Anualmente en la Unión Europea se compran online y se entregan a domicilio alrededor de 4.000 millones de productos. Esta cifra puede parecer elevada pero podría crecer de forma exponencial si se lograsen resolver los problemas que frenan las ventas online internacionales dentro de la Unión. De hecho, sólo un 15% de los consumidores online europeos realizan pedidos fuera de su país y un 84% de las ventas en línea que se realizan proceden del país en el que está ubicada la empresa vendedora.
Los motivos por los que en Europa el comercio electrónico se desarrolla con mucha más lentitud a escala transnacional que nacional son múltiples y variados. Aquí podemos ver algunos de los que ya hemos analizado con anterioridad. En este artículo, en concreto, vamos a profundizar en otro de ellos: los costes y las condiciones de los envíos transfronterizos.
Uno de los objetivos prioritarios de la Unión Europea es la creación de un Mercado Único Digital fuerte y competitivo. Para ello, desde 2015, se han ido adoptando una serie de medidas y normas con el fin de ir eliminando las trabas que frenan su desarrollo.
En este contexto en el verano de 2016, la Comisión Europea puso en marcha una consulta pública sobre el comercio electrónico y la entrega de paquetes. La consulta iba dirigida a las empresas, ciudadanos, autoridades públicas y asociaciones interesadas en los servicios de entrega transfronteriza de paquetes en Europa. En el ámbito de la consulta se incluyeron tanto los paquetes postales (de hasta 2 kilogramos y que pueden meterse en el buzón) como los envíos postales de hasta 20 kilogramos cuyo destinatario se encontrase en Europa. El objetivo era recabar opiniones de todas las partes sobre las mejoras que podrían contribuir al desarrollo de los servicios de entrega transfronterizos de paquetes y pequeños envíos en el territorio de la UE. En la consulta se concluyó que los principales frenos a la hora de contratar un servicio de paquetería son la incertidumbre o la imposibilidad de elegir la fecha y la hora de la entrega y, a continuación, los precios. Más de dos tercios de los consumidores que habían considerado la posibilidad de realizar una compra online, acabaron abandonando la idea debido a problemas relacionados con los elevados precios de envío. La disponibilidad de soluciones de entrega asequibles y eficientes reviste especial importancia para las PYMEs, las microempresas y los consumidores privados de zonas remotas o periféricas.
Más de dos tercios de los consumidores que habían considerado la posibilidad de realizar una compra online, acabaron abandonando la idea debido a problemas relacionados con los elevados precios de envío
Tras la consulta, la Unión Europea, se planteó los siguientes objetivos:
- Aumentar la transparencia en la información sobre los envíos: costes, condiciones, etc.
- Controlar el coste excesivo de los envíos, sobre todo, de aquellos de pequeño volumen.
- Que el consumidor tenga una mayor capacidad de elección y una gama más amplia de servicios a su alcance: devoluciones, seguimiento, etc.
- Que los distintos operados que intervienen en un envío transfronterizo tengan una mayor interoperabilidad, es decir, que sus sistemas sean compatibles y que la información entre ellos fluya sin problemas.
¿Cómo funciona hasta ahora el envío de paquetes a nivel nacional y transfronterizo dentro de la Unión?
Actualmente, dentro de la Unión Europea, la entrega de paquetes de hasta 10kg, y en algunos casos de hasta 20kg, está amparada por una obligación de servicio universal. Es decir, cada país de la UE debe velar por que exista, en todos los puntos de su territorio y a precios asequibles para todos los usuarios, un servicio básico de envío y entrega, a nivel nacional y transfronterizo. Con este fin, cada país, debe designar un proveedor de servicio universal, sobre el que recaiga esta obligación de dar servicio (y que en caso de ser deficitario contaría con financiación pública) a todos los ciudadanos de su territorio. Generalmente, son los servicios nacionales de correos los que encargados de prestar este servicio. Es el caso de España. En este enlace puedes ver las tarifas aplicables en 2017 para los envíos de paquetes tanto a nivel nacional como transnacional.
Un 80% de los envíos generados por comercio electrónico tienen un peso inferior a 2kg y suelen ser enviados por correo postal (los proveedores de servicio universal). A partir de ese peso suele salir más a cuenta contratar cualquier otro servicio de paquetería ya que el precio para un envío a otro país de la UE es, en estos proveedores, de media 5 veces más caro que uno nacional. Aquí tenéis una comparativa de los precios en España.
