¿Cuál fue tu primera experiencia internacional?
Tengo la suerte de que mi padre tiene una empresa en Portugal y cuando empecé a estudiar me ofreció hacer prácticas en ella durante el verano. Es una empresa del sector agrícola (mis padres son agrónomos los dos por la UPV) que nada tiene que ver con lo mío, pero que me sirvió para conocer la realidad de una empresa y para darme cuenta de que me gustaba trabajar y todo el mundo de la empresa, que el estudio, que no me gustaba tanto, era solo un medio para conseguir un buen trabajo en el futuro. Luego estuve de Erasmus en Alemania e hice prácticas en empresa allí que me sirvieron además para convalidar el Proyecto Final de Carrera.
Antes de dar el salto a Alemania, estuviste un tiempo trabajando en España…
Cuando acabé la carrera no tenía el suficiente nivel de alemán para trabajar en Alemania en el área que más me atraía, dentro de la ingeniería, y que era la de comercial, marketing y ventas. No tenía el dominio lingüístico suficiente para comunicarme directamente con los clientes alemanes en su idioma. Envié más de 300 currículos y la primera oferta que me salió fue en Madrid.
¿Qué principales diferencias has encontrado en las formas de trabajar de un país y de otro?
No creo que se trabaje en Alemania mejor que aquí. Hay ciertas cosas que considero que se hacen mejor en la matriz española de mi empresa que en la sede alemana, y otras no. Tenemos que quitarnos el chip de que todo lo que se hace fuera se hace mejor. Creo que se trabaja muy bien en España aunque hay facetas que deberíamos mejorar. En Alemania, por ejemplo, son mucho más ordenados. Estructuran, planifican, hacen un seguimiento más exhaustivo de los proyectos e intentan prever el cambio y las dificultades. En España se trabaja más a salto de mata.
¿Dónde consideras que tienes más calidad de vida en España o en Alemania?
La calidad de vida es relativa. Hay gente que valora el buen tiempo y el poder irse de tapas con los amigos. Para mí calidad de vida es también tener acceso a una buena educación, que tus hijos puedan tener una buena formación, que no tengas que esperar tres meses para que te atienda un especialista… Sí que puedo decir que tengo un poder adquisitivo mayor en Alemania. Hacer la compra, por ejemplo, te sale más barato allí en proporción al salario medio.
A la hora de decidirte a establecerte en el extranjero, ¿qué pusiste en la balanza de los pros y de los contras?
Empezaré por lo negativo. Lo más difícil es dejar la familia. Tengo una sobrina que no llega a los dos años, y estas navidades, cuando me vio después de varios meses no me reconocía, no le salió venir a darme un abrazo. Y esto es duro. Para mí lo más importante es la familia, poder tener esa cercanía. Seis meses en la vida de tus padres cuando tienen sesenta y pico años es mucho tiempo y cada vez que los ves notas el cambio.
Sin embargo, creo que estoy viviendo una experiencia profesional que difícilmente hubiese podido desempeñar en España. Ahora mismo tengo responsabilidades a nivel mundial. Estuve recientemente en Inglaterra, estoy planeando un viaje a Italia, puede que vaya a Brasil. Considero que estoy haciendo una inversión de futuro. Puede que el esfuerzo que estoy haciendo ahora, el trabajar diariamente en inglés, el formarme… me permita luego regresar a España.
¿Podrías explicarnos cuál es tu labor actualmente en WABCO?
Yo soy lo que en España sería un jefe de producto dentro del departamento de marketing. La empresa tiene dos áreas, una de venta directa a fabricantes de camiones, buses o trailers como Volvo, Mercedes, Iveco, Lecitrailer, etc. y luego tenemos un área de postventa que es el negocio de los repuestos. Soy el máximo responsable de un área de producto a nivel mundial. Hago seguimiento de precios, estrategia de producto, buscar nuevas oportunidades… Es una labor global de gestión. Además tengo que interactuar con todos los departamentos de ventas de distintos países para ver temas de promociones, lanzamientos, etc. Es un trabajo apasionante.
¿Qué consejo darías a los jóvenes que, ante la crisis, se están planteando emprender una aventura laboral en el extranjero?
A mí me sorprende mucho que en un país que se puede enorgullecer de haber sido siempre un país de conquistadores la gente tenga tanto miedo a salir. El principal escollo es el idioma. Y es algo que tienes que dominar y no solo por el trabajo sino por sentirte integrado en el país al que vas. Creo que ante la situación actual del mercado laboral, que no ofrece expectativas… hay que reaccionar. A mí me sorprende que gente de veinte años tenga miedo a equivocarse. Si no te equivocas, no puedes avanzar. Creo que, en general, en los últimos años nos hemos acomodado y preferimos subsistir con sueldos bajos o becas en lugar de intentar arriesgar y buscar fuera. Y siempre se puede volver. Yo creo que España es un país que va a dar muchas oportunidades en el futuro.
La globalización está ahí. Dentro de mi departamento hay un belga, un polaco, un turco, yo como español. Es una realidad que no podemos obviar. Los países del este son unos grandes desconocidos para España. Siempre tiramos hacia Sudamérica, hacia lo que nos es más conocido, al menos por el idioma, pero es muy enriquecedor conocer otras formas de pensar y de vivir. Tenemos tendencia a pensar que lo nuestro es lo mejor: la comida, el clima, la calidad de la vida, etc. Sinceramente creo que en Francia, en Italia, en Alemania también se vive muy bien.
¿Te gustaría vivir y trabajar en España? ¿Qué circunstancias tendrían que darse para que volvieras?
Me encantaría regresar pero no estoy dispuesto a ceder lo que he logrado. Yo estoy pagando por una casa con jardín lo mismo que estaba pagando por un apartamento en Madrid. Son cosas absurdas. Es increíble que con el mismo presupuesto puedas disfrutar de una casa entera de tres pisos en otro país. Considero que el esfuerzo que estoy haciendo ahora, el renunciar a estar con la familia, el tiempo, el formarme… me puede permitir en un futuro regresar a España y poder aplicar todos mis conocimientos en una empresa española. Me gustaría volver pero no sé si volveré en diez años, en quince o jubilado.
¿Cuáles crees que deben de ser las funciones de una asociación de antiguos alumnos?
Yo, al estar fuera, no puedo disfrutar de muchos de los servicios que ofrece una entidad como la vuestra. Para mí, se trata más de un vínculo sentimental. Considero que podéis hacer muchas cosas, como ya hacéis, en el ámbito de la formación de posgrado y en el empleo, facilitando la inserción laboral. Además, creo que los antiguos alumnos deberíamos tender más hacia la mentalidad anglosajona. En Estados Unidos es frecuente ver espacios en las universidades que llevan el nombre de un antiguo alumno que haciendo de mecenas ha hecho un donativo a su universidad. Yo, por ejemplo, todos los libros que utilicé durante la carrera y que ya no me hacen falta, los he donado a la biblioteca de mi Escuela. Todos, en mayor o menor medida, podemos hacer algo, contribuir y devolver parte de lo que se nos ha dado.
