Comenzamos un nuevo curso de nuestro club de innovación el pasado 21 de septiembre con la visita de Luis Martín, CEO de Barrabes.biz, que acudió a Innova&Acción para hablarnos sobre el propósito de la empresa y su importancia en un mundo como el actual.
Las compañías de hoy en día que se hayan dominadas bajo el influjo de la tecnología, cuando según nos explicaba Martín, debemos tomarla como un medio, no como un fin. Debemos tener muy presente que cada vez podemos hacer más con menos y eso nos hace a veces perder el impacto que ésta tiene en nuestros negocios.
¿Por qué? Porque cada día surgen aplicaciones que destrozan nuestros modelos de negocio, los hacen más accesibles y sobre todo, los abaratan. Tal y como nos mostró el CEO de Barrabes.biz, la tecnología mejora cada dieciocho meses y dobla sus prestaciones dividiendo su coste por la mitad.
Nuestra capacidad de hacer con la tecnología aumenta sin que tengamos que hacer nada
Esto en sí no es un problema, pero sí que suele serlo cuando aumenta la distancia entre lo que se puede hacer y lo que se hace, creando una brecha tecnológica insalvable cuando adquiere cierta dimensión. Estos saltos tecnológicos son complejos de asumir a nivel personal y de capacidades, ya que solemos correr pocos riesgos y evitar el cambio. Nuestra arma entonces, ¿cuál es? Luis Martín lo tiene claro;
“El valor absoluto está en los datos. Debemos obsesionarnos con ellos”
Si ponemos nuestro foco de atención en los datos nos será más sencillo recuperarnos de las crisis y generar nuevos modelos de empleo digitales.
Sin embargo, la tecnología y el poder de los datos mal entendido también pueden ser perversos. Debemos tener en cuenta que hay que elegir la creatividad ante la complejidad, la autenticidad en vez de la automatización, la experiencia frente los excesos, la adaptabilidad frente la incertidumbre y la empatía y el significado ante la falta de sentido.
O lo que es lo mismo, buscamos transformar un modelo transaccional (compra venta de producto o servicio a cambio de dinero) por un modelo de valor compartido. Donde antes no había ningún vínculo, buscamos que la motivación sea la relación y la experiencia creada.
Diseñar nuestras empresas de esa forma es diseñar una estrategia basada en el propósito, ya que es lo único que nos puede diferenciar y por ello hay que convertirlo en experiencia. Luis Martín reseñó algunos casos como el de Nike y su última campaña centrada en la defensa de los derechos civiles con la imagen de Colin Kaepernick.
La hoja de ruta es por tanto pasar de producto a servicio, transformarlo en experiencia y conseguir crear relaciones significantes duraderas. Es la única forma de poder ofrecer a nuestros clientes productos premium y la única forma de sobrevivir.