“La situación actual es fascinante porque nos obliga a reinventarnos, a arriesgar, a proponer cosas nuevas”

Alt Arquitectura es el estudio arquitectónico con más seguidores en Facebook, ¿pero cómo empezó esta aventura?  ¿Por qué se decidió a abrir una  Fan Page en esta red social?

Un cliente especializado en marketing me dijo que tenía un gran producto pero que no estaba haciendo nada por darlo a conocer. Me dijo que probara a crear una fanpage en Facebook y así lo hice. En principio no me lo tomé demasiado en serio porque no era un usuario activo de Facebook, pero la sorprendente aceptación de la página me hizo ser consciente de las enormes posibilidades de este medio.

Su objetivo inicial darse a conocer y captar nuevos clientes, ¿ha obtenido, en este sentido, los resultados esperados?

Darme a conocer es evidente que sí. Más de 600 mil personas han decidido darle al “me gusta”. ALT está entre las 50 páginas más seguidas de España, con más fans que Julio Iglesias, Jorge Lorenzo o el Atlético de Madrid, por ejemplo. Ya hemos trascendido el interés como estudio de arquitectura, con 300 mil seguidores más que Oscar Niemeyer, que es el segundo arquitecto con más seguidores del mundo. O casi 600 mil seguidores más que A-CERO. Para pasar a ser una de las 10 marcas, en general, más seguidas de España.
Pero no sirve para captar clientes directos. O al menos no es significativo. Nosotros con más de medio millón de seguidores no hemos tenido más allá de 5 encargos directos de seguidores. De forma directa pienso sacar al mercado un cómic, o historia gráfica sobre reflexiones personales acerca del espacio y la forma. Cuando lo saque tendremos más de un millón de seguidores, es decir de posibles compradores.

Aunque lo realmente importante, y esto es algo que le cuesta a casi todo el mundo entender, son los beneficios indirectos. Al estar en boca de tanta gente, hay mayores probabilidades de que se decidan por ALT a la hora de hacerte un encargo. También me invitan de forma periódica a dar conferencias en varios lugares del mundo. Y nos hemos convertido en un gran poder mediático, de modo que varias empresas quieren contar con nuestros servicios para beneficiarse de nuestro poder de difusión. Por ejemplo, hemos superado en nº de seguidores a Archdaily, la revista de arquitectura digital más visitada del mundo. Ya no necesitamos que nos publiquen los proyectos, publicándolos en nuestra página solo, conseguimos mayor difusión.

Dicho esto, me interesa mucho más usar la página como medio divulgativo para hacer llegar la arquitectura a todo el mundo. Eso es mucho más gratificante que ganar mucho dinero haciendo muchos proyectos. El que solo busque clientes mejor que no pierda el tiempo.

Actualmente no tiene página web, solo página de Facebook…

La web no crea seguimiento, y tan importante es tener gente que nos conozca, como que siga de forma continua nuestro trabajo. Esto solo es posible en facebook, ya que cada cosa que hacemos se les notifica a las más de 600 mil personas que nos siguen

¿Cuál cree que es el secreto de su éxito en Facebook?

La cercanía a la gente, la ausencia de ánimo de lucro, y la ausencia total de estrategias de marketing. Unido a algo muy sencillo: muestro contenidos de utilidad para los demás y otros que estoy seguro de que serán del agrado de la gente que los visite. El secreto es muy sencillo y a la vez muy difícil de conseguir. Se basa en una idea muy clara, que es: la gente sigue aquello que realmente le interesa.

¿Mantiene un trato directo y cercano con sus miles de seguidores? ¿Cuánto tiempo le dedica al día a su página?

La gente que me sigue sabe que soy yo quien contesta personalmente. Hoy en día se huele a la legua si es auténtico o es una estrategia de community manager.

No reparo en el tiempo que le dedico, es constante, si tengo un ordenador o un Ipad o un Iphone, estoy pendiente de todo en tiempo real. No es un esfuerzo en absoluto, disfruto ayudando a la gente, aunque suene raro.

¿Qué “gana” con estas relaciones?  Muchos podrían verlo como una pérdida de tiempo.

Supongamos que al salir a la venta la publicación que estoy desarrollando, un 10% de los seguidores directos compran la publicación. 100 mil ejemplares. Y supongamos unas ventas indirectas de otros 50 mil. Total 150 mil ejemplares. Y supongamos que a mí me quedan unos 7 euros por ejemplar. Con una sola publicación podría “ganar” casi un millón de euros. Y supongamos que saco una publicación nueva cada 4 meses. Es decir, unas ganancias de 3 millones al año. Eso sin contar los tres proyectos de oficinas que me quieren encargar en USA, dos viviendas en Palm Beach, una macrodiscoteca en Filipinas, una iglesia en Rumanía… y el trabajo que tengo habitualmente en España, que también ha aumentado. O las invitaciones cada verano a dar talleres y conferencias por toda Latinoamérica. Pero en España la gente es muy especial y es cierto que a muchos les parece una pérdida de tiempo, algo que, dicho sea de paso, me beneficia profundamente.

 

Le he leído comentar sobre la responsabilidad social del arquitecto, ¿cree que con la burbuja inmobiliaria la profesión está un poco estigmatizada?

