Fernando Perez Borrajo es ingeniero informático y electrónico por la UPV. Su proyecto de fin de máster se materializó en Alvento, una empresa de tecnología móvil que llegó a facturar ni más ni menos que 10 millones €. Actualmente es el Director de Tecnología del grupo Zed a nivel corporativo con más de 120 personas a su cargo en nueve países.
¿Cómo fueron tus inicios profesionales? ¿Cuál fue su primer trabajo tras salir de las aulas de la UPV?
Empecé a trabajar en el Instituto Tecnológico de la Madera y el Mueble (AIDIMA) con una beca del IMPIVA mientras todavía estaba estudiando y me dedicaba a la programación de los autómatas que hacían los ensayos de fatiga a los muebles. Aunque la beca era de un año, acabé trabajando durante seis años allí en otras muchas áreas, desde proyectos de Ingeniería, a desarrollo de software, programas europeos de investigación, en el laboratorio de CAD/CAM, etc.
Tras una década en el sector de la tecnología, en 2001 fundas Alvento. ¿Con qué objetivos nació? ¿Por qué decides apostar por la tecnología móvil?
Alvento es en realidad el proyecto de fin de Master de un MBA especializado en E-Business que cursé en el año 2000 con otros dos compañeros. Decidirnos por la tecnología móvil fue en parte simplemente por azar, por diferenciarnos un poco de lo que hacía todo el mundo (portales de Internet) y por otra parte porque era un sector al que ya se le atisbaba un futuro enorme y con gran crecimiento.
Lo que sucedió después es que conforme íbamos desarrollando más el proyecto y vimos modelos de negocio reales, relacionados con el ocio (descargas de contenidos) y con la empresa (comunicaciones y avisos por SMS) fuimos conscientes de que podía ser un negocio real. Fue entonces cuando creamos una empresa con la ayuda (el capital y las instalaciones, para ser concreto) de un amigo. Al poco tiempo, dejamos nuestros respectivos trabajos para dedicarnos a nuestro proyecto; fuimos captando más clientes, llegando a ser más de 30 personas y facturar casi 10 millones de €. Además, emprendimos una etapa internacional dando entrada a un capital riesgo, etc. En fin, muchas cosas y todo muy rápido, en apenas cinco años.
Cinco años más tarde, tu empresa es adquirida por Zed y poco después pasas a ocupar el cargo de Director de Tecnología a nivel global, ¿cuál ha sido tu evolución dentro de la compañía?
Zed compró Alvento con el objetivo de reforzar su presencia en el mercado de servicios a empresas y servicios para operador, donde tenía poca presencia. Desde que se produjo la adquisición, Alvento siguió siendo una compañía independiente durante tres años, hasta el 2009, y yo seguí prácticamente haciendo el mismo trabajo pero dentro de otra estructura mucho mayor. Cuando ya Alvento se integró totalmente dentro de Zed hace casi seis años pasé a ocupar el cargo de Director de Tecnología de la compañía a nivel corporativo, con algo más de 120 personas en equipos en nueve países.
¿En qué consiste tu trabajo como Director de Tecnología?
Básicamente la labor de Director de Tecnología es de coordinación y organización. Por una parte con el lado comercial, a la hora de definir servicios, su coste y su soporte. Por otra parte, organizar a los equipos de trabajo del área para ver cómo se desarrolla, donde, asegurar plazos y contingencias, puesta en producción y soporte, etc. Para todo ello se requiere previamente tener los equipos integrados de forma centralizada pero geográficamente dispersos. En mi caso, tengo equipos en nueve localizaciones, desde India a Argentina, con plataformas e infraestructuras igualmente integradas y con métodos de trabajo que permiten realizar cualquier trabajo de soporte o solución de incidencia en cualquier lugar, a cualquier hora y desde cualquier otro lugar.
En un sector tan cambiante y en constante evolución como es el de la telefonía móvil, ¿a qué retos os enfrentáis diariamente para ofrecer los mejores servicios?
Aunque las tecnologías y los terminales cambien, el reto en este sector es siempre el mismo. Por definición la disponibilidad de los servicios tiene que ser estrictamente 24×7 todos los días del año sin excepción ya que los operadores móviles no pueden estar nunca sin servicio, y asegurar esto, especialmente en un entorno multinacional que abarca todos los husos horarios y tecnologías diversas es especialmente delicado y requiere una evolución y adaptación constantes.
Además de España, ¿en qué otros países estáis presentes?
En estos momentos estamos presentes en 62 países concretamente, con oficinas en casi 50; de hecho, España actualmente es una parte muy pequeña de nuestro negocio, y cada vez son más importantes países con economías emergentes y con un crecimiento muy grande en estos servicios como Brasil, México, Rusia y exrepúblicas de la URSS o Sudáfrica.
¿Qué retos de futuro os planteáis?
Todavía nos queda camino por recorrer en lo que se refiere a integración de todas las plataformas, equipos de trabajo e infraestructuras de todas las empresas que se adquirieron en el periodo de 2005 a 2008 en los que Zed tuvo una fuerte expansión. Digamos que pasado el periodo en el que cada una de ellas operaba por su cuenta, la dinámica de la economía y la necesidad de minimizar los efectos de la crisis hace necesario aprovechar al máximo los recursos para reducir costes de operación.
¿Qué consejo darías a aquellos empresarios o profesionales que se plantean abordar el mercado en Sudamérica?
Bueno, las oportunidades en el mercado en Latinoamérica en general salvo algunas excepciones son muy amplias, pero siempre hay que conocer los mercados y las costumbres de cada país. Latinoamérica es muy grande, el doble que Europa, y aunque nos parezca un territorio homogéneo porque hablan el mismo idioma, poco tiene que ver México con Argentina por poner un ejemplo. Y aunque se crea que se tenga mayor experiencia en algún sector por venir de Europa, eso no garantiza nada. Muchas veces es aconsejable buscar un socio local, pero igual de aconsejable es buscar el adecuado y no el primero que se presente; y para esto y los negocios en general se necesita paciencia y ninguna prepotencia.
¿Qué ventajas crees que tiene pertenecer a una Asociación de Antiguos Alumnos como la nuestra?
Para mí es de las pocas vías que me quedan de mantener el contacto con la gente, con el entorno laboral cercano y sobre todo de contactar y sacar partido del acceso a la gran experiencia que reúnen los miles de Antiguos Alumnos, pues realmente muchos de ellos son parte de los equipos que dirigen actualmente muchas empresas de nuestro país y algunos también en otros.