Si quieres ser una de esas personas que todos los días aprende, debes trabajar, al menos en estas dos direcciones: cambiar de mentalidad y ser más curioso. Porque, como dice Antonio Garrigues Walker en este video aprender algo nuevo cada día, es básico.
Pero ¿se puede ser más curioso?. A continuación, te damos algunas pistas:
- Nunca des nada por supuesto
- Haz preguntas (de forma implacable)
- No consideres que algo es aburrido de entrada. Todo puede ser interesante.
- Intenta hacer cosas nuevas. Por ejemplo, por empezar por algo sencillo, lee cosas que no tengan nada que ver con lo que haces o con lo que lees habitualmente.
- Enfócate en lo que te gusta. Tu curiosidad no tiene por qué limitarse a lo que haces o tienes que hacer, puedes aplicarla a cualquier cosa.
Las personas curiosas aprenden más y más, debido a su curiosidad. Es una excelente palanca de motivación. Además, algunos consideran que es una de las habilidades o actitudes clave a cultivar. Seguro que alguna vez habéis oído la frase de Einstein: No tengo un talento especial, solo tengo una gran curiosidad.
Porque la curiosidad:
- Convierte la mente en algo siempre activo y, puesto que podemos comparar la mente con un músculo, éste estará más fuerte si somos curiosos.
- Hace que esperes y anticipes nuevas ideas que, de otra forma, podrían pasar ante ti sin verlas y, por tanto, nos ayuda a resolver mejor cualquier tema y, por supuesto, a ser más creativos e innovadores.
- Hace que tu vida sea más excitante, porque nada es para ti rutinario, todo tiene algo que atrae tu atención.
- Nos hace más humildes, porque somos conscientes de que siempre estamos aprendiendo.
Además, las investigaciones demuestran que la curiosidad no disminuye con la edad y que es vital para los individuos y para las organizaciones. Incluso para los resultados de estas últimas. De hecho, cultivándola en todos los niveles, los profesionales que las integran:
- Se adaptan mejor a las condiciones inciertas del mercado y a la presión.
- Desarrollan un pensamiento más crítico y surgen soluciones más creativas, tanto en trabajos considerados creativos como considerados como no creativos (que no significa que no lo sean)
- Genera relaciones más colaborativas y de confianza y, como consecuencia se reducen los conflictos y mejora el trabajo en equipo
También las organizaciones pueden incrementar la curiosidad de sus empleados.
- Contratando personas curiosas
- Haciendo que los líderes de la organización hagan preguntas e inciten a hacerlas e, incluso, propiciando días para trabajar la curiosidad con metodologías o con planteamientos en ese sentido.
- Priorizando objetivos de aprendizaje. Son muchos los estudios que demuestran que contextualizando el trabajo en torno a objetivos de aprendizaje (desarrollo de competencias, adquisición de habilidades, mejora de la gestión de nuevas situaciones y otros) más que en torno a objetivos de resultado, aumentan la motivación de los profesionales.
- Dejándoles explorar y ampliar sus intereses dándoles tiempo y recursos para ello.
Porque los profesionales y los líderes de las empresas y organizaciones no lo saben todo. De hecho, es imposible. Las cosas cambian tan rápido que lo que funcionó hasta ayer no garantiza que funcione mañana. Por eso, todos ellos deben ser curiosos y conocer cómo hacer las preguntas que los lleve a considerar nuevas ideas.
Sin embargo, para trabajar en esta línea, las organizaciones deben superar la barrera de la búsqueda de la eficiencia frente a la exploración, que puede traducirse en el foco en los costes en lugar de en el beneficio. Lo que no significa que la empresa realice dejación de funciones en el primero de los ámbitos si las acciones para incrementar la curiosidad están bien enfocadas y planteadas.