La Comunicación No Violenta puede cambiar nuestros entornos de trabajo

El Encuentro Innova&acción del mes de marzo nos llevó a adentrarnos en el poder de la empatía como fuente de conocimiento, de la mano de la escritora Marta Delgado Urdabia, autora del libro “Comunicación NoViolenta en el trabajo”. Un enfoque colaborativo para empresas, instituciones, escuelas y grupos, que nos propone una manera de pensar y relacionarnos con las personas para promover entornos de confianza basándose en el poder transformador de la Comunicación NoViolenta de Marshall Rosenberg. Una visión que tiene en cuenta a las personas para crear entornos profesionales cohesionados donde la gente se expresa, los problemas se afrontan y los conflictos, cuando no se diluyen, resultan menos intensos.

Así pues, en esta sesión, exploramos cómo el lenguaje puede acercarnos o alejarnos como individuos, así como la importancia de comprender las necesidades subyacentes que todos compartimos.

« Dentro de nuestras organizaciones, hay un lenguaje que acerca, incluso en situación de conflicto, y un lenguaje que aleja.»

La sabiduría de Marshall Rosenberg fue el punto de partida de nuestra reflexión. Marta Delgado Urdabai nos enseñó que existe un lenguaje que acerca, incluso en situaciones de conflicto, y otro que aleja. Esta afirmación nos llevó a pensar en cómo nuestras palabras y expresiones pueden tener un impacto profundo en las relaciones humanas. Es como si cada frase que pronunciamos fuera una pequeña semilla que puede nutrir o dañar el tejido de nuestras interacciones.

Una metáfora poderosa que resonó en la sesión fue la del iceberg. Al igual que la mayor parte de un iceberg está oculta bajo la superficie del agua, muchas veces solo vemos una pequeña parte de las personas: su apariencia externa, sus acciones visibles. Sin embargo, detrás de esa fachada hay una complejidad de valores, emociones y necesidades que no siempre son evidentes a simple vista. Reconocer esta realidad nos invita a practicar una forma más profunda de escucha y comprensión.

Para poder comprenderlo y vivirlo en primera persona, la ponente nos invitó a identificar nuestras propias necesidades dentro de nuestras dinámicas de trabajo, proponiéndonos varios ejemplos con los que poder sentirnos identificados para comprendernos mejor y poder generar conexiones más profundas con los demás y con nosotros mismos.

«Muchas veces se dice que en las empresas no hay sentimientos, pero los sentimientos nos dan información sobre si nuestras necesidades están satisfechas o no.»

Un aspecto particularmente relevante que Marta destacó fue el papel de los sentimientos en el ámbito empresarial. Con demasiada frecuencia se nos ha enseñado a dejar nuestras emociones fuera de la puerta cuando entramos al trabajo. Sin embargo, los sentimientos son una parte integral de nuestra experiencia humana y nos proporcionan valiosa información sobre si nuestras necesidades están siendo satisfechas o no. En este sentido, la empatía no solo es una cualidad deseable en el ámbito laboral, sino que también es una herramienta indispensable para el éxito organizacional.

Para nuestros asistentes, una de las dinámicas más reveladoras del encuentro fue la práctica de la escucha activa. En esta actividad, los participantes tuvimos la oportunidad de compartir una situación reciente que nos hubiera causado malestar, mientras que otro miembro del grupo practicaba la escucha atenta y empática.

Este ejercicio nos hizo conscientes de la diferencia entre escuchar de manera superficial y escuchar con verdadero interés y comprensión. Nos llevó a reflexionar sobre cómo, con demasiada frecuencia –y sobretodo en nuestros ámbitos y espacios de trabajo–, escuchamos solo para responder o reaccionar, en lugar de escuchar con el corazón abierto y la mente receptiva. Creando un tipo de relación y de equipos donde dejamos de lado la persona y ponemos foco a otro tipo de indicadores, como puede ser el resultado.