Actualmente vivimos en un contexto de disrupción tecnológica sin precedentes. Las tecnologías digitales están transformando tanto nuestra sociedad y nuestra cultura como nuestra economía y nuestro tejido empresarial. Y este cambio no ha hecho más que comenzar. Hay que ser conscientes de que en los próximos años:
- Todo lo que se pueda digitalizar, se digitalizará.
- Todo lo que se pueda automatizar, se automatizará.
- Todo lo que se pueda conectar, se conectará.
- Todo lo que se pueda analizar, se analizará.
Todo ello nos conducirá a una sociedad digital, hiperconectada e inteligente en la que será fácil “quedarse atrás”. El status quo de cada país, su posición en el contexto global, está en juego y puede variar en función de como se adapte a esta nueva era de la digitalización.
Conscientes de los grandes retos a los que nos enfrentamos como país y como sociedad y de los enormes beneficios (o perjuicios) que nos puede traer el éxito o fracaso de nuestro proceso de transformación digital, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha elaborado un Plan, con la mirada puesta en año 2025, para convertir España en un país apto para el surgimiento de “unicornios digitales”.
Un unicornio digital es una compañía tecnológica que alcanza un valor de mil millones de dólares durante su proceso de crecimiento de capital a través de la inversión privada. Generalmente se trata de negocios emergentes, con pocos años de trayectoria, y muy centrados en la innovación.
Puedes leer el informe completo en nuestra Know Box siguiendo este enlace.
En palabras de la CEOE: “Nadie puede sentirse ajeno a la digitalización ni a su potencial transformador. La digitalización conlleva inevitables cambios económicos y sociales, pero también culturales, laborales y relacionales. Además afecta tanto a la ciudadanía como a las empresas y a las administraciones. Todos estamos juntos en este cambio y debemos luchar por potenciar las oportunidades que la digitalización nos ofrece y minimizar sus riesgos y sus desafíos”. Por ello, la hoja de ruta planteada por la CEOE implica la acción conjunta de los distintos agentes sociales (administraciones públicas, empresas y ciudadanos) en tres áreas clave como son la innovación, la educación y el emprendimiento, y todo ello teniendo en cuenta la viabilidad a largo plazo y la sostenibilidad medioambiental.
Sólo así España podrá ser terreno abonado para el crecimiento de empresas punteras en innovación y tecnología.
Por otro lado, una de las grandes apuestas de la Unión Europea es la creación de un Mercado Único Digital Europeo (sin fronteras, sencillo, con reglas equilibradas y eficaces) que ayude a ampliar las posibilidades de crecimiento de las empresas europeas, especialmente de las Pymes, y a promover la transformación digital de los distintos sectores productivos. Precisamente, el año pasado, desde Innova&acción, desarrollamos a lo largo de seis meses el proyecto “Hibridando Personas y Tecnología en un mercado único digital europeo” en el que, entre otras cosas, identificamos las barreras que están frenando la transformación digital en Europa para poner el foco sobre ellas, recurrimos a expertos en busca de posibles soluciones y servimos de altavoz a las iniciativas que desde la Unión Europea se están llevando a cabo en este sentido y que muchas empresas y particulares desconocen. Porque la consolidación de un Mercado Único Digital Europeo requiere de la digitalización de nuestras empresas.
Educación, Innovación y Emprendimiento
La CEOE ha identificado que la Educación, la Innovación y el Emprendimiento, son los tres ejes que nos pueden aupar a los primeros puestos de los rankings mundiales e índices de digitalización. Especialmente significativos son:
- Networked Readiness Index (NRI) en el que España ocupa el puesto 35 a nivel global.
- Digital Economy and Society Index (DESI) en el que ocupamos el puesto 10 a nivel europeo. En nuestra Know Box puedes ver con más detalle los resultados de España en el DESI del 2018.
Educación
Se estima que un 65% de los estudiantes que entra ahora en educación primaria trabajará en actividades que hoy en día no imaginamos. No podemos seguir formando como hace un siglo, no podemos seguir formando para un mundo que ya no existe. Evitar la divergencia entre lo que demanda el mercado laboral y lo que los alumnos aprenden debe ser un objetivo prioritario para cualquier país. Transformar el sistema educativo es la base para transformar la sociedad y las empresas.
Hoy en día, resulta clave formar a los niños y jóvenes en competencias y disciplinas tecnológicas pero buscando siempre que despierten en ellos las vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y se produzca un cambio en las metodologías hacia el aprender haciendo. Precisamente desde la Fundación Telefónica se plantearon cómo se podían incrementar las vocaciones STEM entre los jóvenes analizando qué factores intervienen en la elección de los estudios y han recopilado en un informe 100 ideas, proyectos e iniciativas para incentivar a los estudiantes a optar por carreras científicas y tecnológicas. Una lectura muy recomendable que también tenéis accesible en la Know Box.
Además la CEOE concluye que todo este esfuerzo sería vano, si no se fomenta a su vez, la formación continua y la formación para el empleo. La velocidad de cambio a la que nos someten las nuevas tecnologías, obliga a los profesionales a reciclarse continuamente si no quieren verse fuera del sistema.
Innovación
Para que un país sea innovador es fundamental contar con un tejido empresarial de tamaño suficiente que le permita ser competitivo en un entorno global. Esta situación motiva que el proceso de digitalización y la apuesta por la I+D+i sean aspectos determinantes para la mejora de la competitividad de la economía española.
La digitalización acelera la globalización y quien no tenga una posición de liderazgo no será competitivo. Por ello, se debe trabajar en la generación de sinergias que conduzcan a la generación de tecnología capaz de competir a nivel global. En este contexto actual la innovación ya no es territorio exclusivo de las grandes empresas, o al menos no debe serlo. Cuantos más actores sean partícipes de la innovación, mejores resultados obtendremos como sociedad. Por ejemplo, se habla mucho últimamente del “empoderamiento” de los consumidores. Y son cada vez más PYMEs y emprendedores los que innovan. Actualmente, una persona con una buena idea tiene muchas más facilidades para acceder a los medios necesarios para desarrollarla.
Es crítico crear ecosistemas que se adapten a esta nueva realidad, que fomenten la colaboración con terceros y que eviten la creación de “islas de innovación” en torno a sistemas cerrados, lo cual exige una apuesta firme por nuevas formas de hacer, por la innovación abierta. De este tema, de la creación de ecosistemas que favorezcan la innovación vino a hablarnos el profesor Xavier Ferràs a Innova&acción.
Emprendimiento
De la conjunción de las dos líneas de trabajo citadas anteriormente, sumado a iniciativas complementarias como la creación de políticas fiscales apropiadas, por ejemplo, deberían surgir interesantes iniciativas empresariales que liderasen la transformación digital del país. No debemos olvidar que el paro juvenil y la emigración del talento son de los problemas más graves que tenemos y contra los que debemos luchar si queremos ser un país apto para “unicornios digitales”.
Paralelamente en el informe Plan Digital 2025, se han identificado más de 20 líneas de trabajo adicionales a las del Emprendimiento, la Educación y la Innovación destacando entre ellos, las administraciones públicas, los servicios financieros, la seguridad, el comercio y la logística, la industria, la sostenibilidad medioambiental o las políticas de inclusión/exclusión social.