Rita Monfort es arquitecto por la UPV y actualmente se encuentra en Londres realizando su tesis doctoral sobre urbanismo sostenible. Su hermano Vicente, ingeniero de Caminos también por la UPV, reside en Lyon donde trabaja como ingeniero de transporte y movilidad en Arcadis. En esta entrevista además de contarnos su experiencia internacional y cómo vive una familia en la distancia, nos hablan de Ciudad Observatorio, blog sobre arquitectura y urbanismo, en el que trabajan conjuntamente.
¿Cuál fue vuestra primera experiencia internacional? ¿Qué os aportó?
Rita: Además del verano fuera en la adolescencia para mejorar el inglés, fue en Hong Kong el tercer año de carrera. Fui allí a pasar los meses de verano para hacer prácticas en el estudio de arquitectura Llevelyn-Davies Asia. En aquella época no era habitual viajar a China, y cuando vas a vivir, aunque sean unos meses, a un país con una cultura tan diferente a la tuya, por contraste oriente y occidente, cada día que pasa es una nueva experiencia. Todo es diferente, no sólo la cultura, también la manera de ver las cosas. En arquitectura en todos los proyectos se tenía en cuenta el Feng Shui, aunque fuese de manera general, y no sólo en arquitectura tradicional. Evidentemente, esto era un detalle que en las escuelas de arquitectura de occidente ni se nombraba.
Vicente: En mi caso mi primera experiencia de larga duración en el extranjero fue en París. Aunque unos años antes pasé un verano aprendiendo inglés en Inglaterra. En Francia realicé un programa de doble titulación entre la ETSICCP y la ESTP. La ventaja con respecto a un año de tipo Erasmus, además de poder disfrutar de más tiempo en la universidad de acogida, es que obtienes la titulación del país de destino. En el caso de Francia tener una titulación francesa te abre muchas puertas para encontrar trabajo.
Esos primeros años en París me permitieron descubrir una cultura y una lengua bastante cercana a la nuestra pero a la vez con muchas diferencias (aunque muy lejos del choque cultural que pudo tener Rita en Asia). Esa nueva visión te permite comprender mucho mejor a las personas que se encuentran ante una nueva situación completamente desconocida y a la que se tienen que adaptar.
También descubrí un sistema educativo bastante diferente. En el caso de mi escuela de Paris realicé varias prácticas en empresa que me permitieron encaminar mi futuro profesional y saber un poco mejor lo que me esperaba al terminar la escuela.
Además de la experiencia de un nuevo país también me tuve que adaptar a una ciudad de tamaño completamente diferente a Valencia. París puede ser un monstruo que te engulle si no sabes adaptarte a determinadas condiciones y a la vez ignorar determinadas costumbres (no hay necesidad de correr en el metro, el mundo no se acaba por esperar 2,3 ó 5 minutos más). Fue un choque pasar de una ciudad de tamaño relativamente humano, donde prácticamente todo es accesible a pie, a una ciudad en la que cualquier desplazamiento requiere una planificación.
Una vez terminada la carrera decidí quedarme en Paris y descubrir una forma distinta de vivir la ciudad, esta vez trabajando y no bajo la óptica del estudiante. Durante un año estuve en Spie Fondations, una empresa de cimentaciones francesa. Todos los días una hora y cuarto de metro y tren para ir y lo mismo para volver, creo que fue la época en la que más leí de mi vida.
Un año después decidí reorientar mi carrera hacia el tema principal de mi PFC, el transporte y la movilidad y comencé un máster en la ENPC. Lo bueno que tiene vivir en una ciudad tan grande es que siempre descubres rincones nuevos y cada año que viví allí fue completamente diferente al anterior.
¿Cómo surge la oportunidad de trabajar en Londres y Lyon respectivamente?
Rita: En mi caso fue una decisión familiar. Yo estoy haciendo mi Tesis Doctoral sobre urbanismo sostenible en zonas consolidadas de las ciudades, y a mi marido le salió una oportunidad de trabajo entre Londres y Madrid. Acababa de nacer Enrique (nuestro hijo) y yo tenía la posibilidad de investigar en una Universidad Extranjera, así que pensamos que era una experiencia que no podíamos dejar pasar.
Vicente: La oportunidad surgió tras realizar el proyecto final de máster en Madrid, tenía en mente volver a España pero la situación económica no era muy favorable. Estuve enviando candidaturas tanto en España como en Francia pero las mejores ofertas siempre llegaban desde el norte, así que tras varias entrevistas me vine a Lyon al departamento de transporte y movilidad de Arcadis y desde entonces ya llevo tres años y medio.
