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MarioPerezMario Pérez Gosálvez es ingeniero de caminos y un miembro muy activo de nuestra Asociación. La crisis afectó enormente el sector de las infraestructuras en el que llevaba trabajando 12 años. Junto a su familia actualmente está iniciando una nueva vida en Reino Unido. En esta extensa entrevista, que hemos dividido en dos partes, nos cuenta todo el proceso, desde por qué escogió Inglaterra cómo destino hasta cuáles son sus perspectivas actuales a raíz del Brexit.

¿Cuáles eran tus perspectivas profesionales en España cuando tomaste la decisión de marcharte al extranjero?

Soy Ingeniero de Caminos y durante 12 años me había dedicado al mundo de las infraestructuras, trabajando la mayor parte del tiempo en el sector del prefabricado y las estructuras enterradas. A raíz de la crisis empezaron a reducirse los programas de inversiones, el sector de la edificación cayó y luego también el de la obra civil.

En los años 2011 y 2012 la facturación de mi empresa cayó un 50%, entramos en concurso de acreedores y se despidió a 2/3 de la plantilla. Yo fui uno de los supervivientes pero todo se complicó mucho: el director general también se salió, hubo bajadas de sueldo, mucha tensión y nerviosismo… Dadas las circunstancias empecé a trabajar a media jornada y a buscar otras posibilidades. Intenté montar un spin off dedicada a hacer viviendas con marcos prefabricados, porque habíamos hecho algún proyecto en esa línea. Pero no cuajó. No había mercado.

En diciembre de 2013 yo era el presidente de la Comisión de Jóvenes de la delegación en Valencia del Colegio de Ingenieros de Caminos y contactó conmigo un ingeniero valenciano de 25 años que estaba trabajando en Londres y que quería ayudar a jóvenes ingenieros  españoles que quisieran trabajar en Reino Unido. Me dijo que simplemente revisando la base de datos de empleo de la institución que regula allí el trabajo de los ingenieros civiles se podía ver que había más de 2.000 ofertas y también que la homologación entre ambos países de nuestra titulación era muy sencilla.

Tras hablar con este chico le dije a mi mujer que qué le parecía la idea de irnos al Reino Unido y me contestó que por qué no probar. Al día siguiente, 24 de Diciembre, llamé a un amigo que llevaba un año viviendo en Reino Unido y me dio cuatro buenas razones para intentarlo:

  • En el sector de las infraestructuras había mucho que hacer en el país.
  • Al ser comunitarios (esto está ahora en entredicho con el Brexit), los españoles no precisábamos de ningún tipo de visado ni permiso de trabajo.
  • Que mis hijos serían bilingües y esto sería bueno para su futuro.
  • Que estaba a dos/tres horas en avión de Valencia.

Y así fue como decidí poner foco en el Reino Unido.

¿Habías barajado alguna otra opción?

Un año antes había estado viendo la posibilidad de marcharme a Alemania. Estuve estudiando algo de alemán, contacté con gente que estaba allí, busqué información… Pero durante el proceso sentí que no era el destino para mí y mi familia. No nos veía viviendo y trabajando allí.

También surgían muchas ofertas, y siguen surgiendo, para trabajar en Oriente Medio. Pero no me parecía la opción más razonable para viajar con mujer y niños.

Por otro lado, la cultura anglosajona me atraía, había hecho una estancia cuando estudiaba en EE.UU. y tenía un buen nivel de inglés. Por todo ello, la opción del Reino Unido me pareció la más razonable.

¿Qué pusiste en la balanza de los pros y de los contras a la hora de marcharte a Reino Unido?

Realmente no sé si son pros o contras, pero los temas, que mi familia y yo pusimos sobre la mesa fueron:

  • El riesgo que suponía y el miedo al fracaso. No sabía si iba a ser capaz de encontrar un empleo allí.
  • El tener que sacar a mis hijos y a mi mujer (ella tenía su trabajo aquí) de su entorno.
  • Cómo nos iba a afectar como familia el periodo inicial en el que yo iba a estar allí y ellos aquí (consideramos que era lo mejor para todos).
  • Que había muchas cosas del sector de las infraestructuras en España que no me gustaban y que sentía curiosidad por probar otras cosas.
  • Que las aventuras de este tipo es mejor hacerlas porque te apetece y no por necesidad, como era nuestro caso.

¿Cómo fue el proceso? ¿Qué pasos seguiste?

Una vez tomada la decisión. Solo había que ponerse a trabajar.

Enero-Febrero-Marzo 2014. En esta fase inicial hice básicamente dos cosas: recopilar toda la información que pude sobre el mercado de trabajo en Inglaterra (incluyendo el hacer contactos) y prepararme para dar el salto. Y aquí la Asociación me ayudó mucho. Hice un curso de Vaughan a través vuestro y también asistí a los talleres que impartís de redes sociales y que me ayudaron mucho a comprender cómo funciona LinkedIn y la importancia del networking y de los contactos. Por otro lado, me pusisteis en contacto con Adam, uno de vuestros colaboradores, quien me ayudó mucho a conocer cómo piensan los ingleses y cómo funcionan allí las entrevistas de trabajo. Me compré varios libros. Buscaba información por internet. Empecé a contactar y hacer videoconferencias con otros españoles que ya habían dado el paso. Les preguntaba el proceso que habían seguido ellos, cómo habían conseguido sus trabajos, cómo lo habían hecho con sus respectivas familias (si las tenían, muchos eran chicos jóvenes), en qué habían tenido más dificultades, etc.

