La sociedad se encuentra en un proceso de cambio constante en un mundo cada vez más competitivo y globalizado. Con este cambio constante, las organizaciones requieren profesionales cada vez más creativos. Por ello se da un importante incremento del interés en las organizaciones por el fomento del emprendimiento, por la creación de departamentos de investigación, innovación y desarrollo, que fortalezcan la creación de nuevas unidades de negocios; y en consecuencia un incremento del interés en la búsqueda de talento con un perfil innovador.
Por esta razón, también cada vez más empresas se preocupan por desarrollar en sus empleados la competencia de creatividad e innovación, entendida en el campo de la psicología de las organizaciones como la “capacidad de realizar una búsqueda sistemática de oportunidades y soluciones de problemas a través de maneras diferentes de pensar y de actuar, que suelen materializarse en productos y servicios nuevos que satisfacen las necesidades de un público objetivo”.
La innovación es una habilidad empresarial tan clave como necesaria hoy en día.
Dado que en el mundo actual las cosas son tan fáciles de copiar y la transferencia de conocimientos es tan rápida, si no se innova, la ventaja a nivel competitivo de cualquier empresa desaparece muy rápidamente. Como la innovación se produce a través de las personas, atraer talento con las competencias adecuadas se convierte en una auténtica necesidad para las empresas.
Algunas competencias del perfil innovador
Mentalidad curiosa
Para un profesional innovador cuestionar y salir de su zona de confort es parte de su día a día.
Es esta mentalidad la que ayuda a los innovadores a relacionar situaciones cotidianas con necesidades que luego llegan a transformarse en nuevas ideas de productos o servicios, procesos, usos, .
Si a esto le añadimos la iniciativa de llevar adelante las ideas y la proactividad de hacer lo necesario para conseguirlo, estaremos ante un perfil realmente completo.
Habilidades de observación
Los innovadores encuentran maneras de solucionar problemas observando el entorno que los rodea.
Las habilidades de observación incluyen darse cuenta de innovaciones en otras industrias que se pueden aplicar a la suya o cómo sus clientes emplean sus productos, para localizar maneras de hacer su vida más fácil o las oportunidades de optimizar procesos para mejorar la eficiencia.
Criterio para seleccionar las mejores oportunidades y llevarlas adelante
Las organizaciones invierten tiempo desarrollando ideas nuevas. Pese a que esta es la base de cualquier proceso creativo y de donde nace la innovación, tener una gran idea no resulta fructífero salvo que se haga algo con ella. Por lo que una competencia fundamental para que la innovación suceda es seleccionar correctamente en qué ideas emplear mayor tiempo y cómo desarrollarlas.
Resolución de problemas
Existen diferentes habilidades de resolución de problemas implicados en la innovación.
La primera es la capacidad de identificar la naturaleza del problema que un producto o servicio estará resolviendo. Esta habilidad es muy importante y existen gran cantidad de técnicas para conseguirlo.
La segunda correspondería a la capacidad de plantear gran cantidad de soluciones y alternativas que permitan abordar los problemas a través de diferentes ángulos y así alcanzar soluciones mucho más divergentes.
Habilidades tecnológicas
Si bien es posible considerar la tecnología como innovación en sí, debe ser considerada como un conjunto de herramientas para facilitar la innovación.
Además de ser conocedor de la tecnología y de saber utilizarla, los innovadores necesitan explorar con diferentes formas de tecnología.
Cada día podemos apreciar nuevas herramientas tecnológicas que pueden ayudarnos en nuestro desempeño. Un perfil innovador está a la última para analizar desde el primer momento qué provecho puede conseguir de estas herramientas.
Habilidades de cooperación
La innovación no se trata sólo de la estrategia, sino de que las relaciones y las habilidades colaborativas ayuden a construir innovaciones. Un innovador necesita saber cómo y dónde utilizar las habilidades de los miembros de su equipo, y conseguir lo mejor de ellos.
Las habilidades colaborativas, incluyendo la capacidad de establecer equipos globales que incluso trabajan en remoto, permiten a los innovadores advertir las oportunidades de manera fácil ampliando su red de contactos y, por tanto, de información.
Las habilidades colaborativas asimismo son necesarias para la administración de la innovación. Esto incluye ser capaz de tratar con diferentes perfiles con el fin de conseguir más eficacia dentro de un equipo.
Si a ese perfil profesional se le suma el aprendizaje y la diversidad en conocimientos, culturas, estilos, … la innovación en la empresa está garantizada.
