Emilio Vaño es ingeniero de Caminos por la UPV. Tras unos años de carrera profesional en España la crisis le hizo emigrar a Argelia donde trabaja como jefe de producción en el sector de edificación desde hace unos años. “Argelia es un país seguro que está invirtiendo tanto en el sector público como en el privado, hay mucho crecimiento, y la calidad de ejecución y organización española están muy valoradas”.
Cuéntanos tus principios profesionales…
Soy ingeniero de caminos y acabé la carrera en pleno boom inmobiliario, por lo que no fue difícil encontrar trabajo en el sector de la edificación solo acabar mis estudios. Con la crisis, el sector de la construcción se hundió y entonces surgió la oportunidad de trabajar como ingeniero civil en un proyecto en Castellón. Cuando acabó el proyecto, no había posibilidad de alargar el contrato, así que viendo las perspectivas de trabajo en España, no dudé ni un segundo en empezar a buscar oportunidades en el extranjero y así fue cómo surgió la oportunidad de trabajar en Argelia.
¿Cuáles fueron los pros y los contras de irte a vivir a Argelia?
Fue una decisión difícil porque dejaba a mi familia aquí en España, con un hijo de 3 años y una hija de 3 meses, pero no me arrepiento de mi decisión. Lo positivo es que el país está geográficamente cerca de España, la empresa para la que trabajo está muy bien organizada, además me destinaron a una obra en Orán, la segunda ciudad más importante del país, con carácter mediterráneo, donde reside una comunidad bastante grande de españoles.
¿En qué proyecto estás trabajando y qué cargo ostentas?
El proyecto que llevamos a cabo es la construcción de 151 viviendas, en tres torres de 60 metros de altura. Yo ocupo el cargo de jefe de producción de la obra y trabajo junto otros tres técnicos españoles: el jefe de obra y dos encargados. La plantilla es mixta con personal español y argelino. Este proyecto lo terminaremos en septiembre de 2015, pero poco a poco van saliendo otros proyectos en el país, en otras ciudades.
¿Las empresas españolas tienen proyectos en el país?
Sí, sin ir más lejos en Orán, el gran proyecto del palacio de congresos y el metro de la ciudad los han construido empresas españolas. En obra civil y obras hidráulicas como depuradoras o desalinizadoras, las empresas españolas también están teniendo cada vez más proyectos. El mercado antes estaba copado por los chinos y ahora ya estamos entrando otros extranjeros como españoles, portugueses y turcos, en su mayoría. El país está invirtiendo tanto en el sector público como en el privado, hay mucho crecimiento y lo español vende por su calidad. Por ejemplo, la calidad de ejecución y organización española en el sector de la edificación están muy bien valoradas. La gente interesada en comprar viviendas, pregunta si son españoles los que las están construyendo. Todo lo europeo vende, pero en concreto lo español. Lo español está de moda en Argelia.
¿Las empresas españolas demandan perfiles técnicos?
Las empresas españolas buscan perfiles técnicos como ingenieros de caminos, ingenieros de obras públicas, arquitectos, arquitectos técnicos aparejadores, topógrafos o encargados, que sepan francés, ya que es un plus.
¿Con conocimientos de francés es suficiente para trabajar?
Sí en un principio hablar francés es suficiente, aunque nos estamos encontrando cada vez más con trabajadores con estudios básicos que apenas hablan francés. El motivo, según mi opinión, es que el país se intenta separar un poco de lo europeo y acercarse a lo musulmán. El árabe obviamente es bastante complicado, aprendes palabras sueltas, pero no lo suficiente para manejarte sin el francés.
¿Qué dificultades presenta el país a la hora de desarrollar la actividad profesional?
Argelia es un que aún está muy cerrado, es muy proteccionista. El país aun teniendo recursos está mal gestionado. Vas a zonas industriales, que es donde se genera flujo económico y es casi imposible circular por allí, está todo sin asfaltar y cuando llueve se quedan bloqueados.
La falta de material se convierte en un problema porque hay que importarlo casi todo con todo el tiempo que eso conlleva. Es curioso ver como muchas veces los argelinos y los chinos construyen sin grúas, obras incluso altas, y se las apañan con mucha mano de obra, con poleas. La capacidad de trabajo también es menor, ya que al país le interesa que la gente esté tranquila y no se subleve, por lo que existen muchas subvenciones y la gente se acomoda.
Hay muchas trabas burocráticas para importar por la existencia de muchos impuestos aduaneros o para conseguir permisos de trabajo. Por ejemplo, cuando vas a trabajar por primera vez, vas con un visado de negocios, luego ya consigues el permiso de trabajo temporal, al cabo de un tiempo te dan un permiso definitivo de trabajo y por último te otorgan la residencia que vas renovando periódicamente. Lleva su tiempo.
Otros ejemplos, si quieres montar tu propia empresa, tienes que tener un socio argelino sino es muy complicado y para la transferencia de los beneficios tienes unos porcentajes, no puedes sacar del país todo el beneficio que quieras.
Es un país de vis à vis, de ir a ver a los proveedores en persona para que te vean y conozcan sino no se fían de hacer negocios contigo. A nivel profesional, es todo como en España hace 40 o 50 años.
Cuéntanos cómo es vivir en Argelia
Argelia, es un país de carácter mediterráneo y seguro, que a mí es lo que más preocupaba, pero no hay que olvidar que es un país musulmán con las connotaciones sociales y culturales que conlleva.El nivel de vida es bajo, el salario medio es de 300€ al mes, sin embargo el precio de la vivienda es alto, está al mismo nivel que en España, tanto para comprar como alquilar, se está construyendo mucho a precios altísimos. A la hora de comer, es difícil encontrar restaurantes normales, son todo fast food o pizzerías, eso sí se come a muy buen precio. El tabaco, el café y la gasolina son muy baratos, aunque hay otros productos muy caros, incluso más que en España. En cuanto a vida social, el ocio es nulo, con otros españoles lo que hacemos es juntarnos en casa para comer juntos o para ir a hacer correr en el estadio o al club de tenis. Otra cosa curiosa es su forma de conducir, un auténtico caos, hasta que te acostumbras conduces con miedo.
¿Cómo es la relación con los argelinos?
Los argelinos son gente abierta una vez te conocen y confían en ti. Son alegres y bromistas y conocen España donde muchos han trabajado y viajado; nos tienen mucho cariño. Eso sí a la hora de comerciar son duros.
¿Qué consejos puedes dar a alguien que está pensando en buscar oportunidades en Argelia o algún país del norte de África?
En mi opinión, si alguien se lo está planteando seriamente, primero tiene que entender que la forma de trabajar es mucho más lenta y caótica que en España, y que surgen muchos imprevistos que hay que solventar día a día, por lo que la capacidad para buscar soluciones rápidas es crucial. La persona tiene que ser paciente, tranquila, positiva, abierta de mente y flexible para adaptarse a su forma no sólo de trabajar sino a su forma de vida. Lo que hay que tener muy claro es que para que salgan los proyectos se trabaja mucho y se invierten muchas horas porque no se optimiza tanto el tiempo. Por poner un ejemplo, a veces he tenido que coger el coche 40 min para ir a ver un proveedor que no tiene internet y te dice que no tiene a nadie que me pueda hacer llegar la factura, así que no tienes más remedio que ir e invertir ese tiempo.
¿Qué retos de futuro te planteas?
Como te comentaba, las perspectivas de trabajo en España no son muy alentadoras, y están surgiendo otros proyectos en el país. La empresa para la que trabajo está bien organizada y estoy bastante a gusto en el país, por lo que de momento no me puedo plantear volver.