Lo normal es que cuando el junior entra en la empresa, se le llene la cabeza de información, órdenes, datos, maneras de trabajar y metodologías heredadas de los senior, que muestran orgullosos el funcionamiento de la compañía.
Pero eso, que es tan normal, está caducado ya.
No se trata de menospreciar a los senior, ¡ni mucho menos! Se trata de profesionales de increíble valía para la empresa, por su formación y su experiencia acumulada. Se trata de valorar más de lo habitual a los junior, que entran en la compañía llenos de conocimientos y habilidades novedosas y disruptivas.
¿Qué es el reverse mentoring o mentoring a la inversa?
Es una técnica de intercambio de funciones entre los profesionales senior y los junior (nativos digitales) que supone que las personas con más experiencia y responsabilidades deben aprender de los más jóvenes, con poca experiencia y muchas ganas de aprender.
El origen del mentoring inverso se atribuye a Jack Welch. En 1999, cuando era CEO de General Electric, hizo que 500 altos ejecutivos de la compañía aprendieran a utilizar Internet con la ayuda de empleados más jóvenes y de menor rango. Desde entonces, son cada vez más las compañías que utilizan esta fórmula de aprendizaje como algo habitual en su día a día. Y es que los beneficios son múltiples y variados.
¿Cuál es el desafío del reverse mentoring?
El desafío es el propio funcionamiento de la nueva dinámica:
- Los trabajadores de menor jerarquía son los que deben enseñar a sus jefes o a profesionales expertos. Los junior tienen que aportar sus conocimientos sobre las nuevas tecnologías, las redes sociales, las plataformas web y las últimas tendencias laborales.
- Las antiguas generaciones necesitan aprender y adquirir estos conocimientos tecnológicos. El objetivo es que el senior entienda el comportamiento y la forma de actuar y de pensar de los junior (nativos digitales).
¿Cómo ponerlo en marcha?
- Ambas partes deben estar implicadas y dispuestas a ofrecer sus conocimientos y habilidades, además de saber cuándo dejar de enseñar y pasar a ser alumno y al contrario. Esto suele ser complicado tanto para el senior acostumbrado a ser mentor como para el junior, tradicionalmente relegado a aprendiz.
- Tanto el equipo senior como el junior deben trabajar en un entorno de confianza y seguridad en el que sientan que sus conocimientos (o la falta de ellos) no va a ser motivo de juicio, discrepancia o discusión.
- Es clave que se definan con claridad cuáles son los objetivos a conseguir, fijar una agenda y un compromiso mutuo.
¿Cuáles son las ventajas del reverse mentoring?
- Los profesionales senior adquieren mayor conocimiento tecnológico.
- Los profesionales senior conocen cuáles son las necesidades de los junior y cuáles son sus inquietudes de primera mano.
- Los junior son más escuchados, se sienten implicados en la empresa y sus opiniones son más valoradas.
- La compañía que está más atenta a las tendencias del mercado y a las demandas de las nuevas generaciones.
¿Creéis que vuestra organización está preparada para trabajar el reverse mentoring?