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Blue-Red-digitalizaciónEn un contexto como el actual, en el que los cambios se producen a la velocidad de vértigo y la tecnología inunda más y más áreas empresariales, tener claras cuáles son nuestras carencias y nuestras necesidades en cuanto a talento tecnológico se refiere (y ser capaces de cubrirlas), puede suponer una gran ventaja.

Según un informe de McKinsey durante los próximos cinco años, las grandes compañías invertirán, en promedio, cientos de millones de dólares en transformar sus negocios digitalmente. Por otro lado, se estima que los mejores talentos tecnológicos pueden ser entre 3 y 10 veces más productivos y eficientes implementando estos procesos de cambio. Si echamos cuentas, contar en nuestro equipo con buenos talentos tecnológicos nos puede suponer un gran ahorro, además de una notable ventaja frente a nuestra competencia.

En Expansión han realizado un análisis de cuáles son los 10 desafíos más urgentes que afrontan las empresas a corto plazo en el contexto de su digitalización  que aquí resumimos:

  • Un cambio 360 grados. La revolución digital ha llegado y va a salpicar a todos los sectores, sin excepción. Pero esta transformación requiere de mucho más que de proyectos aislados de I+D o de un presupuesto anual para el desarrollo de nuevos negocios: supone cambios de fondo en la estrategia, la cultura y la operativa de las organizaciones. En definitiva, ya no se trata de concebir el entorno tecnológico como algo separado, sino de integrar la digitalización a lo largo y ancho de la compañía, con un triple objetivo:
  • Hay que ser más ágil, más rápido. Los planes estratégicos a cinco años ya no valen, deben repasarse al menos una vez al año. Las nuevas tecnologías evolucionan con gran rapidez y con ellas las expectativas de nuestros clientes.
  • Datos, datos y más datos. Los datos nos permiten conocer mejor a nuestros clientes y saber lo que quieren. Por tanto, nos permiten tomar mejores decisiones y nos abren las puertas a nuevas líneas de negocio.
  • La privacidad de los usuarios. Inevitablemente, recabar y operar con los datos personales de los clientes genera riesgos en lo que respecta a la privacidad, uno de nuestros Derechos Fundamentales. Puede que nuestros clientes estén dispuestos a cedernos sus datos personales a cambio de un mejor servicio o puede que no. Gestionar esta potencial fuente de problemas no es tarea fácil y más aún si tenemos en cuenta que no existe una uniformidad en la legislación a nivel global.
  • Multicanalidad. Los clientes hoy en día son multicanal, igual compran en una tienda física que online que recomiendan nuestros productos en Facebook o se quejan de nuestro servicio en Twitter. La imagen de marca, la calidad del servicio y la experiencia de uso de nuestros clientes debe ser igual en todos los canales que mantengamos abiertos.
  • Hacia un nuevo marketing. Las nuevas tecnologías no sólo han hecho a los clientes más exigentes en términos de inmediatez, también en la relación con las marcas. Ahora la comunicación es bidireccional y mucho más humana. Además, ahora sabemos que todas las marcas tienen algo que contar. Por ello, conceptos como el branded content, el marketing de contenidos o el storytelling están en auge.
  • Pensar en global. Las empresas que aspiren a ser líderes deberán tomar el mundo entero como mercado potencial, adecuando su oferta y servicio a las características de cada país. Es lo que los expertos llaman glo-cal. En este contexto la competencia aumenta y solo aquellas marcas capaces de mostrar un valor diferencial van a triunfar.
  • Adaptar la plantilla. No es sencillo encontrar el personal adecuado para liderar la transformación digital de nuestra empresa. Más abajo veremos algunos perfiles a tener en cuenta, pero a grandes rasgos vamos a personas que aúnen conocimientos tecnológicos, una visión de conjunto del mercado y habilidades como la flexibilidad, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones.
  • Innovación abierta. Como apunta Dyan Finkhousen, directora de open innovation en General Electric, “ninguna empresa tiene en sus filas a todo el talento del mundo”, ¿por qué no buscarlo fuera y tratar de establecer sinergias?
  • Ciberseguridad. La ciberdelincuencia es un negocio que mueve unos 600.000 millones de dólares al año, equivalente al PIB de un país medio. Es un negocio, además, organizado, donde algunas de las organizaciones cuentan con una plantilla altamente cualificada y hasta con su propio equipo de I+D. Hay que estar preparado y protegerse ante un potencial ataque hacia nuestro negocio.