Rita, ¿qué diferencias has percibido en la forma de trabajar y vivir en Londres con respecto a España?
Un día una inglesa me dijo que todos los españoles que conocía en Londres echaban de menos la fruta y la verdura de España, y un profesor de la Universidad de Westminster que para la sociedad española la familia era muy importante y esa estructura la echábamos a faltar. En mi caso las dos cosas son ciertas. Respecto al trabajo, aquí son mucho más directos, concisos y extrictos, y eso se nota en todos los ámbitos. A veces se agradece y otras puede ser frustrante esa falta de flexibilidad.
De todas formas adoro mi vida londinense: se ve más el cielo, hay más verde, hay cocina de todos los países y hay muchísimas actividades preparadas para niños pequeños. Algo que me encanta es que la gente es mucho más educada y respetuosa con los demás, aunque no los conozcan, aunque no los vayan a volver a ver. El término “polite” coge todo su esplendor y de manera indirecta afecta a la vida en la ciudad: hay menos contaminación acústica simplemente por el hecho de que la gente no grita ni toca el claxon, siempre hay alguien dispuesto a abrirte la puerta o a ayudarte a bajar unas escaleras con el carro del bebé y no te “juegas la vida” al cruzar un paso de cebra porque siempre los respetan. Es una “ciudad educada” y eso se contagia y hace la vida más fácil.
Vicente, ¿qué diferencias has percibido en la forma de trabajar y vivir en Lyon con respecto a España?
Mi experiencia laboral en España es reducida. Lo más diferente son los horarios y en consecuencia los ritmos de trabajo. Al tener una mañana larga con una pausa en medio aprovechaba mejor las mañana en mi trabajo en Madrid, aquí las tardes se hacen muy largas. Los horarios se respetan un poco más que en España pero también pecamos un poco de hacer alguna hora más de lo debido.
En la forma de vida influye mucho el clima y las costumbres culturales. En verano y primavera hay mucho más ambiente en la calle, como lo podemos conocer en Valencia, que en invierno. La participación ciudadana también es algo diferente, el tejido asociativo lionés es bastante importante y sobretodo más respetado de lo que puede ser en Valencia.
Desde hace un tiempo participo en la asociación Pignon sur rue para el uso y la promoción de la bicicleta (lo que me quita bastante tiempo para colaborar en CO). La asociación tiene unos objetivos bastante claros y se complementa bien con el resto de asociaciones en torno a la bicicleta de lyon: talleres asociativos, otras asociaciones y movimientos reivindicativos. Colaboramos con la administración y esta acude a las asociaciones ciclistas para recoger impresiones, ideas y críticas. De momento la relación es buena, aunque de vez en cuando surgen roces por desacuerdos y la participación se puede mejorar.
¿Qué es lo más difícil y lo más gratificante de vivir en el extranjero?
Rita: La misma experiencia en sí misma y lo que aprendes con ella es lo mejor que te llevas. Todo lo que te puede aportar una vivencia internacional no se puede conseguir de otra manera, no sólo a nivel profesional, sino también a nivel personal. Es obvio, pero viajar te abre la mente y te ayuda a relativizar las cosas y distinguir cuáles son las realmente importantes.
Por contra tienes el que estás lejos de la familia y de los amigos. En Valencia se puede hablar con alguien para quedar y a los 15 minutos estar tomando un café juntos. En Londres eso es imposible, hay que planificarlo todo antes, por lo que tu vida social es mucho menos intensa.
Vicente: En el caso de vivir en el norte, como en nuestro caso, el clima se nota mucho. Parece un tópico y seguro que todos los que nos vamos nos repetimos demasiado, pero es cierto.
Además la comparación con Valencia siempre suele ser a peor. Es algo que puede afectar al estado de ánimo, principalmente la falta de sol. Así que en invierno hay que estar preparado y disfrutar de lo bueno del frio, que también lo tiene.
Rita: No es tan malo como parece! sólo que en Valencia el clima es muy bueno
¿Cómo vive una familia en la distancia?
Rita y Vicente: ¡Viéndonos menos y hablando más por skype o por mail!
