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¿Qué criterios se utilizan para elegir la innovación?, ¿por qué consideramos algo más o menos innovador?, así empezó nuestro último encuentro de Innova&acción de la mano de Daniel Truran. Un encuentro difícil de resumir porque en él se trató de hacernos pensar, aún más, sobre cuestiones respecto a la innovación que creemos conocer.

En la presente edición de nuestro encuentro pusimos el foco en la innovación y la comunicación. Daniel, que ha dedicado los últimos 20 años a explorar y potenciar la conexión entre los valores, el propósito y las acciones de personas y empresas, partió de la reflexión en torno a qué es innovación. A partir de ahí, hilvanó el verdadero significado de los distintos elementos que la componen y de aquello que se necesita para generar compromiso en torno a la misma dentro y fuera de la organización.

Ser innovador significa crear algo nuevo, mejor y útil. Tiene que ser fácil de implementar y ha de poder hacerse de forma global.

Después, Daniel nos llevo a analizar, a través de diferentes preguntas, que el hecho de innovar viene acompañado de riesgos y, como no, que es necesario estar dispuesto a aceptar el posible fracaso. El riesgo frente a la opción de la parálisis es un elemento que tuvimos que trabajar a la hora de resolver los problemas, ya que hacer lo mismo no es innovar.

Abordamos otros elementos clave, en esta vuelta hacia los básicos que muchas veces se dan por entendidos pero que requieren de una reflexión adicional. Y como no, tuvimos la oportunidad de hacer algunas dinámicas para entender qué innovaciones necesitan nuestras empresas.

Nunca debe dejarse de lado el prototipado, pues es un elemento clave para aterrizar las ideas a la hora de abrir camino a un nuevo modelo de negocio.

Tras profundizar en el significado de cuestiones como:

  • El carácter útil de la innovación
  • La importancia de aceptar el fracaso
  • No escalar sin un modelo de negocio
  • Y la rapidez y la adaptabilidad

Introdujimos la importancia de la visión sistémica y del carácter glocal, en un mundo cada vez más amplio e interrelacionado.

Acordados los fundamentos, pasamos a trabajar los aspectos de la comunicación necesarios para la innovación.

El cambio es difícil, tanto en organizaciones como a nivel personal, porque la gente sobreestima el valor de lo que tiene y, sin embargo, subestima el valor de a dónde puede llegar y de lo que puede lograr. El enemigo número uno para la innovación, en palabras del señor Truran es el ser humano, nuestra propia mente.

¿Por dónde empezar? En el ámbito de la innovación, los primeros pasos siempre han de ser graduales. Solo tras esos primeros pasos llegaremos a un estadio donde comenzará el cambio exponencial. De hecho, este cambio exponencial es muy reciente, de ahí que aún exista tal resistencia a la innovación.

Para innovar hay que creer y hacer creer. La interesantísima jornada de nuestro último Innova&acción culminó con una frase motivadora de Antoine de Saint-Exupéry que el Truran quiso compartir con nosotros para invitarnos a creer:

“Si quieres construir un barco, no empieces por juntar personas y asignarles tareas y trabajos. Más bien, enséñales a anhelar la infinita inmensidad del mar.”

Con esta conclusión, el encuentro de Innova&acción nos sirvió para debatir, analizar y construir un nexo entre la innovación y la comunicación. Un espacio donde pudimos obtener nuestras propias conclusiones sobre cómo avanzar un poco más en la innovación dentro de nuestras organizaciones.

Entrevista a Daniel Truran.

Si eres miembro de Innova&acción, puedes acceder a contenido exclusivo como la entrevista completa o la presentación que utilizó Ismael en el encuentro a través del siguiente botón a Atacama, el observatorio de la innovación.

Si quieres aprender con otros profesionales, no dudes en acudir a nuestro próximo encuentro de Innova&acción, donde tendremos la oportunidad de disfrutar trabajando en cómo prender la chispa de la innovación, a través del humor.