que sea una oportunidad “forzada” por la situación laboral en el país. Así que los pros los tenia claros: una experiencia de vida para crecer personalmente, aprender otra lengua, conocer otra cultura y disfrutar de los paisajes y las amistades de otro país; y una oportunidad de apertura profesional, mi trabajo sobre todo se enriquece mucho con estas estancias ya que nuevos conceptos aparecen con nuevas experiencias, también la posibilidad de darse a conocer fuera y con ello de que te conozcan más también en tu zona, y conocer y aprender de otras formas de trabajo.
Los contras solo la añoranza de la familia y los amigos. Pierdes el confort y la comodidad de estar en tu casa, tener tus horarios, tu comida, tu ritmo de vida… pero esto nunca fue un contra para mí ya que siempre puedes volver y readaptarte. Lo que más cuesta es separarte un poco de la gente, así que ese es el único contra, que se supera porque sabes que esas personas seguirán ahí aunque estés una temporadita lejos.
¿Qué está siendo lo más duro y lo más gratificante?
Lo más duro sigue siendo eso, la distancia de la gente y de la tranquilidad de tu espacio (debo decir que en España vivo en un pueblo muy tranquilito). También al principio es un poco duro ver muchas ideas y propuestas en la mesa pero no saber si se van a realizar o no.
Lo más gratificante es ver como esos proyectos van saliendo, las propuestas de trabajo crecen y nuevos colegas ofrecen grandes aportaciones a tu trabajo. También ver como la amistad va creciendo entre los colegas del trabajo y como te acogen como a uno más.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido culturalmente de este país?
Tal vez la relación de las personas en el trabajo y las condiciones laborales que tienen, aunque hablo desde mi experiencia en concreto. En la oficina hay mucha libertad de horarios, todos trabajan mucho pero si haces tu trabajo nadie se molesta por que pases 10 minutos más en el coffee-break, tampoco nadie se molesta por tener que quedarse un rato más en la oficina algún día. También la cooperación tanto en el trabajo como en la calle. Ahora mismo con los problemas en Serbia y Bosnia la gente se volcó en ayudar, solo en el centro recogimos 9 toneladas de alimentos y ropa.
¿Y a nivel profesional?
A nivel profesional, aunque va un poco ligado lo que he escrito en lo que a cultura se refiere, es el valor del trabajo. La importancia de realizar un buen trabajo antes de estar muchas horas en él. En cuanto al aspecto artístico, el valor que se le ha dado a mi trabajo, como un oficio más y sin esperar que se trabaje a cambio de nada simplemente porque disfrutas de tu trabajo.
¿Tienes pensado regresar a España o cuál será tu próximo destino?
Tengo pensado regresar a España. Get CreActive es un proyecto anual así que el voluntariado terminara en Febrero de 2015. Nunca se sabe, tal vez me guste el país o vea más oportunidades aquí y decida estar un poquito más, pero de momento el plan es volver.
Tengo varios destinos pensados para ir de viaje, pero a nivel profesional o para vivir una temporada, aun no hay nada en proyecto. Creo que en cualquier parte la gente tiene cosas que aportar y si se puede ser útil o si encuentro trabajo en otro país para poder dedicarme a la producción pictórica volvería a poner los mismos pros y contras en balanza y probablemente a hacer la maleta.
Me parece muy importante y enriquecedor poder disfrutar de estas experiencias y navegar, también me parece importante tener un puerto, y el mío esté en mi pueblo.
¿Qué consejo te gustaría dar a otros jóvenes que se están planteando una aventura internacional?
¡Que empiecen a preparar la maleta!