¿Quién no consume ciertas marcas por el hecho de que su propósito coincide con valores personales, y no solo por el producto o servicio que ofrecen? A esta palpable realidad, añadimos el hecho de que en Innova&acción defendemos la idea de que más que empresas innovadoras existen personas innovadoras pues, al fin y al cabo, la innovación la hacen posible los propios profesionales. Situando así a las personas en el centro de toda acción de innovación, hemos querido despedir esta temporada con una sesión dinámica en la que los protagonistas fueran los individuos que componen el club Innova&acción, al tiempo que conocer cómo descubrir nuevas formas de presentar nuestra organización al mundo. En esta ocasión, y a través de múltiples dinámicas individuales y colectivas, las tres horas de Encuentro se enfocaron a trabajar el propósito, eso sí, desde el cuerpo y no desde el intelecto.
“El objetivo es dar coherencia a las palabras utilizando el cuerpo para buscar así un propósito personal, válido para crear el colectivo u organizacional”, explicaba nuestro invitado Cristian Figueroa. Y para ello, una premisa: sentir lo que el cuerpo nos dice, pues “en la creación de las redes conversacionales interfieren tanto el lenguaje como las emociones”, añadía.
Para romper el hielo, “empezamos a evaluar cómo estáis a nivel energía” y para ello, Cristian hizo uso de lo que en TejeRedes llaman el animómetro:
Tras conocer los niveles de energía y los motivos por los cuales cada uno estaba más o menos “cargado”, empezó la sesión, como no podría ser de otra manera, moviendo el cuerpo, “bailando”. Buena música y ejercicios de reflexión en este Encuentro Innova&acción con el que nos pusimos en movimiento para trabajar el propósito.
Usando términos tradicionales, el propósito organizacional puede ser definido como el resultado de combinar misión, visión y valores. En el plano personal es lo que guía el camino vital, aunque en ocasiones ni siquiera nos paremos a pensar en ello.
El propósito tiene 3 elementos fundamentales, y dos complementarios. Sin uno de ellos, el propósito desaparece: qué hago, para qué lo hago, cómo lo hago. Dónde y con quién. Cinco preguntas sencillas, cinco complejas respuestas.
Para llegar a ellas, múltiples dinámicas y ejercicios sobre los cuales los participantes trabajaron y reflexionaron sobre el propósito personal desde el cuerpo, y no desde el intelecto.
Uno de los ejercicios planteados por Cristian tenía como reto representar esas respuestas con dibujos que luego fueron traducidos en movimientos. “Vamos a poner en movimiento tu historia”. Y tras conocer las distintas historias de los miembros de Innova&acción, una pausa para coger energía antes de empezar a trabajar en grupos entorno a tres ejes principales: la exploración, la honestidad, y el aprendizaje.
Cada uno de los equipos trabajó en la segunda parte del Encuentro de forma colaborativa con el objetivo de establecer acuerdo para explorar qué movimientos definen mejor esas tres palabras sugeridas por Cristian. Coordinación y, principalmente conexión y empatía también con el propósito de cada uno de los miembros del grupo de trabajo en una atmósfera virtual de lo más acogedora para innovar en el propósito desde el cuerpo.
Como suele ser habitual, la sesión finalizaba con preguntas y reflexiones en voz alta del proceso interior que habían experimentado desde que arrancó este Encuentro Innova&acción.
A continuación, te dejamos un extracto de la entrevista que realizamos a Cristian Figueroa tras el Encuentro.
Si eres miembro de Innova&acción, puedes acceder a la presentación y a la entrevista completa a través de este enlace a Atacama, el observatorio de la innovación.