Javier Mercado es ingeniero en automática industrial por la UPV. Tras una experiencia Erasmus en Francia inició su carrera profesional en España. Sin embargo, su deseo de mejorar el inglés y vivir nuevas experiencias le llevó a buscar nuevos retos en el extranjero. Desde entonces ha trabajado en Dubái y Qatar. En esta entrevista, nos cuenta su experiencia.
¿Cuál fue tu primera experiencia internacional?
Mi primera experiencia en el extranjero fue en Francia (París). En aquel entonces estaba finalizando la carrera de Ingeniera en Automática Industrial en la ETSII y quería realizar el proyecto fuera mediante una beca ERASMUS. Obviamente mi objetivo era realizarlo en un país de habla inglesa pero desgraciadamente durante la carrera me centré en escoger asignaturas más técnicas y no escogí ninguna de inglés, por lo que el examen de nivel para ir a Inglaterra no lo pasé, y terminé yendo a Francia, destino para el cual no solicitaban ningún examen.
Ese momento es el que marcó un antes y un después para lo que pasaría en los años posteriores. Muy valientemente viaje a Francia, pero la verdad es que no tenía ni idea de francés. Aunque gracias a la inestimable ayuda de los profesores de allí y los grandes compañeros que tuve fui capaz en 5 meses de realizar, exponer y aprobar el proyecto de final de carrera.
Cuéntanos cómo fueron tus inicios profesionales…
Una vez que volví a Valencia después de finalizar el proyecto, me puse a buscar trabajo y lo encontré, como ingeniero de puesta en marcha, en una empresa de Alzira dedicada a la fabricación de líneas de producción para el tratado de la fruta. Todo ese año estuve viajando por diferentes instalaciones localizadas en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Este primer empleo como ingeniero supuso un gran desafío y aprendizaje profesional, pero todavía tenía la espinita de no haber mejorado el inglés, por lo que empecé a enviar currículos a diferentes empresas con proyectos internacionales y ahí es donde ThyssenKrupp Airport Services me brindó la oportunidad de trabajar con ellos en el Aeropuerto de Dubái.
Has trabajado en Dubái y en Doha (Qatar), ¿qué es lo que más te ha chocado culturalmente de estos países? ¿Te ha costado adaptarte?
Nada más llegar lo primero que llama la atención de estos países son las diferencias económicas y sociales tan grandes que existen entre la gente local y la mano de obra, que principalmente es de países como India, Pakistán, Filipinas, Nepal o Sir Lanka con salarios bastante más inferiores de lo que estamos acostumbrados en Europa y jornadas laborales más largas.
Otro factor al que en principio cuesta acostumbrarse, es a las altas temperaturas y gran porcentaje de humedad. En verano se pueden alcanzar temperaturas de 48ºC con porcentajes de humedad del 60 ó 70, lo que produce sensaciones térmicas de hasta 60 y 65ºC. Tengo compañeros Asturianos a los cuales el tema de la temperatura se les hace más cuesta arriba que a mí, pero supongo que el haber crecido en el mediterráneo y haber pasado mi juventud en Elche me ha ayudado a sobrellevarlo mejor.
¿Y sobre su forma de trabajar con respecto a España?
La forma de trabajar en los GCC countries (Países Árabes pertenecientes al consejo de cooperación del Golfo “Arabia Saudi, Emiratos Arabes, Kuwait, Oman, Bahréin y Qatar”) es muy diferente a la que tenemos en España, todos los procesos llevan muchísimo más tiempo, la burocracia para todo es eterna, el nivel de papeleo que se mueve es abrumante. Para pequeños trabajos o intervenciones que en España se podrían acabar en un sólo día, aquí fácilmente el trabajo se puede alargar entre una y dos semanas.
¿Estamos bien considerados los europeos en esa región?
En líneas generales el europeo está bastante bien considerado en esta zona, pero la competencia es muy dura ya que vienen profesionales de todo el mundo, por lo que no sólo basta con ser europeo para estar bien considerado sino que hay que demostrar día tras día las capacidades en el trabajo. La ventaja que disponemos es que como nuestros estándares en el trabajo son bastante altos en comparación con otros países de alrededor, no se nos hace tan difícil sobresalir.
