Es rara la empresa que no dedica recursos al marketing en mayor o menor medida. Y en muchas ocasiones, necesitamos que una agencia externa de marketing lleve a cabo nuestros proyectos ya que no contamos con personal especializado, pero… ¿por qué esta idea sale mal en muchas ocasiones?
El escaso conocimiento de marketing de la empresa, la falta de objetivos o metodologías tangibles, el coste de las campañas, el incomprensible lenguaje usado… Muchas veces frustran el que puede ser un tándem de trabajo del que tanto empresa como agencia de marketing se beneficien.
Pautas para elegir tu agencia de marketing
No nos importa con qué clientes han trabajado, sino los trabajos que han hecho. Porque quizás sí, trabajaron con Coca Cola, pero es posible que se encargaran en un momento puntual de hacer una campaña de email marketing que a nosotros ni nos va ni nos viene.
Dedica tiempo a ver los trabajos, examina si hay continuidad con la marca (una garantía de satisfacción) y clasifica las agencias que hayan trabajado con proyectos similares a los que tienes entre manos, de sectores muy parecidos y facturación acorde. No queremos presentar un proyecto grande a una agencia que no sea capaz de asumirlos, ni llegar con una propuesta sencilla a una agencia que solo acepta proyectos con fees de 15.000€/mes como mínimo.
Necesitas un aliado
Está muy bien querer contratar a una agencia especializada en marketing, pero necesitas que en tu empresa haya un especialista que supervise, dirija y filtre la información. Si pretendes que tu CEO o tu manager sepa tanto de marketing como para poder ser un interlocutor 100% válido, disponible y con suficiente conocimiento como para discutir con la agencia en igualdad de condiciones, pronto te darás cuenta de tu error.
Trabajar con una agencia exige mucho tiempo, trabajo en equipo y un ojo que sea capaz de ver lo que solo alguien de marketing ve. Así que si no tienes un especialista, corre a buscarlo.
De otra manera quizás te vendan algo que no necesitas, te ‘maquillen’ resultados de forma que creas que todo va a la perfección y EN REALIDAD estés perdiendo dinero.
Exige metodologías de trabajo claras
Tú eres el cliente y vas a pagar por un trabajo, así que debes tener muy clara toda la metodología de trabajo y disponer de ella por escrito en el contrato:
– En qué va a consistir, qué etapas tiene y qué posibles evoluciones se contemplan (si entran o no en el fee).
– Quiénes van a ser los interlocutores por cada lado de la empresa, qué disponibilidad tienen y qué vías de comunicación se van a establecer (de diario y en momentos de urgencia).
– Qué equipo de trabajo hay disponible y cuáles son sus posibilidades tanto de dimensiones de trabajo como de horas disponibles.
– Qué días fijos de entregables habrá, en qué formatos y con qué frecuencia.
– Cuántas revisiones del trabajo entran en fee y cuáles se pagan aparte (¡muy importante para evitar confusiones!).
– Si va a haber reuniones, con qué frecuencia, dónde, quiénes participarán y qué tipo de decisiones se tomarán.
– Con qué frecuencia habrá informes de resultados.
Define éxito
Tiene que estar muy claro:
– Qué objetivo tenemos. Y no vale ‘vender más’. Debemos traducir el objetivo en cifras concretas, con sentido y ambiciosas.
– Cómo se va a medir. Ambas partes deben tener clara cuál es la metodología a usar y cómo funciona.
– Con qué periodicidad se va a revisar la consecución de objetivos.
– Qué hacemos en caso de desviación y quién (y cómo) asume el coste. Si observamos que estamos lejos de poder cumplir lo marcado, ambas partes tenemos que tener claro cómo reorganizar el trabajo para poder conseguir el objetivo.
Aprecia que te digan que no
En ocasiones, nosotros consideramos que lo mejor para nuestra empresa es hacer una campaña de marketing los jueves por la tarde de todo un mes y cuando les damos esa idea a la agencia, todo les parece perfecto. Aprecia a los profesionales que te digan de vez en cuando que no ven conveniente poner en marcha ciertas líneas de trabajo, aunque a ellos les suponga no ganar tanto dinero.
Trabajáis de forma paralela y ellos son los expertos, no lo olvides. Sus indicaciones y consejos deben ser escuchados con atención, sobre todo si trabajan de forma honesta y transparente.
Debes tener en cuenta que no eres el jefe y ellos, tus empleados
Adaptación, por favor
Como cualquier otro ámbito de trabajo, el marketing tiene su propio lenguaje y terminología y no siempre es inteligible para alguien que no pertenezca al sector. Toda la documentación que nos ofrezca la agencia debe estar elaborada de forma que cualquier persona de nuestra empresa pueda comprenderla y si es posible, que incorpore un glosario de términos habituales.
Esto tiene ventajas evidentes. Primera, si la agencia es capaz de ‘traducir’ su contenido de forma que todos sean capaces de entenderlo, podremos tomar mejores decisiones al respecto ya que podremos implicar de verdad a los responsables de la empresa. Y la segunda, evitaremos que nos vendan humo. Cuanto más inteligible sea el mensaje, más de verdad será.