A lo largo del año siempre hay dos fechas clave para vernos: en Navidades todos volvemos a Valencia y en verano en el Maestrazgo, en la casa que nuestros padres tienen en Villafranca del Cid, allí cambiamos los viajes por la ciudad y el estrés por excursiones por la montaña y el relax. Una especie de desconexión total de lo que es el resto del año. Aunque normalmente intentamos montar algún que otro viaje durante el año para vernos. Además no somos los únicos de la familia en el extranjero, somos cuatro hermanos, la tercera vive también en Lyon y el pequeño se va el año que viene a estudiar un año de carrera a Cracovia.
¿Os gustaría regresar a España? ¿Qué condiciones tendrían que darse para que os planteaseis regresar?
Rita: En nuestro caso tuvimos claro desde el principio que era una experiencia temporal, y que acabaríamos regresando a Madrid, donde ya estábamos viviendo. Ahora falta ver cuándo!
Vicente: En mi caso siempre he tenido claro que era algo temporal… y ya llevo casi 8 años en Francia. Pero la vuelta a España depende tanto de las condiciones laborales que pueda encontrar, como de las condiciones sociales del país. De momento Francia está muy por encima en los dos aspectos. Las posibilidades de conciliar la vida laboral con la familiar y la personal, son mayores en Francia que en España. Incluso si me plantease emprender tendría más posibilidades y ayudas en Francia. Pero aun con todo eso se hace difícil no pensar en volver a Valencia.
¿Qué nos podéis contar del proyecto de Ciudad Observatorio? ¿Qué objetivos os planteáis con esta página?
Rita y Vicente: Llevábamos tiempo queriendo hacer algo en común, tenemos intereses parecidos respecto a urbanismo y al funcionamiento y desarrollo de las ciudades y siendo un Ingeniero de Caminos y una Arquitecta nuestras ideas se complementaban bastante, pero cada uno vivía en una ciudad…
Así, en 2011 surgió Ciudad Observatorio. En ese momentos los dos estábamos investigando (una sobre urbanismo sostenible y otro sobre movilidad) y nos dábamos cuenta que mucha información de la que estudiábamos , proyectos o acciones que nos enterábamos por nuestras respectivas líneas de investigación o nuestros trabajos, incluso ideas que se nos ocurrían o conclusiones a las que llegábamos, las teníamos que desechar porque no eran importantes para nuestras investigaciones, pero no por ello dejaban de ser interesantes y significativas. Ciudad Observatorio nació entonces como una recopilación de todas esas noticias, proyectos, conclusiones… para ir evolucionando poco a poco, sin darnos apenas cuenta, hacia un laboratorio de ideas.
Toda esta transformación fue de manera natural y adaptándose a nuestros intereses. El urbanismo y el paisaje son materias mucho más complejas de lo que se enseña en las aulas, y de lo que muchas veces se piensa cuando se está proyectando un trozo de ciudad o un espacio en ella. Es increíble cómo puede afectar a la calidad de vida de los ciudadanos, a su salud, a sus actividades diarias… y a la ciudad en sí misma, es evidente, pero a veces no se es consciente del cambio de imagen o de cultura que puede suponer. Así de repente fueron surgiendo lo que llamamos “proyectos experimentales”. Algunos ya finalizados, como el “Desafío de los modos activos”. Y otros en constante proceso, como el de “espacio peatonal“ y lo que interfiere en él, o el de la “pequeña escala”, elementos característicos que a menudo pasan desapercibidos o son ignorados cuando se diseña la ciudad, y que suelen ser los que aportan el carácter.
Otro cambio significativo fue cuando introdujimos los “pequeños ciudadanos”. Siempre nos han preocupado las actuaciones relacionadas con los niños y como les afecta el urbanismo, igual que siempre nos ha interesado lo que se diseñaba para ellos, ya fuesen juegos de arquitectura o playgrounds. El camino escolar, por ejemplo, ha sido un tema que ha salido en muchos posts. Pero llegó un momento que este interés fue a más y creamos una sección exclusiva y con ella llegaron los talleres para niños divididos en cuatro secciones: arquitectura, urbanismo, paisaje y medio ambiente. Ahora todos los lunes el post está dedicado a los “petit ciudadanos” y a su relación con la ciudad y la arquitectura, y estamos ilustrando y diseñando un libro sobre la ciudad para niños pequeños.
¿Cómo es lo de trabajar entre hermanos? ¿Cómo os distribuís las tareas?
