La salud y el bienestar de los empleados, hoy en día, es algo primordial en las organizaciones, por ello se ha convertido en una de las principales preocupaciones en las empresas. Implementar y fomentar hábitos de vida saludables en los equipos a través de programas de wellness, son tendencias que cada vez van cogiendo más peso dentro del ámbito laboral.
No cabe duda de que la sociedad está cambiando. Las aspiraciones de los ciudadanos del S.XXI poco o nada tienen que ver con las que tenían el siglo pasado. La sociedad en su conjunto ha ido subiendo los peldaños de la pirámide de Maslow y así ha ido modificando la forma de ver el mundo, la forma de comprenderlo y de vivirlo.
Ya en 1948 la OMS mostraba la insuficiencia del enfoque médico tradicional al afirmar que la salud no era solamente la ausencia de enfermedad, sino un estado de BIENESTAR COMPLETO, físico, mental y social. A finales de los años 90, de la mano de Seligman surgió la Psicología Positiva, que trasladaba el tradicional foco centrado en la enfermedad mental y lo situaba en el desarrollo de las potencialidades del ser humano como medio para conseguir el BIENESTAR y la felicidad de los individuos.
Estas transformaciones no son la causa sino la consecuencia de un cambio de mentalidad, de perspectiva y de expectativas de los individuos que forman la sociedad actual. Una evolución que afecta a todas las facetas de los seres humanos y entre ellas por tanto a su ámbito laboral.
Que los empleados más felices son más productivos, es una realidad unánimemente aceptada. El trabajo y la empresa se convierten ahora en fuente de BIENESTAR para el trabajador. Es la empresa la que ahora va a promover activamente que el trabajador experimente los cinco elementos que según Seligman proporcionan la sensación de BIENESTAR: las emociones positivas, el compromiso, los vínculos positivos, el significado y el logro. Ya no son solo las empresas las que buscan buenos empleados, es ahora la sociedad la que busca buenas empresas para que sus miembros trabajen en ellas, de ahí listados como el del “Sunday Times o Fortune” “Best companies to work for”, o “Great places to work” en España.
Los Employee Wellbeing Programs ponen el acento en mejorar el bienestar de los trabajadores dentro y fuera del entorno laboral, tratando de optimizar la experiencia del empleado en todas sus facetas.
Los programas de Wellbeing no se centran en un único aspecto, sino que tienen en cuenta distintas facetas dentro de la experiencia del empleado. Esto es así porque las personas no estamos compartimentadas en los diferentes aspectos de nuestras vidas. De este modo, nuestra experiencia como trabajadores, nuestra vida familiar y nuestra situación económica se influyen mutuamente sin una división clara.
En este sentido, para conseguir que los Employee Wellbeing Programs sean eficaces, resulta clave atender a todas estas facetas, como veremos a continuación.
Por tanto, aspectos como los horarios de trabajo, el ejercicio físico, la conciliación familiar, etc. conforman un todo alrededor del concepto global de bienestar.
Employee Wellbeing Programs, beneficios para empleados y empresas
Las empresas que fomentan la salud y el bienestar entre sus trabajadores son empresas de éxito, con capacidad para rendir de forma más eficiente y consecuentemente con una mayor capacidad de crecimiento y competitividad.
Existen múltiples estudios que analizan los beneficios de tener empleados que se encuentran bien en su entorno de trabajo y al mismo, resaltan los números inconvenientes que conlleva el estrés o la insatisfacción.
Invertir en salud dentro de la empresa, además de un factor de éxito clave para los empleados y para las organizaciones, es rentable, por cada euro invertido en este tipo de programas el retorno a la empresa es de 2,5 a 4,8 euros en absentismos y entre 2,3 y 5,9 euros en costes de enfermedad.
De este modo, los empleados satisfechos suelen gozar de una mejor salud, menores niveles de estrés, además de mayor productividad y, en general, un mayor nivel de bienestar global en el entorno de trabajo.
Por lo que todo esfuerzo o inversión realizada para mejorar la experiencia del empleado redundará, con toda probabilidad, en un beneficio compartido entre empresa y trabajadores.
Algunas de las medidas que se pueden implementar en el marco de los Employee Wellbeing Programs para la mejora de la experiencia del empleado son las siguientes:
Horarios de trabajo flexibles
La implantación de este tipo de programas suele tener un gran impacto en el bienestar de los trabajadores. Proporcionar un cierto margen de flexibilidad en el inicio y final de la jornada laboral puede ser muy bien recibido por el empleado.
Estas medidas contribuyen a una mejor conciliación de la vida laboral y familiar y denotan una sensibilidad de la empresa hacia sus trabajadores.