Además suelen existir incongruencias notables en los envíos entre países, aun cuando hablamos de los proveedores de servicio universal. Un estudio econométrico llevado a cabo por la Universidad de Saint Louis de 2015 constataba que el precio de un paquete estándar de 2kg sin características adicionales, como el seguimiento y localización o un plazo determinado, podría ser muy elevado en una dirección y razonable en otra. Se tomaron como ejemplo Austria e Italia. Estos países son vecinos, ambos son economías avanzadas, con un gran comercio bilateral. Sin embargo, el precio de un pequeño envío desde un país al otro varía enormemente y no está justificado por los precios del mercado interior. Lo podemos comprobar en el siguiente gráfico.
También se constataron grandes diferencias a la hora de enviar un paquete de dos países con características similares al mismo destino. Por ejemplo, Bélgica y los Países Bajos son dos países vecinos con un precio de entrega de paquetería nacional justo por debajo de 7 euros. No obstante, el envío de un paquete de 2 kg de Bélgica a España costaría 26,10 EUR, mientras que el mismo paquete enviado desde los Países Bajos a España tendría un coste de solo 13 euros. Y habría que pagar mucho más si se quiere enviar el paquete de vuelta desde España (32,74 euros), a pesar de que el precio de las entregas nacionales en España es de solo 8,58 euros.
Por todo ello, el servicio de entrega de paquetes (al margen de los servicios postales de cada país) es un mercado en plena expansión. Muchos operadores están entrando en este sector y además ofrecen servicios complementarios que responden mejor que los servicios de correos tradicionales a las expectativas de los consumidores: envío ordinario o diferido, urgente o en el día, seguimiento de los envíos, comprobante de entrega, elección del lugar de entrega, servicios de recogida, etc.
Sin embargo, el mercado del comercio electrónico presenta grandes divergencias. Existen en el mercado unos pocos grandes vendedores online que generan cada día gran número de paquetes y que, por ello, están bien posicionados para negociar con los operadores de servicios de paquetería condiciones y tarifas muy ventajosas. Estas grandes compañías de la venta online incluso pueden “regalar” a sus compradores los gastos de envío puesto que para ellos no suponen un gran coste. Sin embargo, las PYMEs y pequeñas tiendas online no pueden acceder a estas tarifas “negociadas” y, por ende, sus compradores deben pagar a menudo precios de entrega excesivos. De hecho, las tarifas de entrega transfronterizas con estos operadores libres pueden ser de tres a cinco veces más elevadas que las nacionales, sin que estas diferencias puedan explicarse en términos de mano de obra u otros costes en el país de destino.
Las claves del Reglamento sobre los servicios de paquetería transfronterizos.
El nuevo Reglamento en el que está trabajando la Unión Europea tiene como objetivo regular los paquetes con un peso máximo de 31,5kg. El objetivo fundamental es fomentar la eficacia de los operadores postales (proveedores del servicio universal) y facilitar el acceso de otros servicios de paquetería a este nicho de mercado para aumentar la competencia. Por otro lado, la norma aspira a incrementar la transparencia de los precios para reducir las diferencias injustificadas y reducir los costes que tienen que abonar los particulares y las pequeñas empresas, especialmente en zonas remotas.
Las medidas propuestas son:
- Los operadores que cuenten con más de 50 empleados, así como aquellos que estén establecidos en más de un Estado miembro, tendrán la obligación de suministrar información a las autoridades nacionales de reglamentación.
- Los proveedores del servicio universal tendrán que presentar cada año a fecha de 31 de enero la lista pública de tarifas aplicables durante el ejercicio.
- Las autoridades nacionales estarán obligadas a evaluar la asequibilidad de las tarifas de los proveedores del servicio universal sobre una base de elementos objetivos.
- Se establecerán una serie de sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias a las infracciones del propio Reglamento.
De momento, la UE descarta, aplicar límites a los precios de envío puesto que confía en que las medidas que se van a adoptar funcionen y se produzca una racionalización de los precios por medio de la transparencia y la libre competencia. Sin embargo, en 2019 se realizará un estudio en el que se valorarán los avances y se replanteará la cuestión.