Tengo una mala o buena noticia, según se mire: no existe el ingrediente secreto (sniff, sniff) para el éxito. Este solo depende de ti, así que nada de excusas y procrastinar; sólo pasará lo que tú hagas que pase. Es verdad, que las circunstancias y el contexto pueden jugar a tu favor, pero no nos equivoquemos, ya lo decía Einstein, y nos lo recuerda nuestro ponente de excepción Lluís Soldevila en la entrevista, “el genio se hace con un 1% de talento y un 99% de trabajo”.
En el Club de Desarrollo Personal y Liderazgo, empezamos el año con fuerza, en la misma línea de acercar a Valencia a profesionales de primer nivel como Lluís Soldevila, profesor del Departamento de Dirección de Sistemas de Información de ESADE, consultor, formador en actitudes de alto rendimiento y autor del libro “Éxito se escribe con A”. Nuestro ponente, nos propuso su modelo, basándose, en la Ley de la Acción, para provocar el cambio a una realidad extraordinaria, en base a tres palancas, que conforman la triple A: el autoconocimiento, actitud y acción.
Estos tres puntos conforman un mantra que no tenemos que perder de vista ni en nuestra vida profesional ni personal, para conseguir aquello que nos proponemos y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
“El éxito depende de cada etapa de la vida y hay que ir definiéndolo”, apuntó Soldevila durante la dinámica jornada. Por este motivo, subrayó la necesidad de fijar una serie de objetivos y ser consecuentes con ellos para “no tener miedo y fracasar”. Asimismo, resaltó el gran poder de la mente y la importancia de mantener una actitud optimista, ya que “lo importante es perseguir el objetivo”. En este sentido, comentó que “en inglés la palabra fracaso no existe, se dice igual que fallo, ya que sólo fracasas cuando no aprendes de un fallo”.
Durante la sesión, también compartió con todos los asistentes su interesante y estudiada “Fórmula de tu talento” o la importancia de hacer benchmarking, no sólo a nivel profesional sino también personal, de las expertas en la consecución de objetivos: las empresas, para usar sus mismas técnicas empresariales para llegar donde nos fijemos. Cada uno, puede elegir la técnica que mejor le convenga, pero escojamos una y pongámonos a trabajar.
Sin duda alguna, la sesión fue un chute de energía y motivación para empezar el 2016 con la actitud necesaria para poder cumplir con los propósitos de año nuevo que todos nos hacemos, ¡vayamos a por ello, sólo depende de nosotros!