(Re)diseñando nuestra carrera profesional

El pasado 8 de abril tuvo lugar un nuevo encuentro de Blue red Madrid. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de contar con Amadeo Penella, responsable de carreras profesionales en la Asociación de Antiguos Alumnos UPV, que realizó una introducción al taller (Re) Diseña tu Carrera Profesional, dirigido a orientar a los profesionales en el establecimiento de nuevas metas profesionales y la elaboración de planes de trabajo que les permitan alcanzarlos.

Planifícate para el desarrollo de tu carrera

Son realmente pocos los que dedican periódicamente un tiempo a avanzar en el desarrollo de su carrera, algo que habitualmente suele hacerse a impulsos, en momentos de incertidumbre o insatisfacción profesional, pero que resulta mucho más efectivo realizar de manera planificada e introducirlo en nuestras rutinas del día a día.

En opinión del ponente, falta desarrollar una verdadera cultura de carrera profesional. Las actividades profesionales y las competencias necesarias para desempeñarlas están poco introducidas en el mundo académico y la orientación profesional se realiza básicamente bajo demanda.

A grandes rasgos, el diseño de una carrera profesional debe tener en cuenta 3 dimensiones básicas, parte de nuestras cualidades y capacidades, siendo honestos con nuestras limitaciones y debilidades, integrándolas con nuestras necesidades y motivaciones y alineándolas con nuestros valores y expectativas. La primera dimensión (cualidades y capacidades) tiene que ver con conocer nuestras propias limitaciones y potencialidades, pues plantearnos desempeñar actividades profesionales para las que no disponemos de unas mínimas cualidades nos abocará probablemente al fracaso. Por ejemplo, si me planteo ser diseñador gráfico, al menos deberé tener la cualidad de ser creativo, si esta cualidad no destaca en mí podré potenciarla, sí, pero partiré con una seria desventaja que lastrará mi competitividad. Por otra parte, la carrera profesional debe satisfacer mis necesidades de realización y centrarse en actividades que realmente me atraen y me resultan motivadoras, pues solo cuando nos apasiona algo estamos dispuestos a dar el 100% necesario para destacar y tener éxito. Por último, nuestra carrera profesional ha de casar con nuestros valores y expectativas sobre la vida y nuestro papel en ella. Si cualquiera de estas dimensiones no está integrada buscaremos, de una manera más o menos consciente, un cambio en nuestra carrera.

Diseño de la carrera en tres fases

El planteamiento del taller supone abordar el diseño de la carrera en tres fases. La primera es de análisis y autoevaluación. Se trata de rebuscar en nuestra mochila para inventariar todo lo que ya tenemos para afrontar nuestro futuro profesional. Los asistentes tuvieron la oportunidad de autoevaluarse completando un cuestionario de personalidad profesional, del que obtuvieron un primer perfil gráfico y una interpretación de cómo son en estos momentos en el trabajo. Este cuestionario forma parte del cuaderno de autoevaluación, que contempla, además, otras pruebas que permiten obtener una autoevaluación completa que nos permitirá afrontar mucho mejor la siguiente tarea: fijar objetivos profesionales.

Poner de manifiesto todo nuestro bagaje competencial anterior, nuestras cualidades y capacidades, nuestros logros y reflexionar sobre nuestros intereses es de gran ayuda a la hora de definir nuevas metas profesionales que nos hagan salir de esa zona de confort en la que nos solemos instalar y avanzar hacia objetivos verdaderamente retadores y significativos. Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer una metodología a través de la cual el establecimiento de objetivos profesionales no se realiza solo fijando una nueva posición que suponga mayor responsabilidad… sino que esta se concreta tras un proceso más amplio de establecimiento de objetivos en diferentes ámbitos que abarcan, no solo el plan de carrera, sino el plan de vida en su conjunto.

El diseño de la carrera profesional es personal e intransferible

Una vez fijados los objetivos, solo nos queda pasar a la acción. En este sentido el diseño de acciones es sencillo, aquí lo complicado es hacer un hueco en una vida ya plenamente ocupada para introducir las nuevas acciones, necesarias para alcanzar los objetivos fijados y que van a requerirnos un despliegue extra de energía y decidir qué actividades actuales han de ser sustituidas para dar paso a las nuevas.

Por supuesto, el diseño de la carrera profesional, es personal e intransferible, pero debemos contar con una red de contactos que nos permita realizar ese diseño de manera exitosa. Esto es muy útil, nos ayuda a reducir la incertidumbre, obtener información directa y fiel a la realidad, ahorrar tiempo y evitar errores innecesarios. Deberemos, por tanto, desarrollarla de manera que contemos con personas que sean un referente para nosotros a la hora de consultarles información sobre los puestos, sectores o empresas que nos interesan, y que nuestra red sea capaz de proveernos de oportunidades profesionales acorde a nuestros objetivos.