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¿Qué debe hacer una organización del siglo XXI que quiera estar siempre a la última? Hasta principios de siglo, una buena cantidad de respuestas nos llevarían al terreno de ir por delante de la competencia, de invertir más en I+D y de continuar creando e innovando a puerta cerrada, en la más estricta confidencialidad.

Sin embargo, solo unos años después de la inauguración del nuevo siglo y marcado por la irrupción de una era, la digital, que tanto ha cambiado la forma de crear, hacer y entender los negocios, quedó claro que ese modelo de innovación tradicional, “en secreto”, ya no lleva per sé a hacer las cosas de forma diferente.

Y si no que se lo digan a gigantes como Nokia, Blockbuster o Kodak… Ya desde principios de siglo, el entorno VUCA exige a las organizaciones contar con nuevas fórmulas para seguir estando a la última en la carrera por hacerse con el pódium en innovación. Llegó el momento de implantar una consolidada estrategia de innovación abierta.

Para ejemplarizar este cambio en la forma de hacer innovación, extraemos aquí unos datos de un reciente informe publicado por la Fundación COTEC denominado “Modelos de Innovación Abierta. Una aproximación autonómica” -los miembros de Blue red pueden acceder al mismo a través de este enlace a la Know Box– que extraen de la Community Innovation Survey realizada por la Comisión Europea.

De 1996 a 2006, en el seno de la Unión Europea, “el porcentaje de empresas que tenían acuerdos de colaboración con otros socios para realizar pro­yectos de innovación” representaba la cuarta parte dentro del conjunto de empresas que realizan actividades de innovación”. De 2006 a 2016, este porcentaje se elevó hasta representar “la tercera parte de empre­sas innovadoras”, cifras que denotan el incremento en el nivel de confianza de las organizaciones, tanto públicas como privadas, en la innovación abierta.

Y es que los primeros proyectos de innovación abierta se realizaron en ámbitos universitarios y en centros de investigación hasta que con la crisis de 2008, el ritmo al que se necesita innovar se aceleró tanto que ha sido capaz de cambiar el paradigma con el que las organizaciones alcanzan resultados creativos, innovadores y viables. Ahora ya no es factible contar únicamente con el talento interno para garantizar la competitividad, e incluso la propia supervivencia, porque, por muy preparado y brillante que sea este, la situación es ahora completamente diferente. Como explica la directora de Innova&acción, Olga Broto, “hoy en día las industrias evolucionan muy rápido, las habilidades son ‘transitorias’ y la competencia cada vez es más feroz”.

Hoy en día, ser competitivo manteniéndose aislado es prácticamente imposible.

Por tanto, las organizaciones necesitan ser, ahora más que nunca, más ágiles, flexibles; deben saber anticiparse a los cambios; deben renovar y ampliar continuamente las competencias de sus profesionales, y generar conocimiento nuevo, también de forma constante.

Para pensar diferente, sal de tu entorno y abre tu innovación

Según el creador del término innovación abierta (2003), Henry Chesbrough, esta se define como “el uso de entradas y salidas intencionales de conocimiento para acelerar la innovación interna”.

En otras palabras, podemos decir que la innovación abierta es la herramienta que permite a las organizaciones establecer nuevos entornos de trabajo colaborativos, focalizados en obtener innovación, entre el talento interno, y los agentes externos que pueden ser clientes, proveedores, emprendedores, startups, talento independiente… e incluso la propia competencia. Por tanto, son las propias organizaciones las que deben ser capaces de ver el valor de abrirse al exterior para aprovechar las oportunidades que ofrecer la co-creación, y, por supuesto, estar dispuestas a compartir los beneficiosos resultados de dicha colaboración.

Ahora bien, ¿cómo hacerlo? La innovación abierta se puede llevar a la práctica a través de diferentes modelos, por ejemplo, en función de los agentes externos con los que la organización quiera poner un proyecto de esta tipología en marcha, o a quién se asocie la propiedad intelectual de los resultados obtenidos.

El objetivo que toda organización debe buscar con un proyecto de innovación abierta es encontrar ideas innovadoras allí donde estas se encuentren.

Una de las formas de clasificar estos modelos de innovación abierta es la relacionada con la “gestión de la propiedad intelectual” de las soluciones resultantes. En este sentido podemos hablar de la innovación abierta IN y OUT.

  • Innovación abierta IN: Las empresas se nutren del conocimiento de talento externo para encontrar soluciones innovadoras a desafíos reales. En este caso, las organizaciones “se abren” al talento explicando cuáles son sus retos, de tal modo que cuentan con la información necesaria para empezar a trabajar en posibles ideas que sirvan a los proyectos de innovación de la corporación. Una vez cuentan con esas propuestas, empiezan a implantar tales propuestas de forma interna, cerrada. Es habitual que desarrollen una propiedad intelectual propia.

Este es el caso del Hackathon Innova&acción Business Challenge. En él, Innova&acción selecciona meticulosamente, en función del reto planteado por las organizaciones que participan, a los perfiles que integrarán los equipos de alto rendimiento con el objetivo de que, en tan solo 24 horas, y sin conocerse previamente, la co-creación, la diversidad y las metodologías aplicadas den como resultado soluciones creativas, innovadoras, viables y de aplicación real tanto a corto como a medio o largo plazo por parte de la empresa para la que trabajan durante esas intensas horas.

          *Foto de archivo*. Hackathon Innova&acción Business Challenge 2019.
  • Innovación abierta OUT: Por su parte, en la innovación abierta calificada como OUT, se crean plataformas colaborativas en abierto con la finalidad de trabajar en comunidad, favoreciendo así la creatividad fruto de la co-creación. En este caso, la gestión de la propiedad intelectual no se atribuye a una corporación o entidad pública, si no que los resultados obtenidos pueden ser utilizados y aplicados por cualquiera que quiera usarlos para innovar.

Un ejemplo reciente de este tipo de innovación abierta es el Climathon, una iniciativa global promovida diversas instituciones bajo el programa promovido por EIT Climate-KIC y en la que han participado este 2020 más de 140 ciudades de todo el mundo. En Valencia tuvo lugar los días 13 y 14 de noviembre, en remoto, e Innova&acción ha sido la oficina técnica del proyecto.

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Equipo trabajando de forma colaborativa durante el hackathon de innovación abierta 
en remoto, ClimathonVLC 2020. 

Bajo estos dos modelos de innovación abierta, son muchas las fórmulas que podemos encontrar pero, sea cual sea la fórmula que una organización elija para hacer innovación abierta, lo destacado aquí es que esta forma de innovación se está ganando la confianza del mundo empresarial, incluso en los sectores más tradicionales.

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