Alejandro Salado (https://www.linkedin.com/in/alejandrosalado)
1. ¿Cómo fue su primera experiencia internacional?
Mi primera experiencia internacional fue fantástica. Fue como una beca Erasmus que incluía realizar un sueño infancia: construir un satélite.
La diversidad cultural era total, prácticamente no se repetía país de origen y, al tratarse de un proyecto enfocado a recién titulados y estudiantes, éramos todos de edades similares. El proyecto consistía en la construcción de un satélite para demostrar el uso de cuerdas en el espacio para enviar cápsulas de reentrada. Fue muy interesante, incluso ganamos un récord Guinness con este proyecto.
2. Realizó un máster en la Universidad Técnica de Delft, Holanda. ¿Qué diferencias pudo constatar entre la universidad española y la holandesa?
Las diferencias entre la universidad española y la holandesa son totales. En Holanda no existe la selectividad ni hay notas de corte para acceder a las carreras, sin embargo el primer año se hace un filtrado impresionante. Esto se traduce en que los estudiantes que están en una carrera lo están porque realmente lo desean y, por tanto, hay más motivación. Además, el gobierno da ayudas a todos y cada uno de los estudiantes. Ninguno vive con sus padres. Así, la universidad se desescolariza totalmente (y no como ocurre en España que cada vez parece más un colegio…). Existe la competitividad sana, es decir, tratar de ser el mejor con la ayuda de los demás, en lugar de ir de independiente. Por otro lado, los estudiantes organizan grandes eventos sin la ayuda del profesorado ni de la Universidad. Por ejemplo, en la UPV los telecos se van a la nieve y en la TU Delf organizan un viaje a Rusia para visitar la industria aeroespacial; en la UPV se organizan conferencias cuyos ponentes son profesores de la propia UPV y en TU Delft llevan a Buzz Aldrin a dar una conferencia. Por último, en cuanto a los profesores, simplemente diré que en Holanda se cuida mucho la excelencia y ésta prima sobre el interés personal.
3. Actualmente trabaja para EADS Astrium (Alemania) en la construcción de satélites dentro del Proyecto Galileo, ¿puede relatarnos su camino profesional hasta llegar a este punto?
Como he comentado, cuando estaba estudiando en la UPV tuve la oportunidad de ir a trabajar a Holanda. Algunos profesores me desaconsejaron que fuera pero yo me fui para allá. Gracias a este proyecto, tuve la suerte de obtener una beca para hacer prácticas en la Agencia Espacial Europea. Allí, al ser estudiante, me dejaron acceder a infinidad de información y a expertos de los que aprendía cada segundo. Volví por motivos personales entonces a Valencia, pero estuve allí por poco tiempo ya que me ofrecieron un puesto como ingeniero electrónico en la empresa NTE S.A. en Barcelona (ahora NTE-SENER S.A.). Allí, desarrollé equipos principalmente para la Estación Espacial Internacional y, aproximadamente dos años después, coincidiendo con la realización de un master en Ingeniería de Sistemas Espaciales tuve la oportunidad de venir a Alemania para participar en el proyecto Galileo.
4. ¿En qué consiste su trabajo en EADS Astrium?
Mi puesto se llama formalmente Electrical Systems Engineer para la propuesta del proyecto Galileo FOC, que consiste en la fabricación de la constelación de satélites del sistema de posicionamiento y navegación europeo Galileo. Mi trabajo consiste en el diseño del satélite desde el punto de vista eléctrico, actuando como autoridad técnica en este campo. Así, formo parte del equipo de ingeniería de sistemas en el que trabajo codo con codo con ingenieros mecánicos, térmicos, de software, etc. y, entre todos, diseñamos el satélite de forma concurrente. Una vez diseñado, nos encargamos de gestionar la fabricación de los equipos que forman el satélite (en mi caso, por ejemplo, los paneles solares, las baterías, el ordenador de abordo…) y cuando estos están terminados, ponemos todo junto y verificamos que el satélite hace lo que se supone que tiene que hacer. El último paso consiste en dar apoyo a los equipos de operaciones cuando el satélite se lanza para analizar la telemetría y comprobar que todo se comporta de manera adecuada.
5. ¿Qué puede decirnos de la cultura empresarial alemana?
Existen muchas diferencias entre España y Alemania. En España las empresas tratan habitualmente de generar beneficio manteniendo los costes al mínimo. En Alemania se busca maximizar el retorno de la inversión (ROI). Esto hace que, en primer lugar, en Alemania se disponga siempre de tecnología punta para el trabajo, se dé mucha importancia a la formación de los empleados, etc. Además, se considera realmente que el empleado es un bien importante en la empresa, y no como en España que es pura palabrería. Esto se traduce en sueldos adecuados, flexibilidad en la jornada laboral, bastantes días de vacaciones y todo tipo de facilidades para realizar un mejor trabajo. Además, en contra de la sabiduría popular, los costes de vida en Alemania son menores que en España, con lo que la calidad de vida en Alemania, tanto debido a la situación económica como al tiempo de que se dispone para la vida personal, es increíblemente superior a la calidad en España. Y rompiendo también otro mito, los alemanes pierden al menos tanto tiempo como los españoles a lo largo del día. No es difícil encontrar que el trabajo que realiza un único ingeniero en una empresa española se cubre con al menos tres en Alemania. Esos sí, en conjunto, son la mejor máquina que existe, sin lugar a dudas.
6. ¿Qué fue lo más complicado de tomar la decisión de establecerte en el extranjero? ¿En qué aspectos ha tenido más dificultades?
Nada. En avión tardó aproximadamente lo mismo en ir a Alicante a visitar a mi familia ahora que cuando trabajé en Barcelona. Además, ya había vivido fuera, y a mi mujer le apetecía. Sabíamos que la calidad de vida en Alemania era mayor. Fue fácil tomar la decisión. Las mayores dificultades fueron el habituarse a la cultura alemana, sobre todo, al establecerse: al contratar el teléfono, Internet, amueblar la casa, etc. El problema está en que todo funciona a la perfección habitualmente en Alemania y como nadie está acostumbrado a tener que arreglar las cosas o improvisar ante situaciones no nominales, cuando algo falla es un auténtico caos. Además, aunque creamos que sí ni todo el mundo habla inglés ni todo el que sabe quiere hablarlo.
7. ¿Le gustaría en un futuro poder regresar a España y desarrollar su carrera profesional aquí?
Por supuesto que me encantaría, pero es bastante complicado. En primer lugar el sector espacial a nivel de contratista principal, es decir, empresas encargadas de la totalidad del satélite o la misión espacial, es inexistente. Además, las condiciones laborales en España son las que nos obligan a los ingenieros españoles a salir del país y, por tanto, hasta que éstas no cambien no encuentro una motivación para regresar. Lamentablemente, el sol, la playa y la comida no son suficientes.
8. ¿Recomendarías a los jóvenes estudiantes o recién titulados a que probasen la experiencia de estudiar y trabajar en el extranjero?
Por supuesto, recomiendo ambas cosas. Estar fuera te abre la mente y te demuestra que no todo lo que nos rodea es lo mejor, sino que hay otras cosas de las que podemos aprender (tanto buenas, como malas). Yo creo que una buena opción es, si se dispone ya de una primera titulación en España, realizar la especialización profesional (máster) en el extranjero. Por supuesto, una beca Erasmus viene muy bien, pero no es suficiente para realmente entender y aprovechar lo que te ofrece la universidad en Europa. En cuanto al trabajo, cualquier ingeniero o científico sólo tiene que probarlo. Entonces le será difícil poder trabajar en otro sitio.