Los beneficios de la especialización o superespecialización profesional están, hoy en día, en entredicho. Un profesional centrado en un único campo de conocimiento, aunque su saber y pericia en ese campo sea excepcional, pierde (o puede perder) versatilidad y en los tiempos que corren esto puede suponer un gran hándicap.
Si extrapolamos la idea a un departamento empresarial, la superespecialización del mismo conducirá a la creación de equipos con un muy buen saber hacer en su campo pero demasiado verticales y estancos. Esto puede dificultar la comunicación y la relación con el resto de áreas de la compañía y también del exterior. Y en un contexto en el que cada vez más triunfan modelos de trabajo colaborativo y deslocalizado, nuevamente nos podemos hallar frente a un problema.
¿Debemos entonces como profesionales renunciar a la especialización o superespecilización? ¿Qué habilidades pueden ayudarnos a ser competitivos en el mercado laboral actual?
Definiendo a los profesionales en T
Como respuesta a estas dos preguntas y a las necesidades del mercado surge el concepto de profesional en T o T-shapped profesional.
La idea de profesional en T se le atribuye a Bill Moggridge, especialista en diseño industrial y que tiene el honor de ser el creador del primer ordenador portátil, y sus colaboradores en IDEO. Pero, ¿qué es un profesional en T? Se trata de profesionales que combinan un conocimiento extenso en una determinada área (barra vertical) con habilidades horizontales o transversales tales como la gestión de equipos, la comunicación o la creatividad y que afectan a cualquier tipo de organización.
Estas cualidades horizontales son las que permiten que los profesionales se adapten a la realidad que la empresa vive en cada momento y maximizan su capacidad para aportar valor real a las compañías.
Las habilidades horizontales más demandadas
Algunas de las habilidades horizontales más demandadas (según distintas fuentes como la academia en línea Udemy, LinkedIn o la National Carrear Service del Reino Unido ) son:
- Inteligencia emocional
- Capacidad para tomar decisiones.
- Liderazgo
- Redacción comercial y buena ortografía.
- Capacidad de concentración y gestión del tiempo.
- Autoconocimiento y autoestima: cuáles son nuestras motivaciones, fortalezas.
- Capacidad para hablar en público y comunicación interpersonal. Habilidad para persuadir.
- Manejo del estrés y habilidad para trabajar bajo presión.
- Habilidades de negociación. Gestión de reuniones.
- Orientación al cliente.
- Flexibilidad y adaptabilidad.
- Compromiso y responsabilidad.
- Creatividad y resolución de problemas y conflictos.
- Trabajo en equipo. Capacidad de colaboración
¿Cuántas de ellas tienes?
Rizando el rizo: profesionales en forma de pi
Los profesionales con forma de pi son aquellos que tienen dos áreas principales de conocimiento. Es decir, que son “expertos” en dos materias, sean estas complementarias o no. Y además incorporan a su perfil distintas habilidades horizontales.
¿Es esto ya pedir demasiado? ¿Cómo se consigue ser un profesional en pi?
Cada vez es más frecuente que a lo largo de nuestra trayectoria profesional tengamos que reorientar nuestra carrera, bien dando un cambio radical o poniendo foco en algún área complementaria o más concreta de nuestro principal campo de conocimiento.
Los cambios de empresa, de sector o de funciones están a la orden del día. También son cada vez más populares los dobles grados o titulaciones dobles
Por tanto, en un junior quizá sea complejo tener un perfil en pi, pero que con los años de experiencia esta polivalencia profesional es aconsejable. Como conclusión podemos decir que el Know How en nuestra área es importante pero cada vez lo es más el tener un perfil abierto, global y con gran capacidad de adaptación.