fbpx

A la capacidad que nos permite generar ideas originales y que aporten valor la llamamos creatividad. Aunque es una capacidad fundamental para nuestra evolución como seres humanos, su investigación en profundidad es reciente, ya avanzado el siglo XX, y con una gran cantidad de enigmas que quedan por resolver sobre su funcionamiento.

Aunque todos tenemos esta capacidad creativa, como nos recuerda Manuela Romo en su recomendable libro “Psicología de la creatividad”, nuestro desempeño creativo no es trasversal en todas nuestras facetas de la vida. Un diseñador de moda puede ser altamente creativo a la hora de crear una colección, pero muy poco creativo cuando tiene que hacer viable su firma de moda. En el diseño de moda, como en todos los ámbitos creativos, hay muchos ejemplos de personas altamente creativas que no han tenido éxito al aplicar su capacidad creativa para poder vivir profesional o empresarialmente de la misma.

Por nuestra experiencia formando en creatividad y emprendimiento en universidades y escuelas de negocio. Siempre nos ha llamado la atención como alumnos que en las materias de creatividad demostraban un alto desempeño a la hora de aportar ideas originales y hacerlas realidad; cuando se tenían que enfrentar a crear un proyecto empresarial se bloqueaban por completo y si decidían emprender, a los pocos años tenían que cerrar porque el negocio era inviable.

Este fracaso profesional afectaba a su autoestima creativa y desemboca en perdida de motivación, desencanto profesional y bloqueo creativo. Autores como Teresa Amabile, una de las mayores expertas mundiales en creatividad empresarial, demuestran cómo la motivación es un factor clave en el desarrollo creativo. Entonces, por qué una persona está altamente motivada a pasar horas diseñando, escribiendo, programando en estado de fluir, como define el profesor Csíkszentmihályi, pero cuando tiene que plasmar esa creatividad para desarrollar proyecto que tienen que ser viables cae la motivación en picado.

Según nuestro análisis, tras años de mentorización y docencia, la razón fundamental es porque los conocimientos y el proceso creativo que le sirve para una cosa, programar, no le sirve para montar una empresa de desarrollo de software. Otra es que las técnicas y metodologías que usamos para la creatividad a la hora de programar o diseñar no son suficientes para construir un proyecto empresarial y a la inversa.

La buena noticia es que esta derivada del proceso creativo se puede aprender y entrenar, pero es indispensable la diferenciación para evitar confusiones. Los conocimientos que necesitamos para que nuestra creatividad pueda construir proyectos empresariales provienen de distintos campos como son el diseño estratégico, metodologías ágiles de proyecto, gestión empresarial, marketing, finanzas…

Por lo tanto, después de trabajar con miles de creativos de distintos países nos gustaría aportar el concepto de creatividad estratégica y diferenciarlo del de creatividad.

Entendemos por creatividad estratégica la capacidad que nos permite desarrollar un plan para generar un proyecto original, que aporte valor y sea viable. La creatividad nos permite generar ideas, resolver problemas novedosos y la creatividad estratégica nos permite definir y planificar proyectos profesionales, empresariales, sociales, nacionales.

El desarrollo de nuestra creatividad estratégica además nos permite desarrollar nuestra creatividad, porque ante nuevos retos y proyectos tenemos que seguir generando ideas nuevas que aportan valor. Por lo tanto, nuestra creatividad estratégica necesita contenidos y metodologías específicas. Esto ya lo podemos hacer formándonos en programas de formación empresarial aunque no estén específicamente pensados desde el paradigma de la creatividad estratégica.

Con esta aportación se abre un campo para explorar y debatir de forma colectiva. Esperamos que esta aportación de la creatividad estratégica ayude a alumbrar y generar buenos proyectos y satisfactorias carreras profesionales, así como evitar la desmotivación, la depresión y el hartazgo hacia la creatividad: una capacidad que nos identifica como seres humanos y que va a ser fundamental para nuestros retos personales y profesionales.

Escribe aquí tu comentario