“He enviado decenas de candidaturas y nada, ni una llamada…”. ¿Cuántas veces has oído, o incluso dicho, esta frase? Muchas, ¿verdad? Probablemente más de la que nos gustaría…
Ahora pongámonos por un momento en el rol del seleccionador que, tras publicar una oferta de empleo, recibe cientos (y muchas veces miles) de candidaturas para un único puesto… ¿Cómo podemos captar su atención con una hoja de papel que incluye nuestro background académico y profesional?
¿Sabes qué ocurre cuando “nadie me llama ni para una entrevista”? Además de las condiciones del mercado laboral, todavía afectado por la recesión económica iniciada en 2008, en la mayoría de los casos sucede que no sabemos presentar nuestra candidatura en condiciones para que ya, en ese primer paso de envío del CV, tengamos la oportunidad de acceder al siguiente nivel: la entrevista de trabajo.
Cuando no tenemos mucha experiencia, o nada, nuestro CV no puede superar una página
¡Tranquilidad! A (casi) nadie nos enseña a preparar nuestro currículum, a trabajar nuestra marca personal y a mejorar así nuestro grado de empleabilidad. Pero como todo, con un poco de información y de práctica, ¡lo tendremos dominado!
El CV de un perfil junior
La experiencia es un grado, y por ello, no tiene el mismo peso cuando apenas hemos empezado a trazarla que cuando llevamos 10,15,20… años de trayectoria profesional. Esta es la principal razón por la cual debemos tener claro que nuestro currículum también tiene que evolucionar tanto en forma, como en contenido.
Cuando empezamos a buscar nuestro primer empleo, nuestras primeras prácticas, becas, etc. casi siempre nos agobia el hecho de pensar que no tenemos experiencia que demostrar. ¡El mundo no se acaba! Todos hemos tenido una primera oportunidad profesional, y el que selecciona perfiles junior lo tiene en cuenta.
El análisis de ofertas de nuestro interés también nos va a servir para conocer por dónde se mueve el mercado en nuestro ámbito, y ver así debilidades que podamos subsanar y fortalezas que podamos reforzar.
Pensemos además que a lo largo de nuestra vida realizamos actividades que favorecen el desarrollo de capacidades y habilidades que nos servirán en nuestra vida profesional, y que destacaremos en nuestro primer currículum.
Estructura de un currículum ‘junior’
Tras incluir datos personales y de contacto (más abajo detallamos cuáles, y cómo), deberemos indicar nuestra FORMACIÓN ACADÉMICA, señalando fecha de inicio y de fin (o indicar ACTUALMENTE) de nuestra formación superior, por orden cronológico inverso. La información sobre el colegio o el instituto, siempre que no se haya cursado una Formación Profesional, es 100% suprimible.
Después informaremos sobre EXPERIENCIA PROFESIONAL. Si no tenemos nada de nada de experiencia, obviaremos este apartado, y podremos indicar algo del tipo: “Busco una empresa que me ofrezca una primera oportunidad laboral”, o simplemente dejarlo en blanco. ¿Has hecho algún voluntariado o participado en alguna actividad escolar destacable? Aquí es el momento de explicar cuál fue tu papel y lo que aprendiste de tu experiencia.
¡El mundo no se acaba! Todos hemos tenido una primera oportunidad profesional, y el que selecciona perfiles junior lo tiene en cuenta.
Si tenemos experiencia en trabajos que poco o nada tienen que ver con el que ahora buscamos, en los perfiles junior se debe indicar periodo del trabajo, puesto, empresa y breve definición de las tareas realizadas, así como los logros obtenidos (puede ser que has aprendido ciertas habilidades, por ejemplo, cuidando niños, siendo socorrista, camarero, repartidor, profesor de clases particulares…). Y también siempre de lo más reciente a lo más antiguo. Date cuenta de que cuando lleves ya ciertos años trabajando, en el CV, tu experiencia irá colocada en primer lugar, por encima de la formación académica…
IDIOMAS es el apartado que sigue a la experiencia. Aquí indicaremos nuestra lengua o lenguas maternas, y los otros idiomas que manejamos, ¡sin exagerar ni mentir! Indicando si tenemos algún certificado, experiencias internacionales, etc.
INFORMÁTICA es el siguiente apartado, muy valorable. ¿Qué herramientas y tecnología generales pero específicas de tu profesión sabes manejar? Escríbelas e indica el nivel (bajo, medio o experto).
