Luis Ucedo es Ingeniero Técnico Industrial por la UPV. Apasionado de los idiomas, inició su andadura profesional para una empresa Noruega y desde entonces siempre ha trabajado en un entorno internacional. Actualmente es ingeniero de ventas para el mercado exterior en la empresa alemana MLR. En esta entrevista nos cuenta su experiencia.
¿Cuál fue tu primera experiencia internacional?
A las tres o cuatro semanas de haber presentado mi Proyecto Final de Carrera en la antigua EUITI firmé con Norcool AS, una empresa Noruega, para ser jefe de producción de la planta que tenían en Sagunto. La empresa se dedicaba a la fabricación de frigoríficos-expositores con puertas de cristal. Este nuevo trabajo me obligó a volar de inmediato a Noruega para la formación inicial. Posteriormente, tuve que viajar de forma habitual tanto a la matriz como a las plantas que tenía la empresa en Irlanda y Polonia. El objetivo era conocer las buenas prácticas que se llevaban a cabo en estas plantas para aplicarlas en la nuestra y viceversa.
Así que, se puede decir, que desde el principio mi carrera se ha desarrollado en un entorno internacional.
¿Siempre habías planificado tu carrera así, en un ámbito internacional?
Sí. Desde siempre me han gustado los idiomas y he de decir que su aprendizaje no se me da del todo mal. En mi promoción, éramos unos 150 ingenieros y, entre ellos, había gente muy brillante. Mi gran ventaja competitiva fue siempre el idioma inglés. Ese era mi punto fuerte. De hecho, fue clave para que Norcool apostase por mí y me contratase. Y, luego, con los idiomas y la experiencia acumulada ha sido más sencillo continuar en este entorno internacional
Cuéntanos como se ha desarrollado tu carrera profesional…
Estuve en Norcool tres años y medio. Tras una primera etapa decidí cambiar, primero porque andaba buscando un aumento salarial y segundo porque tras una OPA y la consecuente compra de la empresa por parte de un competidor griego la situación cambio bastante. Generalmente si quieres aumentar tu salario en un 30-40% o más, tienes que cambiar de empresa. Además, como comentaba, el hecho de pasar de ser dirigido desde Noruega a ser dirigido desde Grecia, a pesar de que adoro las playas griegas, hizo que las cosas fueran muy diferentes. Los noruegos son gente elegante, encantadora, honrada y muy seria. Trabajar con ellos es un auténtico placer. En lo personal, se parecen mucho más a nosotros que los alemanes, por citar un ejemplo.
Es importante tener en cuenta que si cambias de empresa antes de los 3 ó 4 años, puede penalizarte en futuras búsquedas de trabajo. En Alemania, por ejemplo, donde suelen ser bastante desconfiados, este hecho puede hacerte perder puntos de cara a un nuevo empleo.
Finalicé un Viernes en Norcool y el Lunes siguiente empecé mi andadura en la multinacional francesa Air Liquide. Necesitaban a un ingeniero titulado y colegiado que legalizase proyectos de instalación de tanques verticales para contener gases medicinales en hospitales y clínicas, instalaciones que ellos venían realizando un poco a la antigua usanza, sin legalización alguna hasta la fecha. Luego dirigí el equipo encargado de medicalizar una nueva planta de producción de gases industriales para convertirlos en gases medicinales. Fue un proyecto muy intenso, un gran reto. Y lo conseguimos, la planta de Valencia estaba suministrando gases a toda España antes de lo previsto. Pero tras este proyecto y debido al desgaste ocasionado, me apetecía cambiar de área, enfocarme más de cara al cliente. Lo intenté dentro de la empresa pero no pudo ser, así que decidí volver a cambiar. En paralelo había empezado a estudiar francés y alemán y me di un tiempo para perfeccionar los idiomas y sacarme algunos títulos.
Tras esta corta pausa fue cuando empecé a trabajar en el área de ventas. Primero como ingeniero de ventas para una empresa alemana y luego para otra empresa americana, en ambos casos como responsable de las ventas en el área mediterránea, vendiendo productos y soluciones técnicas.
