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Las redes sociales nacieron como herramientas con las que compartir ideas, momentos, conversaciones, imágenes, etc. con amigos y familiares, especialmente con aquellos que tenemos más lejos.

Poco a poco fueron evolucionando y convirtiéndose también en una suerte de escaparate profesional. Gracias a las redes sociales no solo podemos tener nuestro currículum online y siempre actualizado sino que podemos construirnos una marca personal (dando a conocer nuestros valores, nuestros conocimientos, etc. de una forma dinámica), gestionar y ampliar nuestra cartera de contactos y conocer mejor a las empresas en las que estamos interesados en trabajar a través de sus publicaciones y de las de sus empleados.

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Las redes sociales son consultadas a la hora de preselección de candidatos

Las ventajas del uso de las redes sociales tanto para reclutadores como para candidatos parecen claras. En ambos casos la información que se puede obtener de la otra parte es sustanciosa y puede ser determinante en un posible proceso de selección. Y, de hecho, lo es. Se estima que un 88% de las empresas, en España, comprueban la reputación online de los candidatos durante el proceso de selección. Del mismo modo, cada vez son más los candidatos que buscan información sobre sus posibles empleadores para ver si realmente la filosofía y el espíritu de la empresa encajan con sus ideales y preferencias.

Esta circunstancia realmente no es más que un reflejo de cómo Internet ha cambiado nuestras vidas. Si actualmente a la hora de comprar cualquier cosa buscamos críticas y comentarios en la red, ¿cómo no vamos a hacerlo con algo tan importante como lo es un empleo?

Sin embargo, el último informe de Redes sociales y mercado de trabajo en España elaborado por Adecco, parece indicar que en el uso de redes sociales para buscar empleo/candidatos no es oro todo lo que reluce. Por primera vez, en el último año apenas ha crecido el número de aspirantes que usa estas redes para buscar empleo, al mismo tiempo que se han reducido las empresas que las utilizan para contratar nuevos perfiles. En concreto, un 78% de los usuarios acude a estas herramientas, prácticamente la misma proporción que en 2015. El uso por parte de las compañías para captar talento ha perdido tres puntos porcentuales, pasando de un 87% al 84%.

Por otro lado, solo un 45% de los usuarios utiliza las redes sociales siempre que busca un empleo y el 55% restante solo las utiliza de forma esporádica o nunca. Es decir, que la confianza por parte de los aspirantes en las redes sociales, es moderada en cuanto a la búsqueda de empleo se refiere. Los candidatos confían más en otras formas de buscar empleo cómo pueden ser los clásicos portales de empleo, acudir directamente a los sites de las compañías que les interesan o a empresas de reclutamiento. Además no debemos olvidar que en esto de la búsqueda de empleo uno de los canales que mejor funciona es el boca a boca. Gran parte de los empleos todavía se encuentran gracias al vecino del piso de abajo, al cuñado de nuestro compañero de pádel o al padre de un compañero de colegio de nuestro hijo.

¿Qué dificultades encuentran los headhunters a la hora de buscar candidatos en redes sociales? ¿Por qué están dejando de confiar los candidatos en estas plataformas?

Gran parte de los profesionales de RRHH han integrado las redes sociales y otras plataformas 2.0 como instrumentos de su trabajo diario. Sin embargo, las utilizan como una herramienta  complementaria  a  la  que  recurren  cuando  quieren ampliar la información de la que disponen sobre los candidatos preseleccionados.

A continuación os presentamos algunos datos que referendan esta actitud:

  • El 86% de las empresas consulta las redes sociales de los candidatos preseleccionados antes de tomar una decisión de contratación.
  • El 55% de los profesionales de los RR.HH. ha reconsiderado su decisión de contratar a alguien después de consultar sus perfiles en redes sociales.
  • Sin embargo, solo un 21% de las empresas ha seleccionado a un candidato por su actividad en redes sociales.
  • El 31% de las organizaciones ha desestimado la candidatura de algún aspirante a un puesto de trabajo por la imagen que proyectan en alguno de sus perfiles en redes.
  • 1/3 de los profesionales de RR.HH. no se muestran satisfechos con los perfiles de los candidatos que encuentran en redes sociales. Su principal queja es que éstos no dan un uso suficientemente profesional de estas plataformas.
  • El 61% de las empresas no recurre a ningún servicio de pago en redes sociales para realizar labores de captación de talento. Muchos de ellos se quejan de que estas plataformas no son intuitivas ni ofrecen las suficientes herramientas a los empleadores y por ello no están dispuestos a pagar por su uso.

Por tanto, podemos concluir que más que ser utilizadas para captar talento, las empresas utilizan las redes a modo de verificación de la idoneidad de los perfiles que les han llegado por otras vías. Es por ello que quizá los usuarios de las redes sociales se muestren cada vez más más pasivos o reservados (lo que dificulta aún más la labor de los reclutadores, convirtiéndose en un círculo vicioso). La sensación es que a nivel laboral cualquier actualización puede penalizarles y que, sin embargo, destacar y llamar la atención de los reclutadores es muy difícil.

Por nuestra parte, lo que podemos apuntar es que el hecho de que los reclutadores consideren que los candidatos utilizan las redes de forma poco profesional es una oportunidad para trabajar nuestros perfiles y destacar entre el resto de candidatos. Y, un último consejo, mejor estar en pocas redes pero en las que estemos, estar de forma consciente y cuidando todo aquello que publicamos.

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