Leticia Méndez es ingeniera mecánica y de materiales por la UPV. Tras realizar su tesis final de carrera en la Universidad de Cambridge, continúa en Inglaterra haciendo el doctorado dentro de un proyecto parcialmente financiado por Rolls Royce y el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias de la física que persigue solventar un problema industrial que tiene la empresa. Como nos comenta “ser competitivos y querer superarse cada día” son requisitos fundamentales para los que están pensando en postular para hacer el doctorado en el extranjero.
¿Cuál fue tu primera experiencia en el extranjero?
Cuando estaba cursando el segundo ciclo en ingeniería de materiales, me interesaba mucho poder realizar una estancia en un país de habla inglesa para perfeccionar mi nivel de inglés, así que decidí hacer el proyecto final en el extranjero. Contacté con varios profesores y me ofrecieron varios destinos en EE.UU y Reino Unido, entre ellos la Universidad Cambridge con la que acababan de firmar un convenio. Tras presentar mi candidatura y pasar las pruebas de selección y de idioma, obtuve una beca de 5 meses en el Instituto de manufactura de la Universidad de Cambridge. Allí desarrollé trabajo experimental en el laboratorio a tiempo completo siempre bajo la supervisión de un tutor en España y aquí en Cambridge. Fue una gran oportunidad de la que aprendí enormemente.
Luego decides realizar el doctorado también en Inglaterra…
Una vez acabaron los 5 meses, pedí una extensión para alargar mi estancia y mientras escribía el proyecto empecé a buscar opciones en Inglaterra, tanto en empresa como para doctorado. El departamento de ciencias de materiales y metalurgia de la universidad de Cambridge ofertaba un proyecto sobre materiales aeroespaciales que me pareció muy interesante por ser muy ingenieril, es decir, muy aplicado a la práctica, en colaboración con la empresa Rolls Royce. Postulé y después de un largo y competitivo proceso de selección, me escogieron.
¿Cómo fue el proceso de selección?
El proceso fue bastante duro porque hay mucha competencia y además hay que pasar tres cribas: la del supervisor en la Universidad, la de la universidad como institución, para comprobar que cumples todos los requisitos tanto de expediente académico como de nivel de inglés, entre otros y la de la empresa. Lo más duro fue la entrevista en Rolls Royce, en la cual me exigieron un alto conocimiento técnico. Primero hice una presentación del proyecto final de carrera, sobre la que me hicieron una batería de preguntas, para seguidamente, pasar a formularme preguntas específicas técnicas sobre materiales con los que iba a trabajar en su proyecto en concreto.
¿En qué consiste el proyecto?
Divididos en grupos de trabajos, el proyecto consiste en buscar nuevos materiales para los álabes de la turbina de alta presión en el motor de los aviones. En el proyecto estamos involucrados tanto doctorandos como postdoctorados, aparte de otros investigadores, de tres universidades distintas del Reino Unido; se puede decir que la universidad es el I+D e innovación de Rolls Royce. Tenemos constantes reuniones en las que les exponemos a los profesionales de la empresa cómo va el trabajo así como los resultados y avances. Además durante los 4 años que dura el doctorado, se van cursando programas ofertados por la empresa en las tres universidades.
¿Qué diferencias encuentras entre la forma de trabajar en España y en Inglaterra?
Por mi experiencia, en España estamos acostumbrados a trabajar mucho, rápido y duro. En Inglaterra se lo toman con más calma, pero son muy eficientes. Aquí te dejan libertad para organizarte y planificarte el trabajo, pero al final como en todas partes te exigen resultados, el nivel de exigencia es bastante alto. Les gusta que seas proactivo.
¿Y culturales?
Culturalmente, somos bastante diferentes, nosotros somos más abiertos y expresivos. Por dar un ejemplo, al principio cuando los conoces, por respeto y por no invadir tu espacio, puede ser que no te incluyan o no te inviten cuando hay algún plan, esperan a que tu des el primer paso. No puedes tomarlo como algo personal, son así, es muy interesante observar y aprender.
Has tenido la oportunidad de ejercer como profesora en la universidad, ¿cómo valorarías la experiencia?
La valoraría de muy positiva, ya que tanto mis alumnos de primer año como yo aprendemos unos de otros. Es una buena fórmula para los doctorandos, porque aparte de la experiencia que adquieres, son remuneradas.
Cuéntanos cuáles son las ventajas y desventajas de vivir en Cambridge.
Cambridge es una ciudad centrada en los estudiantes, muy viva, por lo que la oferta de actividades y cultura es excelente y muy variada. Hay muchas charlas y conferencias en las que se presentan buenas oportunidades para entrar en contacto con empresas de primer nivel. Se programan muchos eventos de networking en los que perfectamente puedes acabar hablando directamente con los co-fundadores de empresas y personas que forman parte de procesos de selección en multinacionales importantes. La oferta se completa con variados eventos sociales y actividades deportivas a los que asisten los estudiantes de todo el mundo que cursan aquí sus estudios.
La parte menos positiva, es que es una ciudad muy cara y es complicado encontrar alojamiento. Por ejemplo un estudio para una persona, con habitación, baño, cocina y un pequeño salón puede costar unas 800-900 libras al mes, sin facturas de agua, gas y luz incluidas, que al cambio son unos 1000 euros.
¿Qué consejos les podrías dar a quiénes están pensando en hacer el doctorado en el extranjero?
Es importante ser competitivo y tener ganas de superarse cada día. El tema del idioma es fundamental, el inglés es algo que dan por sabido en cualquier país, así que, la gente que se plantee hacer el doctorado o trabajar fuera de España, debería aprender un tercer idioma porque les abrirá muchas puertas. Añadir, también, que salimos bien preparados de la Politécnica y debemos sentirnos orgullosos de ello. Con ganas y esfuerzo todo se consigue.
¿Cuáles son tus retos de futuro?
Me gustaría poder seguir adquiriendo experiencia en el extranjero, pero ahora ya en la industria; mi idea es seguir en el mismo campo y aplicar el conocimiento de todos estos años aquí en Inglaterra o en otro país.
¿Qué te aporta pertenecer a la asociación?
Para mí, la asociación es un vínculo con el mundo profesional en España ya que no quiero desvincularme totalmente porque mes gustaría volver. La información que recibo periódicamente me da una visión de cómo están las cosas allí, que ofertas de trabajo se crean y qué posibilidades profesionales van surgiendo. Además, si estuviese viviendo en España, acudiría a los cursos que organizáis porque me parecen bastante interesantes.