¿Qué perfiles profesionales necesitamos para afrontar los retos de la digitalización?

Se estima que la demanda de talento tecnológico en los próximos años será muy superior a la oferta. Es decir, que los buenos profesionales, estarán muy cotizados puesto que existen en el mercado relativamente pocos profesionales con estas características.

Pero, ¿de qué características estamos hablando? ¿Qué perfil debo incorporar a mi equipo? ¿Qué aspectos de mi currículum debería potenciar para resultar más atractivo a las empresas?

En el citado informe de McKinsey se habla de los 7 perfiles profesionales que las empresas que quieran transformarse digitalmente deberían tener muy en cuenta.

  • Experience designers and engineers. Es decir, diseñadores de experiencias. La experiencia del usuario y la experiencia del cliente son fundamentales para que un negocio tenga éxito hoy en día. Por ejemplo, estos profesionales se dedican a realizar investigaciones etnográficas, son ágiles en la implementación de procesos prueba y error, trabajan con mapas de empatía o de diseño de personajes.
  • Scrum masters and agility coaches. Su rol, dentro de un proyecto, es el de facilitadores. Su misión es que todas las piezas del puzzle encajen en los tiempos establecidos y que los miembros del equipo trabajen en armonía. Estos profesionales tienen que tener grandes habilidades de liderazgo y a su vez un profundo conocimiento de la tecnología aplicada, aunque su mayor virtud debe ser su capacidad para resolver problemas con rapidez y solvencia. También son los encargados de que los miembros del equipo no se distraigan y centren sus esfuerzos en el proyecto asignado.

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  • Product owners. Se podría decir que el product owner es el experto en el producto. Debe conocer y ser capaz de explicar la lógica de negocio del mismo hasta sus últimos detalles y es la persona que actúa como puente o intermediario entre el equipo de desarrollo y el cliente, es por ello que este puesto suele ser ocupado por consultores de negocio o, en ocasiones, perfiles relacionados con el mundo comercial. Entre las funciones de un product owner destacarían:
    • Definir las características del producto;
    • Decidir sobre las fechas de lanzamiento y contenido;
    • Ser responsable de la rentabilidad del producto (ROI);
    • Priorizar las características según el valor de mercado;
    • Ajustar las características y prioridades por iteración, según sea necesario; y
    • Aceptar o rechazar resultados del trabajo.
  • Full-stack developers. Son desarrolladores con un perfil técnico muy completo que conoce bien tanto lo referente a back-end como lo referente a front-end. Deben saber de plataformas, sistemas operativos, bases de datos, middleware e intarfaces. Además es importante que tengan un conocimiento amplio sobre la empresa y cómo funciona su negocio.
  • Next-gen machine-learning engineers. El auge del aprendizaje automático (máquinas capaces de adquirir conocimiento y ofrecer respuestas previa inserción de datos)  va a derivar en la creación de un nuevo perfil profesional: el ingeniero de aprendizaje continuo. Estos profesionales serán especialistas en datos y creación de algoritmos. Sería la evolución del Big Data y el Data Lake.
  • “DevOps” engineers. Los ciclos de vida de los productos son cada vez más cortos. Los lanzamientos y desarrollos deben hacerse cada vez a mayor velocidad y las empresas necesitan personas que mantengan a los desarrolladores y a los equipos de operaciones en sintonía.
  • Front-end and mobile engineers. Estos profesionales son los responsables de la imagen de las páginas web y sus aplicaciones móviles. Una buena web debe ser escalable, atractiva, clara, intuitiva, adaptativa, etc. Su mayor reto son las interfaces móviles. Deben tener experiencia en diseño web (front-end) y en tecnologías móviles, lo que incluye HTML basado en el navegador, CSS, JavaScript y marcos modernos (por ejemplo, ReactJS, angularjs, etc) y las plataformas móviles nativas a ambos iOS y / o Android.”

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