Totalmente, y con razón. Hemos sido responsables máximos del desastre. El arquitecto es el que tiene la formación para evitar lo que ha ocurrido. La idea más importante pero que se ha perdido es que la arquitectura ha de ser NECESARIA. Los arquitectos se han dedicado a realizar concursos de edificios que no eran necesarios. O en la burbuja a construir viviendas que no eran necesarias. Yo lo primero que me planteo cuando me hacen un encargo es si realmente tiene sentido. Si creo que no lo tiene me da igual el dinero que me paguen, directamente me niego a hacerlo. Algunos se justifican diciendo “es que si no lo hago yo lo hará otro”. Pues bien, yo digo que lo haga otro, que yo prefiero dormir con la conciencia tranquila. Yo tengo aprecio por muchos arquitectos, pero como colectivo es lamentable.

¿Cuál sería su definición dearqiotectura?

La arquitectura es una acción intencionada y con significado, que ocupa un lugar en el espacio e interactúa de forma integral con los seres humanos. Y ha de ser capaz de suscitar de forma consciente emoción en los usuarios de la misma.

Hago una arquitectura muy intuitiva, ligada a la emoción del ser humano y muy relacionada con los procesos naturales que nos rodean. Me gusta pensar que es accesible a todo el mundo. No creo en la arquitectura para “intelectuales”

¿Cuál cree que será el futuro de la arquitectura en España en los próximos años?

No hay futuro.

¿Están los arquitectos “condenados” a trabajar en proyectos de distintos países? ¿Cómo se lleva lo de no tener un lugar fijo de residencia?

A mí personalmente es algo que me hace disfrutar. No hay nada más enriquecedor que conocer mundo. El español está acostumbrado a que le den todo hecho y en general, sin ánimo de ofender, tiene mentalidad de funcionario. Es decir, no es ambicioso, pero quiere seguridad de por vida. La situación actual es fascinante porque nos obliga a reinventarnos, a arriesgar, a proponer cosas nuevas. Yo creo que los arquitectos deberían cambiar el chip y ver el panorama actual como una ocasión para desarrollar  su potencial real. Se acabaron los pelotazos, ahora saldrán adelante los profesionales que realmente sean necesarios.

En su página le siguen muchos estudiantes y jóvenes arquitectos que empiezan ahora su carrera, ¿qué consejos les daría?

Que no sean pesimistas. Si disfrutan con la arquitectura transmitirán alegría y esperanza a los demás. El cliente tiene que ver que nos emocionamos con las soluciones que le proponemos. Debemos contagiar optimismo a los demás. Ya hay demasiada gente quejándose de todo. Y a los estudiantes les diría que se diviertan, que no tengan complejos ni miedo a equivocarse. Se aprende más de los errores que de los aciertos. Que dibujen mucho, que hagan muchas maquetas, y que a la mínima oportunidad, aunque sea hacer el porche de la casa de su primo, se lancen a ejecutar cosas reales, y se lo tomen con tanta dedicación como si hubieran ganado el concurso de un aeropuerto. No hay proyecto pequeño.

Y que usen la arquitectura para ayudar a la gente. Transmitir mensajes positivos. No caer en la idolatría de otros arquitectos. Sobran Zahas, A-CEROS o Calatravas, es decir, arquitectos que viven de vender un lujo absurdo, que triplican los presupuestos de sus obras sin ningún pudor, que se repiten hasta la saciedad sin tener en cuenta ni siquiera el lugar en el que actúan. Y que acaparan cientos de proyectos que no pueden manejar teniendo esclavizados a otros arquitectos de los que nunca sabremos el nombre. Y por supuesto les recomiendo que usen Facebook como plataforma principal para llegar a la gente.

¿De cuál de los proyectos que ha hecho hasta ahora se siente más satisfecho?

De la Casa Martín. Pude hacer, gracias al cliente, un ejercicio de abstracción que no se si volveré a poder repetir.

En breve presentará un libro/cómic en el que trata de plasmar su forma de entender el espacio, ¿qué puede comentarnos de este proyecto?

Mi arquitectura se fundamenta en la capacidad de la forma, el volumen y espacio, para provocar emoción en el usuario y en el espectador. En el cómic se produce un diálogo personal con el lector, en el que se pretende transmitir como el espacio provoca unas emociones u otras, en función de su configuración. Lo ilustro con dibujos hechos por mí, en los que suelo aparecer como personaje, para dar escala y como elemento de conexión de todo el conjunto. Se verá una transición entre espacios claustrofóbicos, cerrados, hasta otros abiertos. De espacios verticales a espacios horizontales. De cómo la luz es un factor determinante en la percepción del espacio…, y otras reflexiones que quiero que sirvan para entender como, mediante el entendimiento del espacio que nos rodea, podemos aplicar este conocimiento o análisis en nuestra propia forma de hacer arquitectura.

¿Qué retos de futuro se plantea actualmente?
Seguir creciendo en nuestra capacidad de difusión. Mi objetivo es acercar la arquitectura a todo el mundo, literalmente. Quiero que la arquitectura sea un tema de debate en todos los estratos sociales, especialmente en aquellos más desfavorecidos y con menor acceso a la cultura. De este modo la sostenibilidad, el ahorro energético, la optimización de recursos y tantos otros temas beneficiosos para la sociedad, serán algo común en la calle y entonces se podrán acometer los cambios necesarios, imposibles de hacer en la actualidad.