El martes 15 de septiembre retomamos la actividad en este nuevo “año escolar” de nuestro Club de Desarrollo Personal y Liderazgo y no podíamos pensar en un mejor comienzo que el que tuvimos con Nacho Villoch. Nuestro invitado consiguió, en una sola sesión, compartir con nosotros su experiencia en dos ámbitos absolutamente necesarios en el siglo XXI, tanto en lo personal como en lo profesional: cómo comunicar y cómo hacer las cosas de forma diferente.
Respecto al primero de los objetivos, utilizó con nosotros una técnica durante la sesión que, aunque muy de moda, pocos ponen en práctica (más allá de una pincelada en algún momento de su intervención): el storytelling.
El storytelling es el arte de contar una historia. La creación y el aprovechamiento de una atmósfera mágica a través del relato. En el ámbito de la comunicación sirve para conectar con tus usuarios, tanto en la cabeza como en el corazón, para hacer que lo que les cuentas, les importe.
Posiblemente, las claves de esta técnica, puesto que se trata de eso y no de una casualidad, como nos dice Andrew Stanton en este video del TED que os recomendamos, son:
- La historia debe tener un tema. Y ese tema debe atravesar toda la historia.
- Tiene que estar preparado perfectamente todo lo que vas a decir, de principio a fin, con un objetivo claro y, a ser posible, debe confirmar alguna verdad que tiene que ver con nuestro sentido como seres humanos.
- Debe convencer a la gente desde el principio de que lo que nos va a contar vale la pena para dedicarle un tiempo.
- Tiene que aprovechar todas las técnicas de comunicación, incluida la no verbal.
- Durante su desarrollo tiene que hacer a la gente trabajar, pensar, participar en la historia. Ya que el cerebro humano está configurado para rellenar huecos, para atar cabos, no para que se lo den todo hecho, por lo que los elementos y el orden de aparición son esenciales para esta técnica.
- En la historia debe haber cambios, porque nada es estático en la vida real. Y el “público” debe querer saber qué va a pasar.
- Siempre debe echarse mano para su construcción de lo que el comunicador sabe o cree. Es esencial capturar verdades de la experiencia.
Siguiendo estos y otros mecanismos clave a la hora de “contar una historia”, Nacho no nos habló de nuevos modelos de negocio, cultura empresarial o cómo obtener financiación para un proyecto, sino que nos involucró en una apasionante historia sobre aventuras, islas, corrientes marinas y acantilados. Porque innovar es una auténtica aventura y así se demostró en la sesión.
Por ese motivo, partiendo de Confortalia y de sus bellos parajes (Villa Paradigma, el Golfo de la Abundancia, el Río de la Tradición, …), nuestro narrador nos fue mostrando el porqué resulta tan difícil salir de determinados lugares y emprender la aventura.
Nos transportó a zonas cercanas como la Bahía de la Cultura (con sus creencias, valores, …), que nos protege de los vientos del cambio, y a Playas como la de la Técnica y la de la Etiqueta donde se nos muestra lo que se puede hacer y lo que está permitido hacer que, como por todos es conocido, muchas veces no coincide.
Nos habló de que, pese a todo, en ocasiones llega un mensaje en una botella (una idea) gracias a la corriente de la inspiración y a la de la necesidad y que, aunque hay que luchar contra enemigos como los vientos financieros o los arrecifes de la burocracia también en contraremos compañeros de viaje y ayuda en lugares como el atolón de la colaboración para llegar al océano azul donde se sitúa la isla de la innovación.
Pero no nos equivoquemos, que la historia de Nacho fuera apasionante, no implica que no obtuviéramos de ella modelos, herramientas, ideas o metodologías para alcanzar el éxito a la hora de innovar. Por ese motivo, y cumpliendo el segundo objetivo de la sesión, se discutió sobre aspectos tales como:
- El rol de la experiencia a la hora de innovar.
- La importancia de la diversidad en los equipos
- El porqué de estar siempre buscando. Ya que sólo al buscar encontramos cosas (ideas, modelos, proyectos, personas, propuestas,…) que no sabíamos que estábamos buscando.
- La simplificación como creación de valor.
- El adelanto del momento de la verdad en un mundo como el actual. O el denominado ZMOT (Zero Moment of Truth).
- El prototipado como elemento clave y su facilidad en el siglo XXI en todos los campos.
- La importancia del primer cliente, como validador y como fuente de aprendizaje.
- El trabajo colaborativo, sobre el que hablaremos el próximo mes con nuestro invitado en el Club de Desarrollo Personal y Liderazgo, Carlos Goga.
- Las técnicas que desarrollan la creatividad
- La gestión de la incertidumbre y el aprendizaje e, incluso, el provecho que se saca de los “supuestos errores”.
- La diferenciación como única estrategia.
- La innovación como proceso
- Las fuentes de inspiración y el análisis de mercados y de otras realidades. Es necesario contar con un radar que investigue y conecte constantemente a la empresa con otros entornos.
Por tanto, la sesión no sólo fue amena, sino que de una forma entretenida aprendimos mucho y compartimos ideas y experiencias, porque tal y como dijo Séneca hace … de años ya nos dijo….”no hay viento favorable para el barco que no sabe dónde va…” pero si tenemos un mapa, como el que contruyó nuestro ponente y marcamos el rumbo lo más probable es que alcancemos nuestro objetivo.