En esos tiempos, mi querida España empezó a mostrar signos agudos de enfermedad. Desde que inicié mi carrera siempre había podido ir ahorrando algo y, de repente, las cosas no funcionaban. Me afectó bastante un cambio legislativo en torno a la producción de energía en nuestro país, favoreciendo al sector de energías renovables (a mi juicio por meros intereses políticos y no por criterios técnicos), a partir del cual mis principales clientes resultaron gravemente perjudicados, bajando “al galope” mis cifras de ventas e imposibilitando llegar a mis objetivos… y decidí que era hora de buscar trabajo fuera de España.
¿Cómo surge la oportunidad de trabajar en Alemania?
Empecé a buscar trabajo en Alemania desde España a través del equivalente al SEPE español allí. En todas las búsquedas que hacía, por supuesto en alemán, ponía como palabras clave “Spanisch” y “Englisch”. Hice algunas entrevistas y finalmente una empresa apostó por mí.
¿Cómo te preparaste para trasladarte a Alemania?
La verdad es que soy un tipo organizado. Antes de llegar a Alemania ya tenía contratado un pequeño apartamento, teléfono alemán, todos los seguros en regla, nueva cuenta bancaria en Alemania, tarjeta de débito alemana, etc… Para estas gestiones los vuelos low cost son muy útiles.
Empaqueté media vida en mi coche y en el remolque y partí hacia Alemania. Un buen amigo se vino conmigo para hacer el viaje de ida más ameno, una semana más tarde se volvió (yo sigo creyendo que motivado por el frío…). Lo peor sin duda fue alejarme de mi familia y de mis amigos.
Me gustaría resaltar, para todos aquellos que están pensando en venir a Alemania, que el conocimiento de la lengua alemana es importantísimo. No os recomiendo la aventura alemana sin el idioma. Es muy difícil progresar en este país sin saber alemán. Si, a nivel profesional, cuentas ya con prestigio y experiencia, vienes de una grandísima multinacional, en definitiva, si ya tienes un buen currículo, puede que con el idioma inglés sea suficiente. Si, por el contrario, estás empezando tu andadura, vas a tener que luchar en alemán. Y no te lo van a poner fácil. Además hay que tener en cuenta que el alemán es un idioma muy complicado de aprender. Es un idioma con muchísimo vocabulario y con estructuras totalmente diferentes a las estructuras de las lenguas romances. Como decía antes, los alemanes son muy desconfiados. Y, si lo son entre ellos, imagínate como lo serán con españoles, italianos, griegos, y con gente del este de Europa. Resulta complicado empezar de cero aquí. Los primeros seis meses ten seguro que te van a mirar con lupa, luego la lupa se irá distanciando, pero siempre está ahí…
¿Qué labor desempeñas actualmente?
Soy ingeniero de ventas en la empresa MLR System GmbH para los proyectos fuera de Alemania. El 90% de los proyectos que se hacen en un idioma que no sea el alemán pasan por mí. Tenemos negocios en la actualidad en paises como Méjico, Chile, Argentina, Portugal, España, Italia, Serbia, Croacia, Arabia Saudí, Qatar, Australia, Singapur, etc…
¿Qué peculiaridades tienen los alemanes a la hora de trabajar?
Aquí, en el día a día, no hay grandes sustos ni cambios bruscos de velocidad. No suele haber imprevistos. Ellos son, en su mayoría, ordenados, serios y consecuentes… Y esto es precisamente lo que nos falta en nuestro país. En España se hace todo corriendo, lo quiero para ayer, y el teléfono siempre quemando… Lo habitual en una oficina en España son las prisas, las voces altas y las charlas interminables con un café entre las manos… No obstante, estas costumbres nuestras, nos ayudan a veces en Alemania, donde somos infinítamente más rápidos que ellos a la hora de solucionar imprevistos. Es increíble la rapidez con la que sabemos solucionar los problemas, la cintura que tenemos… Además somos más prácticos a la hora de cerrar ventas, somos más certeros, más directos y captamos detalles que ellos no son capaces de captar. Algo de fenicios tenemos los españoles… Por eso, para vender fuera de Alemania, nos necesitan. Para vender productos o soluciones en Alemania no tienen dificultades.
