El pasado viernes pudimos disfrutar de un nuevo desayuno de trabajo de Innova&acción. En esta ocasión, debatimos largo y tendido sobre el papel que juegan y que deberían jugar los clústers empresariales de la mano de Xavier Ferràs, Profesor de Innovación, Estrategia, Entrepreneurship y Tecnología.
¿Qué papel juegan las administraciones públicas, los clústers e incluso las universidades a la hora de crear ecosistemas que favorezcan la innovación y el desarrollo económico y tecnológico de sus territorios?
Xavier Ferràs quiso al inicio de su charla lanzar un mensaje positivo. Resulta evidente que asistimos a un momento de cambio sin precedentes. El vertiginoso desarrollo tecnológico que vivimos implica grandes cambios y estos cambios, en esencia, son positivos. Por ejemplo, en los últimos 100 años la esperanza de vida del ser humano se ha multiplicado por dos, el precio de la electricidad se ha dividido por 100 y el de las comunicaciones por 1000. Como Ferràs argumentaba “hoy en día un adolescente de un país subdesarrollado, gracias a Internet, tiene a su alcance más información que un presidente de EE.UU. de los años 60”. Alguien puede dudar de que estos hitos son algo positivo en la evolución de la humanidad.
“Hoy en día un adolescente de un país subdesarrollado tiene más información que un presidente de EE.UU. de los años 60”
¿Dónde radica el problema entonces? ¿Por qué las empresas están viviendo con angustia estos cambios? ¿Por qué tantos profesionales están siendo expulsados del mercado? ¿Por qué las instituciones no reaccionan?
A este respecto, Ferràs comentaba que toda organización o institución por definición busca seguridad y estabilidad, es decir, huye de la incertidumbre y tiene una fuerte aversión al cambio. Y el actual desarrollo tecnológico implica que el mundo (la industria, el mercado de trabajo, etc.) tal y como lo conocíamos hasta ahora va a desaparecer. Un ejemplo claro: la industria del automóvil. Con los coches eléctricos, autónomos y compartidos, la industria del automóvil sufrirá enormemente, muchos puestos de trabajo se perderán y la economía de ciertos países se verá afectada.
Otro ejemplo un poco más lejano: investigadores de la universidad de Maastrich han creado una hamburguesa a partir de las células madre de una vaca. ¿Imagináis las implicaciones que puede tener este hallazgo para la industria agroalimentaria a largo plazo?
Territorios de pizza y territorios de microprocesadores
Puesto que es innegable que el mundo a nuestro alrededor está cambiando, nuestras empresas también deben cambiar a una velocidad similar. Y es aquí donde entran en juego los clústers empresariales y las instituciones públicas.
Por medio de un clarificador ejercicio, Ferràs demostró cómo el mercado por sí mismo es difícil que apoye productos o servicios claramente innovadores.
Divididos en grupos de trabajo, los asistentes a la sesión tuvieron que defender frente a un posible inversor dos “novedosos” productos: la pizza y un microprocesador. Es decir, tuvieron que exponer, como si todavía no existiesen, las bondades de estos productos: sus potenciales clientes, su rentabilidad, su utilidad, etc. De esta forma se demostró que es mucho más sencillo de convencer a un posible inversor de que invierta en un producto como la pizza (se entiende bien el concepto, los potenciales clientes están claros, no requiere de una gran inversión, es versátil) que en un microprocesador (costoso de crear, sin un retorno de la inversión ni potenciales clientes claros…). En estos casos se produce un claro fallo de mercado.
Por tanto, si queremos en nuestro territorio florezcan empresas como Intel y no como Telepizza, deberemos, de alguna forma, incentivar la innovación radical (la mejora continua y la innovación incremental son generalmente apoyadas desde el propio mercado) para tratar de minimizar los riesgos que asumen las empresas que apuestan por ella.
¿Y cómo se hace esto? Durante la charla, Xavier Ferràs, nos habló de cuatro modelos de competitividad global: el americano, el asiático, el del norte de Europa y el del sur de Europa. En todos ellos, los clústers o agrupaciones empresariales, las instituciones y las universidades tienen un papel relevante.
Durante la sesión, Xavier Ferràs, explicó que en España el apostaría por el modelo del Norte de Europa y lo definió como una reformulación del Contrato Social de Rousseau por el que “tú empresa crea empleo que yo estado te ayudaré a financiar aquellas actividades que te resulten más difícilmente financiables como la innovación y la I+D”. Es decir, para Ferràs, las instituciones deberían crear estructuras y políticas de fomento y apoyo de la innovación. Al mismo tiempo las empresas de un determinado sector deberían unirse y tener un discurso unánime frente a estas instituciones y la sociedad en general. Además los clústers empresariales resultan muy útiles a la hora de desarrollar estrategias conjuntas, cooperar, ganar masa crítica y generar proyectos transversales.
Asistimos a un nuevo contrato social: tú Empresa crea empleo que yo estado te ayudaré a financiar aquellas actividades que te resulten más difícilmente financiables como la innovación y la I+D
Como último apunte, Ferràs insistió que no sirve con apoyar “cualquier cosa”; hay que apostar por proyectos arriesgados y atractivos. Solo así el capital privado también entrará en el juego y se conseguirá un verdadero ecosistema innovador.
En ATACAMA, el observatorio de Innova&acción, puedes acceder a la presentación completa de Xavier Ferràs y también a una vídeo-entrevista en la que explica estos 4 modelos además de su particular visión y definición de la innovación y de los clústers empresariales.
Próximo encuentro
La próxima cita de Innova&acción tendrá lugar el viernes 18 de noviembre y abordaremos el complejo mundo del Big Data. El “Big Data” se ha convertido para algunos en “el nuevo petróleo”. Un activo económico para las empresas que representa oportunidades en múltiples ámbitos: desde su aplicación en la generación de nuevas líneas de negocio, hasta en la de la gestión de personas, desde sus implicaciones en la incorporación de nuevos perfiles profesionales hasta sus consecuencias en la toma de decisiones. Wolfram Rozas será el encargado de acompañarnos en este nuevo encuentro.