Trabajo remoto
Suele ser muy apreciada la posibilidad de trabajar de forma remota algunos días de la semana. Para puestos que no necesiten la presencia física del empleado en la oficina, resulta fácil implementar este tipo de medida. El trabajador valora notablemente la flexibilidad que el trabajo en remoto le proporciona, así como la confianza que la empresa deposita en su desempeño.
La respuesta suele ser una mayor implicación y compromiso así como un incremento de la productividad y una reducción de las bajas laborales.
Programas de ejercicio físico
La promoción del ejercicio físico, bien sea a través de gimnasios en la propia empresa o externos, bien por medio de la programación de actividades específicas, tiene un impacto indudable en la Employee Experience.
La realización de actividades en grupo, además, contribuye a la cohesión interna de la plantilla, así como al desarrollo de las habilidades blandas o soft skills.
Programas de bienestar físico-mental
Actividades como el yoga, la meditación y otras prácticas de mindfulness proporcionan herramientas muy valiosas para lidiar con el estrés dentro y fuera del entorno laboral.
El ánimo con el que nos enfrentamos a nuestra jornada laboral o a ciertos períodos en los que existe una mayor sobrecarga de trabajo es fundamental para superar la jornada laboral con éxito, por ello este tipo de actividades que ayudan a eliminar o anular los pensamientos negativos y potenciar la resiliencia son de gran utilidad.
Al mismo tiempo, este tipo de disciplinas mejoran la concentración y, en consecuencia, pueden tener un impacto directo sobre la productividad del empleado.
Promoción de una alimentación saludable
Proporcionar alimentos saludables en comedores de empresa, productos naturales en las máquinas de vending, incorporar algún tipo de programa educativo o talleres en nutrición y nuevos hábitos alimentarios, puede mejorar notablemente el bienestar y experiencia del empleado.
Educación financiera
Sin duda, el bienestar económico es una parte fundamental del bienestar global de cualquier persona. La formación en aspectos como la gestión financiera el ahorro o la inversión puede ser otra opción interesante para la mayoría de empleados.
Programas sociales
Se trata de la promoción, por parte de la empresa, de algún tipo de iniciativa solidaria en la que también puedan participar los empleados.
Estas actividades contribuyen a reforzar los vínculos internos y a establecer una mayor conciencia alrededor de los programas de responsabilidad social corporativa.
Estas políticas de actuación se deben entender como una estrategia que tiene como objetivo mejorar la salud de las personas y de las organizaciones. Del nivel de implicación de las empresas en la vida de su equipo humano, dependerá en gran medida su éxito o su fracaso. Estas prácticas suelen impulsarse y desarrollarse desde los departamentos de Recursos Humanos, quienes se encargan también de hacer seguimiento y medir el grado de satisfacción respecto a las acciones llevadas a cabo.
La implantación e incorporación del wellness en las empresas suele reportar diferentes beneficios, tanto para la empresa como para el trabajador, tales como:
- Mejora del compromiso.
- Incremento de la productividad.
- Fortalecimiento del trabajo en equipo y el orgullo de pertenencia.
- Descenso del absentismo
- Reducción del estrés laboral y mejora del clima laboral.
- Mejora del posicionamiento y de la imagen de empresa.
De esta manera, todos estos factores derivan hacia una mayor satisfacción laboral por parte de todos aquellos que conforman el equipo humano, dando como resultado un mayor grado de motivación y que las personas permanezcan alineadas con los objetivos estratégicos de la compañía.
En definitiva, los Employee Wellbeing Programs son una herramienta muy interesante para conseguir un entorno de trabajo no solo más agradable, sino también mucho más saludable para todos.
El impacto que tienen estas medidas sobre la Employee Experience y el grado de satisfacción del trabajador es indudable, por lo que el nivel de compromiso, concentración y productividad de las personas también se verán afectados muy positivamente en el medio y largo plazo. Toda inversión en este sentido será, casi con total seguridad, una inversión rentable en el bienestar y salud futura de la empresa y sus empleados.
La empresa necesita convertirse en la actora que lidere la transformación del sentir general de sus empleados, la fuente de la que mane esa sensación de bienestar pleno que vaya más allá del ámbito laboral y abarque los aspectos más importantes de su vida.
El trabajador es mucho más que eso. Es un ser inmerso en un complejo mundo de relaciones y de mundos interconectados que se afectan mutuamente. El contexto laboral no se encuentra aislado del resto del universo que conforma la vida de los seres humanos.
Para conseguir empresas que brillen con luz propia resulta fundamental conseguir que las personas también lo hagan, para ello existe una herramienta muy poderosa que será el foco desde el que emane dicha luz: EL WELLBEING, una elección “Win –Win”.