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La semana pasada celebramos un nuevo encuentro de nuestro Club de Desarrollo Personal y Liderazgo y en esta ocasión, pusimos el foco en la Inteligencia Conversacional. Para la ocasión contamos con Francesc Selva especialista en training para empresas en el ámbito de la Inteligencia Conversacional y las Habilidades Directivas.

En el entorno competitivo en lo que nos movemos hoy en día las conversaciones van más allá de un simple intercambio de información y tienen consecuencias importantes en la consecución de resultados y en el bienestar de las personas, tanto en el ámbito personal como en el profesional.

Durante la sesión conocimos de la mano de Francesc las 5 Reglas de Oro basadas en la Inteligencia Conversacional y en la Neurociencia que nos ayudan a abordar las conversaciones de nuestro día a día de forma la forma más efectiva.

Las interacciones que vamos teniendo en nuestros día a día con otras personas, como las conversaciones de otras personas, influyen en nuestro trabajo, en nuestra satisfacción o en nuestra motivación.

 

Por este motivo, para generar una conversación sana no sólo importan los resultados, sino que es crucial que se genere confianza, compromiso y que nos ayude a ampliar perspectiva lo que nos llevará a tomar mejores decisiones.

La inteligencia conversacional es la capacidad que tenemos las personas para que sucedan conversaciones sanas tanto a nivel individual como en la empresa.

 

Para esto, hay que entender cómo funciona nuestro cerebro que se compone de distintas estructuras neuronales. Una de las más importantes es la reptiliana, que se activa cuando el sistema se encuentra en amenaza. Esta, la más primitiva, está preparada para responder de manera automática: es decir, está únicamente preparada para correr, luchar o quedarse quiero.

Esta puede activarse cuando el interlocutor se siente amenazado, cuando no tiene confianza, cuando le afecta a su ego o cree que le están atacando sus ideas o cree injusto lo que se le está diciendo y el cerebro lo detecta como una amenaza.

Otras las estructuras, es la amígdala y tiene la función de activar el sistema reptiliano si detecta un riesgo. Sin embargo, si tenemos el objetivo de mantener una conversación sana lo que necesito es que funcione mi la parte racional, lo que se denomina estructura del neocórtex, para ser más efectivo en dicha interacción.

El objetivo es, por lo tanto, tratar de no activar ni mi amígdala ni la de la otra parte en una interacción, ya que, en ese caso, se desconecta el neocórtex o la parte racional para abordar la conversación y haremos que la situación se tense.

Para abordar todo esto, existe un método llamado Diálogo HCC y se basa en las cinco reglas de oro.

  1. Concreta o identifica un buen objetivo. Un buen objetivo de algún modo tiene que englobar a la otra parte, asegurándonos de que entendemos el punto de vista del otro. De esta manera conectamos con los intereses del otro, permitiéndonos llegar a un acuerdo.
  2. Regular nuestra actitud interna. Esto supone que la energía que emitimos sea una energía que ayude a que la otra parte nos escuche, diciendo las cosas adecuadas, para que la parte reptiliana de la otra persona no se active. El sensor más rápido para que nos ayuda a entender esto son las emociones que sentimos hacia la otra persona.
  3. Mantener una conversación relevante. Esto implica ser persuasivo, es decir que la otra persona nos escuche. En ese sentido, es conveniente empezar a hablar con la descripción del problema, para finalmente explicar lo que queremos y no al revés.
  4. Construir puentes de comunicación. Unos de los consejos es utilizar nexos de conexión y amortiguadores de energía, es decir, mostrar a la otra persona que has entendido su parte para que la energía de tu interlocutor baje y, de esto modo, estará más dispuesto a escuchar.

 

  1. Decidir y concretar acciones. Es el momento de desactivar tanto nuestra parte reptiliana como la de nuestros interlocutores.

Para concluir la sesión, Francesc compartió algunos consejos para hacer de nuestras conversaciones diarias situaciones más sanas como, por ejemplo, detectar los pensamientos que tenemos en ese momento para cambiarlos por otros que nos ayuden a abordar de manera más efectiva la situación.

En resumen, la inteligencia conversacional ayuda a la empresa a que su plantilla sea capaz de hablar de manera más proactiva y asertiva, lo que implica mejores resultados y mejor clima. También nos ayuda a tener conversaciones mucho más profundas consiguiendo acuerdos más sólidos y personas más comprometidas. Además, aporta herramientas para ir construyendo una cultura de confianza dentro de la organización.

Entrevista a Francesc Selva, Trainer en Inteligencia Conversacional en la Empresa, ponente de nuestro Club de Desarrollo Personal y Liderazgo, Inteligencia conversacional y neurociencia enfocadas al liderazgo.

Si quieres eres miembro de Innova&acción puedes Ingresa a la Know box para acceder a la entrevista completa. Y, si quieres participar en nuestro próximo encuentro, permanece atento a nuestra web. ¡Pronto os daremos más detalles!

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