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Aunque no lo parezca, la frase “los datos son el nuevo oro negro” nos acompaña ya desde hace más de una década, cuando se extendió la necesidad de las organizaciones de recopilar y almacenar datos. Datos de consumidores, de proveedores, de empleados… ¿La finalidad? También múltiple: conocer mejor al cliente para adelantarnos a sus necesidades y customizar las existentes, a nuestros proveedores para saber con quién se podría plantear estrategias de co-creación, o a nuestros empleados para ofrecerles óptimas experiencias onboarding pero también para saber quiénes son adecuados para un ascenso, un cambio de paradigma que implica reestructuraciones… Tantas finalidades como organizaciones y datos hay.

Sin embargo, esa evolución tecnológica que nos permite hablar hoy de machine learning, o inteligencia artificial, y no solo de Big Data, no se plasma, o al menos no al nivel que la tecnología plantea, en el uso y explotación de los datos para obtener verdadera diferenciación, es decir, para hacer innovación. Según el invitado al último Encuentro Innova&acción, Fran Castillo, “diseñar un nuevo marco de trabajo en el que los datos se utilizan como una capa de innovación está en una etapa todavía embrionaria para la gran mayoría de organizaciones”, explicaba nada más iniciar la sesión.

Según estudios consultados por Innova&acción, “el 72% de las compañías a nivel mundial no cuenta con una estrategia de análisis de datos”. Y es que la mayoría de las empresas usan los datos como modelo meramente descriptivo o para la optimización. Otras ya han dado un paso más hacia un modelo de uso de datos más estratégico que ayuda a la predicción (del comportamiento usuarios, por ejemplo), siendo todavía un reducido número las que usan los datos en un modelo cognitivo que les ayuda a detectar nichos de mercado en los que incrementar su propuesta de valor, desarrollando o mejorando productos digitales. La complejidad en esta transformación es que el data-driven innovation exige la hibridación de personas y tecnología, alta comunicación entre áreas, entender cómo funcionan algunos aspectos de los algoritmos, hacer frente a los posibles errores de la Inteligencia Artificial, en definitiva, desarrollar nuevas formas de explotar los datos.

Data-driven innovation es la forma estratégica en la que se da forma y se extraen nuevas propuestas de valor, a partir de un nuevo modelo de uso y manejo de datos, que a su vez contribuye a extender el modelo de negocio”, apuntaba Fran.

De forma sintética, podemos decir que Data-Driven Innovation es la evolución natural, la actualidad, del conocido Business Intelligence. Una empresa data-driven controla y explota de manera consciente el ciclo del dato, de tal manera que no solo se enfoca a la venta transaccional si no a la creación de valor, a la extensión de su propio negocio. Su ventaja reside en la capacidad de la organización data-driven de usar datos para crear nuevos productos y servicios, implantando la tecnología adecuada, creando una verdadera cultura del dato lo que implica formar y cambiar el mindset de los profesionales que integran la empresa.

El uso de los datos para la innovación debe ser capaz de cumplir objetivos como aumentar el tiempo de vida media de nuestros clientes o el número de clientes y su ticket medio, por poner algunos ejemplos que se citaron en la sesión. “Con estas metas presentes, se empieza a trabajar con los datos para que den forma a productos, para que sean la capa transversal de la innovación. Debemos encontramos nuevas formas de monetizar las bases de datos”.

Y para que los miembros de Innova&acción presentes entendiesen las fases y las ideas clave que ayudarán a sus organizaciones a convertirse en data-driven, Fran fue desgranando las etapas y elementos clave a tener en cuenta en su creación, combinado con ejemplos reales de empresas que han transformado su propuesta de valor gracias al buen uso e interpretación de los datos.

A lo largo de la sesión el caso práctico de un gimnasio nos sirvió para ver cómo hacer posible el cambio en la relación de las empresas con los datos. Así, abordamos aspectos en torno a:

  • La detección de nichos de mercado y el desdibujado de fronteras entre industrias que se produce como consecuencia de la tecnología al ir más allá de analizar solo las necesidades del mercado.
  • El proceso que se llevó a cabo incluyó el establecimiento de métricas y la consciencia de saber qué sabían y qué no sabían.
  • La interrelación de bases de datos y la hibridación de perfiles y espacios de comunicación.

Y del caso, a la práctica que ayuda a fijar conceptos y nuevos conocimientos. Con una template diseñada para las dinámicas que acompañan los Encuentros Innova&acción, los participantes pudieron examinar esas posibles fuentes de inspiración para innovar a través de los datos…

“Si algo destaca de las organizaciones data-driven es que se pone en valor el papel de las personas capaces de interpretar y dar forma a los datos que reúnen departamentos como atención al cliente, comunicación, diseño, finanzas, ingeniería, en definitiva, del conjunto de áreas o departamentos que manejan, a veces sin saberlo, datos útiles para la innovación”.

Se trata de entender el negocio en base a los datos, de comprender qué significa ser digital, de asumir desarrollos tecnológicos que favorezcan la hibridación de modelos de negocio que nos lleven “de productos a plataformas”, y la introducción de Inteligencia Artificial”.

En definitiva, se trata de innovación impulsada no solo por la tecnología sino por el cambio de significado, por la observación de los datos de una forma diferente para anticiparnos a tendencias, de crear productos digitales innovadores, basados en datos.

A continuación, te dejamos un extracto de la entrevista realizada a Fran Castillo tras el Encuentro

Si eres miembro de Innova&acción, puedes acceder a la entrevista completa realizada en este enlace a la sección de Atacama.

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