¿Qué labor desempeñas actualmente en tu empresa?
La unidad de negocio de ThyssenKrupp en la que trabajo se dedica a la instalación y mantenimiento de las pasarelas de embarque de pasajeros y equipos auxiliares de suministro a aeronaves en los aeropuertos.
Desde Dubái fui trasladado al proyecto de instalación de la T1 de Barcelona, donde realicé las tareas de puesta en marcha y posteriormente la gestión del contrato de mantenimiento durante 3 años; como ya tenía experiencia en el golfo me propusieron volver a la zona, pero esta vez al Aeropuerto de Doha (Qatar) y como se trataba de un proyecto bastante desafiante, después de pensarlo un par de veces, decidí venir de nuevo al Medio Oriente.
Actualmente trabajo en el Aeropuerto de Doha, como jefe de operación y mantenimiento de los dispositivos mencionados. El proyecto de instalación se ha dividido en diferentes fases las cuales ya están prácticamente acabadas. Actualmente estamos en la fase de Mantenimiento, para lo que hemos tenido que crear los diferentes equipos de trabajo necesarios para la apertura y operación de la Terminal. A día de hoy tenemos un plantilla de aproximadamente 200 empleados.
¿Qué recomendaciones darías a aquellos profesionales que quieran trabajar en la zona de Emiratos?
Mi recomendación es que primero se informen bien del país donde quieren moverse, con qué empresa, y por supuesto que tengan claro cómo es la forma de trabajar en esta parte del mundo, para no llevarse decepciones. He conocido algunos españoles que vienen pensando que todo es de color de rosas y en poco tiempo están deseando volver a casa.
En cuanto a la búsqueda de trabajo mi recomendación es realizarla a distancia, ya que no existe la posibilidad de aguantar unos meses haciendo cualquier trabajillo mientras sale algo de tu profesión, primeramente porque aquí todo trabajador necesita estar esponsorizado por la empresa que te contrata y eso está asociado a un visado de trabajo que pertenece a la empresa con periodos mínimos de uno o dos años.
Posteriormente si alguien quiere cambiar de trabajo está sujeto a que el empleador le realice una carta de no objeción al cambio, por lo que si el empleador no quisiera que la persona abandone el puesto de trabajo no tiene más opción que abandonar el país sin posibilidad de cambio. Por último, y en el caso más desfavorable, en Qatar, si la empresa no quisiera que el trabajador abandonara el país, éste no podría salir ya que necesita un permiso de salida por parte del empleador.
¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de llevar una vida tan nómada como la tuya?
Lo más fácil…. más que fácil yo lo llamaría excitante, y es el conocer nuevas culturas, tradiciones, gastronomías, gente con diferentes formas de pensar, etc.. Es todo un reto hacerte un camino profesional en un sitio donde las formas de trabajar y actuar son muy diferentes de la cultura que uno está acostumbrado.
Y lo más difícil obviamente es estar alejado de la familia y los amigos. Conforme pasan los años te das cuenta que hay muchas cosas del día a día que te estas perdiendo, reuniones familiares, nacimientos de nuevos miembros de la familia, cumpleaños, etc…esas pequeñas cosas que aprendes a valorar cuando estás lejos.
¿Te gustaría vivir y trabajar en España? ¿Qué condiciones tendrían que darse para que regresases?
Por supuesto que me encantaría volver a España, aunque por el momento no lo veo como opción. Primeramente por las pocas opciones profesionales que existen actualmente en España, segundo porque el hecho de vivir fuera supone un reto en todos los sentidos y quizás volver a España podría significar caer en la monotonía. Además está mi esposa, que es chilena y también tiene un buen trabajo aquí en Qatar.
Las condiciones que tendrían que darse para que decidiéramos volver a España serían que pasaran unos años, y que hubiésemos agotado nuestras ganas de explorar nuevas experiencias, o, que surgiera un reto profesional más atractivo de lo que son nuestros trabajos actuales.