Rita y Vicente: Desde 2012 Rita es la que lleva todo en Ciudad Observatorio y Vicente ha pasado a ser colaborador eventual, por temas de eficacia y compatibilidad con otros proyectos. De todas formas lo de trabajar juntos para nosotros ha sido muy fácil, los dos somos personas que intentamos siempre resolver el problema o el conflicto antes de hacerlo (o que se haga) más grande. Además siendo hermanos, ya te conoces, no hay problema, sabemos de antemano en lo que vamos a estar de acuerdo o en lo que no, lo que facilita mucho las cosas.
¿Creéis que la gente en general desconoce el trabajo del arquitecto y sus implicaciones? ¿Qué respuesta habéis tenido en la página?
Rita y Vicente: La acogida de Ciudad Observatorio, la verdad es que ha sido muy buena. Desde hace año y medio está dentro de los 75 blogs más influyentes sobre arquitectura y urbanismo de habla hispana (según el ranking Ebuzzing), algo que no podríamos haber imaginado cuando empezamos. Intentamos contar las cosas de una manera sencilla y curiosa, no tanto técnica o teórica, aunque detrás se esconda un proceso de análisis mucho más complejo. De esta forma lo que publicamos puede interesar a todo el mundo, no solo a profesionales del urbanismo o del paisaje. Puede que esa haya sido la clave. A raíz de algunos posts nos han invitado a participar en Congresos o a ampliar el tema para una publicación y cada vez es más la gente que nos envía información o invitaciones para que participar en algún evento o concurso. Incluso yo (Rita) tengo una sección propia en la revista Ciudad Sostenible, que surgió a raíz de lo que publicaba en Ciudad Observatorio.
El pasar por tantas ciudades y además viajar a otras, hace que siempre tengas descubrimientos que contar. Algo que se instaura en una ciudad, un elemento, una actuación, que para sus habitantes está asumido ya culturalmente como lo normal de su día a día, puede ser algo totalmente novedoso en otra. Son cosas que te das cuenta cuando ves la ciudad con ojos de recién llegado y lo analizas como urbanista.
En relación con el trabajo del arquitecto, ahora mismo es un tema delicado. Una gran parte de la sociedad aún relaciona a los arquitectos principalmente con edificación e interiorismo, sólo una fracción de lo que abarcamos. Que nos dedicamos también a urbanismo se considera obvio, aun así cuando se empezó a hablar de Smart Cities en España la representación de arquitectos era prácticamente nula. No se puede hablar de ciudad sin contar con los arquitectos. Y es sorprendente que muchas personas no entiendan que los arquitectos puedan dedicarse al paisaje, por hablar sólo de algunos ámbitos. La formación del arquitecto es muy amplia, pero no se trata de quitar competencias a otras carreras como se critica a veces, sino de complementarse. Como en cualquier profesión es importante saber donde están los límites de cada uno y construir colaboraciones; es mucho más eficaz. En nuestra familia hay mayoría de ingenieros de todo tipo, yo (Rita) soy la única arquitecta, y al final te das cuenta que, aunque a veces se comparta el ámbito, cada uno se ha formado para funciones distintas, y, cuando se unen, se complementan y se perfeccionan.
¿Qué consejo os gustaría dar a aquellos jóvenes (o no tan jóvenes) que se estén planteando una aventura internacional?
Rita: Que lo hagan. Es difícil arrepentirse de una decisión así. A tiempo de volver siempre se está. Suele ayudar el ir con billete de vuelta, saber que la estancia es algo temporal da tranquilidad, y luego siempre hay tiempo de alargarla. Y paciencia, mucha paciencia…
Vicente: Parece evidente pero cada país (incluso cada ciudad) es un mundo. Antes de salir fuera vale la pena enterarse de las particularidades de cada país, condiciones laborales, prácticas culturales… Salir de casa con una buena idea de lo que te vas a encontrar en el país de destino siempre ayuda a establecerse mejor, aunque las sorpresas no te las quita nadie, por muy preparado que vayas.
Rita: Por otro lado cuanto antes te acostumbres a la cultura local, más disfrutarás, no se puede pretender hacer en otro país la misma vida que en España simplemente porque es otro país con su horario distinto, su clima distinto, su comida distinta y sus costumbres distintas. Algunas nos parecerán mejores y otras peores, pero es así. Cuando llegué a Londres la primera semana salí a pasear con mi hijo a las 7 de la tarde, era a lo que estaba acostumbrada en Madrid con el calor de Septiembre, pero en Londres a las 7 en Septiembre era de noche, llovía y ya estaba todo cerrado. Muchas de las costumbres tienen su razón de ser y toda su lógica, aunque al principio nos parezca que no. Igual que las nuestras tienen su razón de ser en España.