MarioCambridgeFallas 2014. Primer viaje “comercial” a Londres. Lo hice coincidir con Fallas para no tener que dar explicaciones con mis jefes. En los tres días que estuve allí traté de reunirme con algunos de los contactos que había hecho. También me reuní con Sofía, que era la Delegada en el Reino Unido del Colegio de Ingenieros y su labor, entre otras cosas, era la de ayudar a los ingenieros de caminos que queríamos empezar allí. Le comenté mi intención de dejar el sector de los prefabricados y dedicarme al área del ferrocarril. Ella me dijo que lo veía complicado y que era mejor que me enfocase en aquello que sabía hacer. En aquel momento no  comprendí porque me lo decía. También me reuní con el representante de la institución de ingenieros civiles allí y me comentó que tenía un buen nivel de inglés y que con la experiencia que tenía no creía que fuese complicado el formar parte de la institución, hecho que podría ayudarme en mi búsqueda. En ese mismo viaje, paseando por el centro de Londres, me di cuenta de que aquello iba en serio y de que realmente me veía viviendo allí con mi familia.

Abril-Mayo-Junio 2014. Búsqueda activa de empleo desde España. Envíe unas 60 aplicaciones a distintos puestos. Puse mi foco en el sector del ferrocarril. Además, en un principio, descarté aplicar en procesos de selección abiertos en empresas españolas porque me apetecía trabajar en una empresa inglesa. Entonces me di cuenta de que en todos los procesos me descartaban en los primeros pasos. En Reino Unido las empresas suelen tener un tamaño más grande que en España y la selección de personal está muy protocolizada. Sentía que no me tomaban en serio. Descubrí la importancia que tiene para los ingleses el hecho de tener experiencia previa en el país. También tener una residencia allí es importante por lo que me compré un móvil inglés y empecé a poner la dirección de un amigo en mi curriculum. Tras tantas negativas estaba un poco desanimado y empecé a plantearme algunas opciones alternativas para conseguir mi primera experiencia inglesa (hacer un máster allí, hacer trabajo de voluntariado, contactar con alguna empresa española…)

Julio 2014. Segundo viaje “comercial”. Nuevamente lo hago coincidir con mis vacaciones para no alertar a mis jefes.  A través del Colegio de Ingenieros de Caminos había contactado con gente de empresas españolas en Reino Unido y concerté una entrevista. También me vi con algunas empresas inglesas que se dedican a los recursos humanos pero lo único que me ofrecían era irme a Oriente Medio. También me reuní de nuevo con Sofía quien me insistió en que buscase trabajo en el sector del prefabricado que es donde realmente tenía experiencia y me olvidase del ferrocarril. Fue ella la que me facilitó el contacto de una empresa del sector en la que esa misma semana concerté una entrevista. La cosa fue bien. Me dijeron que no tenían en ese instante un puesto específico que cubrir pero que creían que podía tener cabida en la empresa. Las condiciones laborales de las que me hablaron estaban muy bien: buen salario, coche de empresa, seguro médico. Trabajar para ellos implicaba vivir en los Midlands, en el centro de Inglaterra, lo cuál era más fácil a nivel familiar. Integrarse en familia en Londres podría resultar complicado.

Agosto 2015. Dejo mi puesto de trabajo en Valencia.

Septiembre 2015. Me llega la oferta en firme de la empresa inglesa y marcho a hacer la entrevista definitiva. ¡He conseguido mi primer trabajo en Reino Unido!

A posteriori vino el lío de encontrar casa, elegir el barrio en el que vivir, aprender a conducir allí, etc. Para ello, también tiré de contactos. Recordé que un amigo de mi pueblo, Elda, que era ingeniero aeronáutico viajaba con frecuencia a la zona de Derby porque Rolls-Royce tiene aquí una fábrica de motores para aeronaves. Él me puso en contacto con otro Español que vivía allí y que me informó sobre colegios, que zonas eran mejores para vivir, etc.

¿Qué labor estas desempeñando allí?

Esa primera experiencia laboral en el Reino Unido no fue bien. Desde el principio me resultó muy difícil entenderme con mis jefes. No teníamos los mismos conceptos. Además la empresa había entrado en concurso de acreedores, había sufrido una compra… Era todo muy confuso y no me adapté. Tenía un periodo de prueba de tres meses y me dijeron que no me iban a renovar. Intenté que reconsideraran su decisión, pero finalmente tras ocho meses en la empresa, me despidieron. Con la indemnización que me dieron me podía permitir vivir unos meses allí sin trabajar así que me dediqué a buscar un nuevo empleo a full time. Un día un colega me pasó una oferta. Era de una empresa que llevaba tiempo intentando cubrir una plaza que se ajustaba perfectamente a mi perfil. Era la horma de mi zapato. Apliqué y enseguida hubo feeling. El proceso además fue muy rápido porque mi mujer estaba a punto de dar a luz y yo tenía un billete comprado para asistir al nacimiento de mi tercer hijo. Al final el pequeño se adelantó y el día que yo hacía la entrevista definitiva en la empresa mi mujer ingresaba en la Fe.

En la segunda parte de esta entrevista, Mario analizará el por qué fracasó en esta primera experiencia, cuál es su labor en su actual empresa, cómo ha sido la adaptación familiar a la vida inglesa o cómo el Brexit está afectando a la comunidad europea en Reino Unido.

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