COMPETENCIAS, esas mismas que comentábamos que hemos adquirido a lo largo de los años practicando deporte, formando parte de alguna asociación, relacionándonos con los demás, aprendiendo de algún instrumento… ¿Flexible? ¿Creativo? ¿Trabajo en equipo? ¿Autosuficiente? ¿Trabajo bajo presión? ¿Saber escuchar? ¿Dotes de comunicación?
Descubre cuáles son esas capacidades y habilidades que ya tienes que te pueden ayudar a conseguir tu primer empleo, y ¡destácalas en tu CV!
OTROS DATOS es el apartado final donde los candidatos indicamos si tenemos carné de conducir, vehículo, disponibilidad para cambio de residencia, de viajar, etc.
Cuando nos sentamos a autoanalizarnos, ¡el folio en blanco nos parecerá hasta corto! Y recuerda que cuando no tenemos mucha experiencia, o nada, nuestro CV no puede superar una página.
A continuación te mostramos algunos ejemplos que tú mismo puedes configurar usando de ayuda plantillas y modelos que encuentras en Internet, o en estos de Microsoft Word:
Adapta el CV a la oferta
¿Qué es eso de adaptar el CV a cada oferta de empleo? Dentro de una profesión, existen múltiples vías o salidas porque el número de empresas en las que podríamos trabajar es amplio. Si queremos conseguir trabajo en una organización determinada, nuestro CV debe adaptarse en la medida de lo posible para que responda a las necesidades del puesto en cuestión. Si queremos inscribirnos en una oferta de empleo determinada, deberemos analizar los requisitos y competencia que demandan para que estos aparezcan reflejados en nuestro CV.
El análisis de ofertas de nuestro interés también nos va a servir para conocer por dónde se mueve el mercado en nuestro ámbito, y ver así debilidades que podamos subsanar y fortalezas que podamos reforzar.
- Adapta la forma: pongamos como ejemplo un despacho de abogados que busca dos perfiles: un diseñador gráfico que les ayude en su proceso de transformación de marca, y un abogado en prácticas.
Estos dos amigos, ¿enviarán el mismo tipo de CV y obtendrán el mismo resultado? Es más que probable que si el diseñador no demuestra ya en su currículum su capacidad de creatividad y diseño, presentando el clásico CV plano, no llamará la atención del seleccionador. Por el contrario, si el abogado presenta un CV excesivamente creativo, como los que se utilizan en el ámbito del marketing y la imagen, el seleccionador tampoco crea que su candidatura sea la más adecuada para el puesto. Aquí la sobriedad primará sobre la originalidad.
En este enlace descubrirás algunos de los currículos de artistas o perfiles creativos para que te hagas una idea de cómo transmiten su marca personal desde su CV.
El ejemplo de la diferenciación del puesto según el tipo de perfil que se requiere, aplica también a la empresa en si misma. No es lo mismo enviar el currículum, con independencia de nuestro perfil, a una empresa que vemos que es muy tradicional, en valores y formas de hacer, que a una empresa que ya en su website vemos que respira modernidad por los cuatro costados. ¿Por qué? Porque hoy en día los seleccionadores también buscan que los valores corporativos estén alineados con los valores de las personas que quieren que formen parte de sus plantillas.
Imprescindible
No olvides que existen una serie de datos que son imprescindibles en cualquier currículum vitae, con independencia de nuestro grado de experiencia profesional. A continuación te dejamos con alguna información necesaria y algún que otro consejo práctico:
- Datos personales (nombre completo, ciudad de residencia, teléfono de contacto, e-mail profesional. ¡Ojo con los apodos que usamos en algunas cuentas de email… Crear uno con nuestro nombre y apellidos siempre será mejor).
- Redactar una descripción (3/4 líneas) de nuestro perfil profesional, competencias y habilidades al inicio, adaptado a los requisitos del puesto en cuestión.
- Utilizar palabras clave, especialmente en canales como LinkedIn donde las keywords son las utilizadas por los reclutadores para encontrar potenciales candidatos.
- El lenguaje utilizado debe ser siempre claro y conciso.
- Exponer tanto la formación como la experiencia laboral, siempre, de lo más reciente a lo más antiguo.
- Revisa una y otra vez el CV, incluso dáselo a alguien para que lo lea. A veces algunas faltas de ortografía y errores pasan desapercibidas.
- Y, por supuesto, adapta el estilo del CV al sector/empresa/puesto al que te diriges.
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