La gente que posee habilidades sociales tiende a rodearse de muchas otras personas, pero fundamentalmente tiene la capacidad de crear relaciones, construir una red de contactos lista para ser utilizada cuando sea preciso.
No existe una única forma de comunicarse. Las personas son individuos con tantas similitudes como diferencias. Para comunicarse más efectivamente, cada tipo de personalidad requiere un estilo diferente, un lenguaje propio, una gestualidad determinada. No existen reglas generales, sino que, lo más importante es ser uno mismo y construir sobre nuestras fortalezas teniendo siempre claro cuál es el objetivo de cada comunicación y teniendo en cuenta los distintos componentes que intervienen en este proceso de conducta, de conocimiento y de tipo fisiológico.
Todos los líderes inspiradores se comunican con eficacia, es decir, consiguen su objetivo. Pero, en función de su punto de partida, lo hacen de forma distinta. Así, Barack Obama ha dado tres veces la cantidad de entrevistas que George W. Bush y ha sostenido cuatro veces más conferencias de prensa que Bill Clinton en esta etapa de sus respectivas presidencias. Pero eso no significa que la comunicación más eficaz sea siempre la verbal.
Es verdad que las habilidades retóricas ayudan. Así Winston Churchill atribuía su éxito a su buen dominio del idioma, los antiguos griegos tenían escuelas de retórica y Martín Luther King se benefició de una tradición religiosa afroamericana que contaba con una gran riqueza de ritmos en el campo de la palabra hablada. Sin embargo, no es ésta la única forma de comunicación.
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua comunicar es: a) Hacer a otro partícipe de lo que uno tiene. b) Descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo. c) Conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito. d) Transmitir señales mediante un código común al emisor y al receptor. e) Establecer medios de acceso entre poblaciones o lugares. f) Consultar con otros un asunto, tomando su parecer…j) Extenderse, propagarse.
Las señales no verbales son también un componente importante en la comunicación y los símbolos o los comportamientos pueden ser muy eficaces. Así algunos líderes no fueron grandes oradores. Pensemos en Gandhi, donde su sencilla vestimenta y estilo de vida decían más que cualquier palabra. T.E. Lawrence acudió a la Conferencia de Paz de París, tras la I Guerra Mundial con un traje beduino para subrayar la causa árabe y un año después vestía el uniforme de oficial británico en unas negociaciones en El Cairo.
También las destrezas organizacionales pueden ser utilizadas en la comunicación. Tener un círculo interno eficaz de seguidores puede ayudar a compensar las deficiencias retóricas. Stalin o Truman se apoyaban en este otro tipo de habilidades.
Además, suele hablarse de comunicación en general y, sin embargo, la comunicación requiere de un conjunto de habilidades bien diferenciadas (que van mucho más allá de las meras habilidades de comunicación enunciadas) dependiendo de si hablamos de comunicar en público, atender a clientes, gestionar grupos, etc.
