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Ocho de cada diez startups españolas tiene entre sus objetivos principales el cerrar acuerdos de negocio con empresas ya consolidadas según el estudio ‘Mapa del emprendimiento 2018‘ realizado por Spain Startup-South Summit. Por otro lado, cada vez son más las grandes empresas que lanzan programas lanzadera o de incubación de empresas o que participan en concursos para emprendedores como pueden ser los hackathones.

Startup: compañía emergente y/o de arranque

A este tipo de colaboraciones entre empresas consolidadas y pequeñas startups se le conoce en el mundo anglosajón como corporate venturing e implica un importante cambio de mentalidad. Las grandes empresas deben dejar de mirar a las startups con recelo.

Es cierto que mientras que unas apuestan por la agilidad, la flexibilidad y tienen el foco puesto en la tecnología; las otras, por su infraestructura y su bagaje, tienen ciertos condicionantes a la hora de asumir riesgos y abrazar el cambio. Sin embargo, las sinergias entre ellas pueden resultar altamente beneficiosas puesto que sus fortalezas y debilidades son complementarias.  Las startups pueden aportar innovación, tecnología, disrupción y flexibilidad mientras que las grandes empresas pueden aportar sus conocimientos sobre el sector, procesos, recursos, canales de distribución, etc.

Algunos de los motivos por los que las grandes empresas están apostando por el corporate venturing son:

  • Mejorar los productos y servicios que tienen en cartera con innovación externa proveniente de startups.
  • Para diversificar su negocio, facilitando su entrada en mercados en los que la empresa no tiene un conocimiento profundo o no cuenta con la tecnología necesaria.
  • Para mejorar la propia organización.
  • Como mecanismo de atracción de talento.
  • Para identificar nuevas oportunidades de negocio.
  • Para introducirse en el gran ecosistema global que supone el mundo del emprendimiento y las startups.

Modalidades de corporate venturing

Empresas y startups no tienen una única vía de colaboración. Las posibilidades son muchas, de hecho, tantas como la imaginación y las necesidades y ganas de colaborar de unos y otros, den de sí. A continuación os listamos algunas de las formas de colaboración más habituales:

  • Programas de incubación. Las empresas ya consolidadas ofrecen programas de mentoring a los emprendedores para que estos puedan desarrollar ideas de negocio rentables que luego puedan ser comercializadas. Generalmente se centran en la fase inicial de los proyectos, es decir, de la idea al modelo de negocio.
  • Aceleradoras de empresas. Las empresas ofrecen a los emprendedores formación, mentoría, espacios para trabajar, etc para dar impulso a modelos de negocio ya definidos, que deben validar y hacer despegar.
  • Competiciones como pueden ser los hackathones. Las empresas exponen un problema o reto empresarial al que se enfrentan y ofrecen un premio a la mejor idea o solución planteada por los emprendedores.
  • Partenariado y alianzas. Empresas y startups llegan a acuerdos para compartir sus recursos y transferir conocimiento. También pueden llegar a acuerdos para co-desarrollar un producto o servicio.
  • Programas de capital riesgo. Las empresas se convierten en accionistas de aquellas startups que consideran de interés estratégico para su futuro.
  • Adquisición de startups. También puede darse el caso de que la empresa este interesada en adquirir e integrar en su infraestructura a determinadas startups que cubran alguna de sus carencias.
  • Scouting. La empresa contrata los servicios de un “ojeador” que busca startups o emprendedores con el fin de establecer colaboraciones.

Algunos ejemplos de corporate venturing

Un ejemplo fructífero de colaboración entre start ups y grandes corporaciones lo tenemos en el programa Startup Garage de BMW. A través de esta iniciativa distintos emprendedores y startups ofrecen a BMW innovaciones punteras que todavía no están rodadas a cambio precisamente de tener la oportunidad de validarlas y, si funcionan, lograr un cliente de gran tamaño y nombre que pueda darles visibilidad y abrirles las puertas de otros potenciales clientes.

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Mapfre también ha lanzado su propio proyecto de corporate venturing: la plataforma Insur_space. A través de ella se gestionan dos programas, uno de adopción de empresas y otro de aceleración. El programa adopción está enfocado a startups globales que ya tienen un grado de madurez alto, un producto mínimo viable, tracción… Es decir, que han vendido ese producto a alguien y ya tienen unos ingresos. El programa de aceleración, por su parte, “está pensado para  emprendedores cuyo proyecto está en una fase previa y todavía no tiene el producto mínimo viable para el sector asegurador

El grupo CELSA, una de las cuatro acereras más importantes de Europa ha puesto en marcha el programa Ingenium. En esencia, se trata de difundir los retos a los que se enfrenta el sector con el objetivo de que startups y emprendedores de todo el mundo aporten sus ideas y propuestas para solucionarlos.  Los retos planteados tienen que ver con el almacenamiento de energía, la trazabilidad en la cadena de aprovisionamiento, la automatización y optimización de procesos, la consecución de un acero “inteligente” o cómo aplicar la economía circular en el sector.

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