¿Cuál fue tu primera experiencia internacional, tanto formativa como profesional?
Alemania fue mi primer desembarco internacional. Tuve la oportunidad de finalizar mis estudios en Münich donde obtuve el Bachelor in Business Administration. Como no se trataba de un programa Erasmus, hice muchas amistades con alemanes y aprendí mucho de lo colaborativos que son.
A los 16 años empecé a viajar a China con el mejor mentor que siempre he tenido, mi padre. Me apasionaron las grandes diferencias y me sorprendió mucho la velocidad a la que se movía el país, tanto que a las dos semanas de acabar la carrera comencé mi aventura trabajando en China.
Has trabajado en China, Finlandia, ahora estás a caballo entre Reino Unido y España, ¿cuáles son los pros y contras de esta vida “nómada”?
De momento, llevo 5 años fuera de casa y todo lo que he encontrado son experiencias positivas y enriquecedoras. La familia, y los amigos siempre están presentes, y con los avances tecnológicos, nunca he sentido la de lejanía, más bien al contrario. Además, valoras mucho más lo que dejas detrás.
¿Qué diferencias en cuanto a cultura empresarial has encontrado en los distintos países en los que has estado?
Más que diferencias, he encontrado similitudes entre la mayoría de los países. Desde luego que en países asiáticos, la cultura empresarial es bien diferente, pero en esencia todo nos une.
Lo que sí que me ha impactado de todos los países ha sido el “no miedo”. En particular, el No miedo a ser colaborativo y No miedo al fracaso. Esos dos factores, entre muchos otros, marcan el rumbo del país.
¿Y diferencias culturales? ¿Qué es lo que más te ha impactado?
La buena gente que hay en todo el mundo, lo muy conectados que estamos de razonamiento y el poco esfuerzo que se hace por conectar de corazón.
¿Qué concepto tienen en el extranjero de los titulados españoles?
En muchos países, especialmente del mundo occidental, aterrizas con la etiqueta “Made in Spain”, y ahora mismo no favorece. Al igual que los españoles, los extranjeros que carecen de mundología van armados de prejuicios. En nuestro caso, nos acompañan prejuicios alrededor de “la siesta”, “la fiesta” y el “para mañana”. De cualquier manera, a las pocas semanas de incorporarte a trabajar descubren el “Toro” de profesionalismo y actitud que llevamos dentro.
Actualmente te hallas envuelto en el proyecto pickevent, ¿cómo lo definirías?
Aunque he emprendido en el pasado, no he llegado a emprender a tiempo completo hasta que empecé con Pickevent.com. PickEvent.com (aún en construcción) es mucho más que una plataforma para descubrir eventos profesionales, es la puerta a nuestra filosofía de vida, de trabajo y valores que queremos compartir con todos los que se unan al equipo.
¿Por qué decides emprender en el Reino Unido? ¿A qué dificultades te has enfrentado como emprendedor en un país distinto al tuyo?
Además de que mi socio estaba ahí, Londres es la ciudad financiera europea por excelencia, es fácil abrir cualquier puerta y hay muchos incentivos para crear una empresa. Todo lo que hemos tenido en Reino Unido han sido facilidades. Facilidades desde tus primeros pasos, que es justo cuando más ayuda te hace falta! Constituir una empresa en Reino Unido cuesta unos 60 euros y unos 45 minutos a través de internet. En España cuesta unos 400 euros, tienes que esperar 10 días en total, y hay que hacer una serie de trámites en el que pierdes unas 10 horas. Con estos datos, cualquiera puede figurarse cómo es el ecosistema para los emprendedores en Reino Unido.
¿Te gustaría vivir y trabajar en España?
Amo España! Y no sólo yo, sino miles de extranjeros que no sólo les gustaría visitar España, sino también trabajar. Somos el cuarto país más visitado del mundo. Por nuestra parte, lo estamos intentando. Hemos desplazado la mayor parte del equipo a Valencia y espero que las condiciones sean favorables para quedarse aquí. España necesita reajustes básicos para reactivar la economía, y aunque parezca increíble no se están haciendo. Si no se favorece a los empresarios, no se podrá reactivar la economía a través de empleo.
¿Qué consejo darías a los jóvenes, y no tan jóvenes, que ante la falta de oportunidades laborales en España dudan sobre si iniciar o no una “aventura” internacional?
En primer lugar quitaros el miedo, cuando nos enfrentamos a un cambio o a determinadas situaciones de dificultad, nos creamos barreras que nos convencen de las desventajas. No sale el nombre del entrevistado. Pensemos en la gente que está esperando fuera a conocernos, en las mil y una oportunidades que hay, en lo que podemos aprender y en que por muy lejos que nos vayamos, estamos más cerca de lo que pensamos.
La decisión de vivir en este momento en el extranjero, no hay que contemplarla como una aventura. Tal vez la peor “aventura” que podemos pasar en estos momentos es quedarnos aquí, contemplando como cada día que pasa, se nos escapan sueños y oportunidades. Esta crisis hay que aprovecharla para sacar lo mejor de nosotros mismos. Podemos tener mucha confianza en nosotros. En los diferentes países que he vivido me he dado cuenta que estamos mucho mejor preparados de lo que pensamos, somos creativos, emprendedores, y trabajadores, estamos llenos de ilusión y valores que no solo nos harán ser más competitivos en lo profesional, sino también en lo humano, y esto por supuesto es lo más importante. Lo mejor está siempre por venir. ¡Suerte!