¿Qué destacarías de la cultura o de la forma de vida alemana?
En líneas generales se podría decir que hay menos alegría que en España. Es un país que ofrece menos diversión. Por ejemplo, no hay terrazas en las que tomarte una cerveza con los amigos a las 7 de la tarde cuando sales de trabajar. Y ésto ocurre básicamente por culpa del clima. Eso sí, ellos tienen 3 ó 4 celebraciones al año en las que se vuelven locos. Es importante participar en ellas para integrarse.
Yo recomendaría a los que vienen que desde el principio traten de hacer muchas actividades, seguir sin pausa aprendiendo alemán, apuntarse al gimnasio, salidas en bici, salidas de trekking, conciertos de música, cine, viajar para conocer el entorno, jugar a dardos con ellos, a cartas… lo que sea salvo encerrarse en casa y pegarse a las redes sociales y al skype.
También hay que decir que es un país muy bonito. Y más ahora en primavera. Si me haces la entrevista en enero no sé si te diría lo mismo, jejeje. Salir a correr, por ejemplo, por el bosque que tienes al lado de casa es muy gratificante.
Aún así confieso que 5 ó 6 veces al año necesito ir a España unos días para desconectar y recargar pilas. Para ver a los míos y hacer acopio de buen producto español. Aquí es imposible encontrar buen jamón, buen queso y buen vino a precios razonables (en alimentación y en cocina no nos hacen sombra).
¿Te planteas regresar a España?
Sí, claro que me lo planteo pero la situación política, económica y social actual en España es como para no volver. Lo que están haciendo los políticos es de locos. No se puede, para crecer 8.000 millones en PIB, endeudarse en 80.000 millones más. Ahora mismo no quiero regresar porque no quiero pagar impuestos en un país donde con ese dinero se mantiene el despilfarro autonómico y los privilegios a ciertos lobbies. Capítulo aparte, la administración de justicia, aspecto básico en cualquier democracia.
Cuando cambie la situación espero volver. Tengo allí a mi familia y amigos. Pero, de momento, me conformo con ir de vacaciones. También viajo a España por negocios, concretamente estamos a punto de cerrar una operación muy importante en Gran Canaria. Además, en MLR System GmbH tengo mucha flexibilidad con las vacaciones. Tengo 30 días laborables que bien combinados dan para mucho.
Pasar toda una vida en Alemania y ser feliz con esta meteorología, requiere de una pasta especial. Por eso muchos alemanes se jubilan en España.
¿Hay oportunidades profesionales para españoles en Alemania?
Si que las hay, en el área de ventas internacionales, por ejemplo. El mercado alemán está muy saturado lo que les obliga a mirar hacia otros paises y para eso nos necesitan. Importante anotar que aquí, sabiendo alemán, cualquier titulado puede aspirar a un salario mínimo bruto anual por encima de 40.000 euros. Además aquí, por una cuestión de respeto al profesional, sería impensable que ofreciesen salarios de 20.000 euros brutos anuales a un titulado, como sucede habitualmente en España. El respeto es un valor fundamental en Alemania.
La zona en la que yo trabajo y vivo (Colonia, Dusseldorf…) es una buena zona para aterrizar en Alemania. Los alemanes de esta zona (NRW) son más abiertos/simpáticos. En el sur, citemos como ejemplo Munich, son más altivos; se les conoce aquí como “los catalanes de Alemania”… por algo será. En cualquier caso, lo importante es abrirse y tratar de relacionarse con gente del país, para no encerrarse en guettos como ocurre con otros grupos de inmigrantes, mayoritariamente musulmanes.