Si tuvieras que crear un departamento de innovación en tu empresa, ¿a quién te gustaría tener trabajando en tu equipo? ¿A Thomas Edison o a Albert Einstein?
Estarás pensando que por qué te hago esta pregunta. La respuesta es muy sencilla, Edison y Einstein representan a la perfección los dos tipos de perfiles que podemos encontrarnos en el ámbito de la innovación.
Nadie duda de que ambos son grandes genios y que sus contribuciones a la humanidad son dignas de elogio, pero lo son de muy distinta manera.
Einstein fue un físico revolucionario que reinterpretó la forma en la que mirar al universo estableciendo nuevos paradigmas y formas de comprender el mundo. Edison, por su parte, trabajó durante décadas intentando aplicar los principios físicos establecidos para crear productos que mejoraran la vida de la gente.
Perfiles adaptadores, perfiles innovadores y personas puente
El psicólogo Michael Kirton, en 1976, realizó un estudio en el que vinculaba la creatividad y la innovación con los distintos estilos cognitivos y, por tanto, con la manera en la que los seres humanos se enfrentan a los retos que les propone su entorno.
De esta forma concluyó que, por su propia naturaleza, las personas o bien son adaptadores o bien son innovadores.
Los primeros, los adaptadores, son con como Thomas Edison. Son personas que prefieren situaciones estructuradas para crear. Les interesa más mejorar productos, procesos o ideas ya existentes bien sea para adaptarlas a nuevas necesidades, a nuevos mercados… Suelen poner el foco en la redefinición, en la modificación, en la mejora continua. Quizá tengan menos ideas pero éstas suelen ser más prácticas y fáciles de aplicar. El porcentaje de éxito de sus “mejoras” es elevado.
Por su parte, los innovadores, son como Albert Einstein. Prefieren crear en ambientes y en contextos poco estructurados. Buscan situaciones que les permitan hacer las cosas de forma diferente, siempre van buscando los límites. Consideran que la innovación requiere cambios, avances y escapar de los paradigmas. Cuando se enfrentan a un problema tienen a huir de todo lo que se ha hecho anteriormente, buscan enfoques que no hayan sido probados. Lo suyo es el riesgo y el pensamiento lateral. Por ello, la probabilidad de éxito de sus innovaciones es menor.
Entonces, ¿qué tipo de perfil conviene más tener en tu departamento de innovación? ¿Adaptador? ¿Innovador? Si mezclamos ambos perfiles, ¿llegarán a entenderse?
Si lo analizamos fríamente veremos como las fortalezas de un tipo de perfil son las debilidades del otro y viceversa. Por tanto, ambos se complementan y son necesarios en la empresa, y en la sociedad en general. Lo difícil en este caso es que logren entenderse y trabajar en armonía, que no supongan un freno los unos para los otros.
En este punto es donde cobra relevancia un tercer tipo de perfil que actuaría como una suerte de facilitador del entendimiento entre las personalidades adaptadoras e innovadoras: las personas o perfiles puente.
Los perfiles puente tienen una personalidad alejada de los extremos y dependiendo de las circunstancias y los momentos pueden afrontar un determinado problema o reto de una forma más innovadora o de una forma más adaptadora. De hecho, pocas personas son 100% adaptadoras o innovadoras, pero sí que solemos tener tendencia hacia un determinado rol.
La integración de este tipo de perfiles en los departamentos de innovación de las empresas aportará estabilidad y coherencia, facilitando el entendimiento de todos los miembros del equipo sin renunciar a las habilidades innatas de innovadores y adaptadores.
¿Cómo puedo saber cuál es mi tipo de perfil o el de los miembros de mi equipo?
Para discernir que tipo de perfiles tienes en tu equipo, solo tienes que hacerte estas tres preguntas sobre ellos y responderlas con sinceridad:
- ¿Cuestiona las reglas y procedimientos establecidos en la empresa con frecuencia?
- ¿Suele prestar atención a los pequeños detalles?
- ¿Tiene y expone con frecuencia ideas sin pararse a pensar en cómo podrían implementarse?
Si la mayoría de las respuestas son que sí, nos encontramos frente a un perfil innovador. Si son que no, estamos frente a una persona con una personalidad más bien adaptadora.
Y, para finalizar, un consejo importante sobre la gestión tanto de los perfiles adaptadores como de los perfiles innovadores.
A ninguna persona debe exigírsele algo que va en contra de su propio perfil o inclinación natural. No le pidas revoluciones al adaptador ni pensamiento práctico al innovador. El rendimiento de una persona depende del lugar y rol que se le dé en el equipo.