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El último encuentro del Club de Desarrollo Personal y Liderazgo del año tuvo como protagonistas la meditación y los beneficios que ésta puede tener sobre nuestra salud. Concretamente, hablamos sobre mindfulness, una técnica de meditación occidental que propugna la necesidad de fijar nuestra atención en el momento presente para lograr una mayor calidad de vida.

Para hablarnos de este tema, contamos con José Luis Lozano, coach y consultor profesional al que la práctica del Mindfulness ha ayudado, según sus propias palabras, a “mejorar mi salud, mis relaciones con la gente que me rodea, mi capacidad de concentración y también a conocerme mejor a mí mismo”.

En esta vídeo-entrevista José Luis nos define con mayor profundidad que es el mindfulness y cómo podemos iniciarnos en su práctica.


Durante la charla José Luis insistió en algunos conceptos clave como que el estado de ánimo, la forma en la que afrontamos las cosas que nos van sucediendo en la vida, es responsabilidad de cada uno de nosotros. Tenemos que tener una actitud activa y correcta frente a los retos que nos plantea la vida. Y para ilustrar esta idea, compartió con nosotros una interesante fábula:

Una profesora empezó su clase sosteniendo un vaso de agua. Lo levantó y preguntó a la clase:

  • ¿Cuánto creen que pesa este vaso de agua?
  • 50 gr., 100 gr., 125gr., respondieron los alumnos
  • ¿Qué puede pasar si lo sostengo unos minutos?, siguió la profesora
  • Nada, respondieron los estudiantes.  
  • OK, ¿y qué pasaría si lo sostengo una hora? 
  • Empezaría a dolerle el brazo. 
  • ¿Y si lo sostengo todo el día?
  • Su brazo se entumecerá, quizá tenga stress muscular y parálisis, y seguro tendría que ir al médico. 
  • Respuesta correcta. Pero en ese tiempo ¿el peso del vaso ha cambiado?, preguntó el profesor. 
  • No, respondieron sus alumnos. 
  • Pues los problemas de la vida son como este vaso. Mantenlos unos pocos minutos en tu cabeza y todo irá bien. Piensa en ellos un largo tiempo y empezaran a doler. Mantenlos más tiempo y empezaran a paralizarte y no serás capaz de hacer nada.

Por otro lado, “en la vida hay que hacer malabares para mantener en el aire cinco pelotas: la del trabajo, la de salud, la  de vida espiritual, la de familia y la de los amigos. El secreto está en saber encontrar el equilibro. Debemos repartir nuestro tiempo, de nuestra vida y de nuestra energía a cada una de estas áreas de nuestra vida”. Y el Mindfulness puede ayudarnos “tanto a tomar distancia frente a nuestros problemas como a gestionar nuestro tiempo y disfrutar más plenamente de cada momento”.

Una sencilla práctica de mindfulness
El 40% del cerebro humano está ocupado en problemas e hipótesis que jamás se van a producir, los famosos “y si…”; y otro 40% está anclado en situaciones y conflictos del  pasado, dejando solo un 20% a lo que verdaderamente importa, que es el momento presente. “A nuestro cerebro le encanta ir del pasado al futuro y del futuro al pasado de vuelta sin permitirnos pasar por el momento presente. Todos nosotros podemos darnos cuenta de ello realizando una sencilla práctica de mindfulness. Intentemos, durante tres minutos, permanecer con los ojos cerrados y centrándonos exclusivamente en nuestra respiración. Veremos cómo inmediatamente llegan a nuestro cerebro ideas, pensamientos, sentimientos… que dificultan que consigamos nuestro propósito, que en este caso, es tan sencillo como sentir que el aire entra por nuestra nariz y sale por nuestra boca”, comentaba José Luis. Y añadía: “Ahora pensemos en nuestro día a día. En el trabajo, por ejemplo, cuando tenemos que acabar un informe y en todos los estímulos que nos distraen y que no nos dejan acabar. En mindfulness lo que se entrena es a dejar pasar estos pensamientos, sentimientos o estímulos para poder centrarnos en nuestra tarea, para poder dedicar nuestros cinco sentidos al momento presente. Para lograrlo, es muy útil, poner etiquetas a lo que estamos percibiendo y sintiendo. Es decir, si nos viene un recuerdo doloroso del pasado, simplemente debemos pensar en la palabra tristeza. Esto nos ayudará a distanciarnos de esa sensación. El objetivo es vernos a nosotros mismos desde fuera. Con esta sencilla práctica podemos conseguir que nuestro cerebro se desacelere, que no vaya tan rápido del pasado al futuro y sea más consciente de nuestro presente”.

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Aplicaciones del mindfulness
La práctica del mindfulness está más extendida de lo que se cree. Deportistas como Rafa Nadal o Roger Federer lo practican, unidades del dolor de centros hospitalarios como La Fe lo incluyen entre las terapias que ofrecen a sus pacientes… incluso, estas técnicas, se están abriendo paso en el ámbito de la empresa y de los negocios. Es muy significativo, por ejemplo, que Google, dentro del programa para desarrollar la inteligencia emocional que ofrece a todos sus trabajadores, incluya técnicas y prácticas de mindfulness. “Para las empresas puede resultar muy beneficioso que sus trabajadores dominen estas técnicas puesto que aumentan mucho la capacidad de concentración y de autocontrol de las personas que las practican, hecho que repercute en la productividad y que hace que disminuyan los conflictos internos y que se mejore la comunicación en la empresa”.

Por otro lado, José Luis, reconoció que existe aún mucho desconocimiento sobre este tema y que mucha gente “cuando les dices que haces meditación te miran como si fueses un bicho raro”. Sin embargo, nos contó que existen evidencias científicas que demuestran que el cerebro de una persona que practica mindfulness y el de otra persona que no lo hace, reaccionan de forma distinta frente a estímulos similares. “Desde mi experiencia, os puedo decir, que desde que practico mindfulness mi vida es mucho más plena y satisfactoria”, concluía José Luis.