Como reza la presentación de nuestro próximo encuentro de Innova&acción “cuando se habla de innovación y, sobre todo, cuando se habla de disrupción, suelen encontrarse ejemplos de empresas de consumo que se dirigen al cliente final”. De hecho, cuando hablamos de innovación disruptiva o radical a todos nos vienen a la cabeza empresas como Netflix, Amazon, Uber o Airbnb. Sin embargo, de las empresas de sectores industriales poco o nada suele decirse. Y precisamente las empresas industriales hoy más que nunca necesitan de la innovación, de la innovación más disruptiva o radical, puesto que las dinámicas de los mercados son cada vez más competitivas y diferenciarse resulta cada vez más complejo.
De hecho, la innovación siempre ha jugado un papel importante en la industria, pero hoy en día es ya un imperativo. Los mejores innovan de forma regular. Además las reglas del juego han cambiado. En 2025 la mayor parte del consumo a nivel mundial se realizará en países en vías de desarrollo. Y estos cambios en la demanda coincidirán en el tiempo, o están coincidiendo ya, con el auge de nuevas tecnologías y materiales como los nanomateriales, la impresión 3D, la robótica, el blockchain o la Inteligencia Artificial. Además los márgenes de error, dada la competencia y la voracidad de los mercados, son cada vez más escasos. Por tanto, la industria requiere de la innovación más que nunca y la innovación necesita ser más innovadora si cabe que en el pasado.
A la vista de la importancia que tiene la innovación para la transformación de los sectores industriales y a la espera de lo que Mariona Sanz, directora de Girbau Lab, el laboratorio de innovación de la empresa de lavandería industrial Girbau, nos cuente sobre cómo desde la empresa están enfocando sus procesos innovadores, vamos a analizar las peculiaridades de la innovación en el sector industrial, sobre todo de aquella innovación más disruptiva.
Pero primero, vamos a dar una definición al concepto de innovación disruptiva. Esta se define en contraposición con la innovación lineal o evolutiva que consiste en hacer evolucionar y mejorar los productos y procesos ya existentes. Por el contrario, la innovación disruptiva es una innovación que debido a su existencia, genera un nuevo mercado alrededor, distinto al que había antes, a la vez que hace tambalear los mercados existentes previamente y a los líderes y principales actores de ese mercado.
PARA SABER MÁS
La primera vez que se acuñó el término de Innovación Disruptiva fue en 1995 en el libro The Innovator’s Dilemma de Clayton M. Crhistensen que analizamos en profundidad en nuestro Professional Reading Club.
¿Cómo puede una empresa industrial hacer una innovación más innovadora?
Para innovar de forma disruptiva son muchos los factores que deben de tenerse en cuenta. Veamos algunos de ellos:
- La innovación debe ser ominipresente en todas las capas de la organización, no solo en los departamentos de I+D, para ello es necesario crear una verdadera cultura innovadora en la empresa.
- La innovación debe estar sustentada por las tecnologías de la información a través de sistemas ERP que se apoyen en tecnologías como el cloud computing, sistemas móviles y big data. Solo así se podrán crear entornos de colaboración sólidos y útiles y será más fácil tomar decisiones estratégicas.
- La innovación debe estar abierta a colaboraciones.
- La innovación debe estar impulsada por el mercado. Es decir, tiene que resolver una necesidad del cliente, sea este consciente de que la tiene o no.
- El alcance de la innovación debe ser global.
- La innovación debe ser ágil.
- La innovación debe ser segura.
Algunos ejemplos de innovación disruptiva en sectores industriales
Quizá el ejemplo más paradigmático de innovación radical en un sector industrial es el de la creación de los vehículos a motor por parte de la empresa estadounidense Ford. Aunque pueda parecer otra cosa, realmente la “tecnología” que propicio esta innovación disruptiva, fue la cadena de montaje o producción en cadena que posibilito fabricar vehículos a motor a gran escala y con unos precios razonables.
En la actualidad, el sector de la automoción vuelve a ser punta de lanza en cuanto a innovación radical se refiere gracias a los coches autónomos.
Otra industria que se ha volcado con la innovación es la industria agroalimentaria. No en vano tienen frente a ellos uno de los retos más complejos a los que se va a enfrentar la humanidad. Se espera que la población mundial, que en la actualidad es de 7.000 millones de personas, llegue a superar los 9.000 millones en 2050. La industria alimentaria deberá, por tanto, ser capaz de producir alimentos suficientes, seguros y de calidad con unos recursos naturales finitos y cada vez más sobreexplotados.
La impresión 3D de comida, los drones agricultores o las creación de granjas en medio del mar son algunas de las ideas disruptoras que se barajan.
Por ejemplo, el arquitecto Javier Ponce de Forward Thinking Architecture ha diseñado una granja que cuenta con una estructura de 24 metros de alto y tres niveles con paneles solares en la parte superior para proporcionar energía. El nivel medio cultiva una variedad de verduras en un área de 51,000m2, sin usar suelo sino nutrientes en líquido. Estos nutrientes y materia vegetal caerían en la capa inferior para alimentar a los peces, que se crían en un espacio cerrado. Una sola granja flotante inteligente de 350 x 200 m produciría aproximadamente 8.1 toneladas de vegetales y 1.7 toneladas de pescado al año.
Otro ejemplo, este de la industria farmacéutica o cosmética, son las píldoras de protección solar. El cáncer de piel tiene una incidencia cada vez mayor pese a que existen en el mercado muchas cremas y lociones con protección contra los rayos UV. Una mala aplicación de la mismas, su “incomodidad”.
La aparición del iPod o de los teléfonos celulares, también son grandes ejemplos de innovaciones en sectores industriales que han revolucionado su sector.
Nos gustaría finalizar este artículo con una cita de Marcelo Berenstein que dice:
Cuidando el negocio actual…. ¡puedes perderte el negocio del futuro!