Hoy en día casi todas las empresas tienen un blog, un apartado de contenidos en su web, publican artículos en redes sociales, etc. Y casi todos nosotros, bien sea a nivel profesional o personal (a raíz de un hobbie o causa por la que nos sintamos motivados) también escribimos en la red. En cierta manera, Internet ha contribuido a que todos seamos un poco autores (escribiendo, comentando, compartiendo, recomendando…) y no meros lectores en aquellos temas que son de nuestro interés.
Independientemente del tiempo que dediquemos a la escritura online y de lo profesionalizado que tengamos esto de la creación de contenidos, a todos nos gusta que se reconozca nuestro trabajo y que nuestras ideas lleguen al mayor número posible de personas. Es decir, que se nos lea, comente, valore o comparta.
En este artículo vamos a recopilar una serie de consejos para que los contenidos que publicamos online sean más apetecibles para los lectores y, por supuesto, también para Google. Este popular buscador sigue siendo para la inmensa mayoría de webs y blogs la principal fuente de tráfico. Por tanto, nos interesa y mucho, conocer su algoritmo y facilitarle las cosas para que nos indexe y nos encuentre sin dificultades.
Habla sobre temas de actualidad
Procura estar al día sobre las noticias que afectan directamente o indirectamente a tu público objetivo. Herramientas como Google Alerts pueden ayudarte en esta tarea. También puedes fijarte en que Trending Topics triunfan en ese momento en Twitter o a través de Google Trends descubrir qué palabras clave son los más buscadas. Leer a tu competencia también te ayudará a saber sobre que se está hablando en ese momento.
También puedes hablar sobre otros artículos populares de tu temática dando tu punto de vista bien apoyándola y ofreciendo algún dato extra o generando algo de polémica. Estar en desacuerdo con una opinión popular puede atraer mucho tráfico a tu página. Siempre desde el respeto, claro. También puedes invitar a alguien que sabes que no opina como tú en un determinado tema y escribir un artículo a medias o grabar un pequeño debate en vídeo.
Otra opción es mencionar personajes populares en tus post. O si eres experto en una materia, puedes habar de tendencias, analizar determinados aspectos o hacer prospectiva.
Crea contenido multimedia
Los textos enriquecidos con vídeos, podcast, imágenes o infografías resultan más agradables, didácticos y fáciles de leer. También se comparten mucho más en redes sociales. Incluso estos elementos solos, con una pequeña entradilla pueden convertirse en un magnífico contenido por sí mismos.
Crea series y post recapitulatorios
Nada mejor para enganchar a tus lectores que crear series de artículos. Divide en partes aquellos contenidos que se presten a ello. No olvides enlazar en los artículos el resto de contenidos de la serie ni de informar de los que están por venir.
Otra buena idea es crear artículos del estilo “el consejo de la semana” o “la encuesta del mes”. En este caso tienes que ser regular. Si acostumbras a tu audiencia a que todos los lunes a primera hora tengan un vídeo tuyo, el día que no puedas, tendrás que avisar previamente.
Otro contenido fácil de hacer y muy viral son los recopilatorios: los artículos más leídos del mes, un resumen de las noticias de hoy sobre cierta temática (publicadas en otros medios, claro), un post con los comentarios de alguno de nuestros artículos más populares, etc.
Interactuar es fundamental
El objetivo de todo blog debería ser crear una pequeña (o gran) comunidad en torno a él. Para ello es muy importante que respondas y agradezcas los comentarios espontáneos y también que incentives a tus lectores para que se involucren. Por ejemplo puedes plantearles preguntas al final de los artículos y animarles a que den su opinión en los comentarios, puedes hacer encuestas, concursos, añadir a tus artículos algunas de sus ideas si éstas aportan valor…
También está bien anticiparles los planes que tienes para tu página (nuevas secciones, ideas para posibles entrevistas, etc.) y dejarles que opinen sobre ellas. Y si tienes algún lector (cliente, proveedor o compañero) que crees que puede aportar invítale a colaborar en tu blog escribiendo algún artículo.
Aporta valor real
Hoy en día el tiempo es uno de los bienes más escasos que tenemos. Y el hecho de que haya tal cantidad de información a nuestro alcance en la red, hace que muchas veces nos sintamos desbordados. Por tanto reseñas de libros, películas, resúmenes de informes, lecciones extraídas de tal vídeo, etc. son artículos que seguro que tus lectores agradecerán.
También puedes hacer reviews de productos o servicios. Artículos como “Mi experiencia con X producto” o “Apps que facilitarán tu día a día si te dedicas a” son un triunfo asegurado. Los rankings también suelen ser muy apreciados por los lectores y muy compartidos.
Si conoces bien un determinado sector también puedes hacer comparativas sobre productos o servicios. O si estás bien posicionado en este sector y tienes contactos con cosas que decir sobre él les puedes pedir una colaboración, que te hagan un análisis, una predicción o que te concedan una entrevista.
Por otro lado, a la gente le gustan los entresijos de las cosas que desconoce. Revelar aspectos poco conocidos (mitos, anécdotas, etc.) de tu sector (o de tu hobbie) seguro que te aporta nuevos lectores.
Los artículos del estilo “How to” o tutoriales para hacer todo tipo de cosas también suelen ser muy populares. Si no tienes tiempo de hacer algo muy elaborado siempre puedes hacer un artículo con los tips básicos o imprescindibles.
Un toque personal
Cuando lees habitualmente un blog o sigues a un determinado youtuber sientes curiosidad por saber más acerca de su persona. Por eso es importante ser cercano e incluir en tus contenidos anécdotas personales, experiencias en primera persona, alguna fotografía personal.
Vincula tu blog a tus redes sociales, muestra tu lugar de trabajo o habla de cuáles son tus fuentes de inspiración a la hora de escribir.
Si tu página es profesional resulta interesante que muestres donde se cuecen las nuevas ideas de tu negocio, que hables de tus orígenes, tus logros, tus miedos, tus planes de futuro y también de tus fracasos. Las historias de superación siempre venden.
Y, por supuesto, debes cuidar tu ortografía y tu gramática.