Vivimos en un mundo complejo donde todo está interconectado. Por ello, el reto que nos planteamos en nuestro último encuentro de Innova&acción fue dar sentido a dicha complejidad. El encargado de acompañarnos para conseguirlo fue Ismael Pantaleón.
Cada vez resulta más difícil saber cuáles son las causas de los problemas o los efectos de las decisiones, porque todo esta interconectado.
Para abordar este desafío, comenzamos por analizar qué es el pensamiento sistémico y por qué nos resulta tan difícil pensar de esa manera. Nuestra tendencia, cuando analizamos la realidad es a dividirla en partes para simplificarla. Muchas veces consideramos que, al comprender el funcionamiento de cada una de las partes, comprenderemos el de la suma de todas ellas. Sin embargo, como bien sabemos, el resultado de la suma de las partes es mucho más, puesto que incluye todas las interrelaciones y consecuencias de éstas en la ecuación. Por esto, cuando algo no funciona y analizamos qué es lo que no funciona, si no aplicamos el pensamiento sistémico puede darse la paradoja de que no encontremos la solución.
Pensar de forma sistémica es todo un reto puesto que venimos condicionados por determinadas formas de hacer de la ciencia que han posibilitado grandes avances en muchos campos pero que muchas veces nos inducen al pensamiento lineal.
Por todo ello, la innovación sistémica debe abordar elementos que, en muchas ocasiones, no se incluyen: debe cambiar la estructura del sistema para que el resultado cambie. En ese sentido, la comprensión no solo del presente sino del futuro inmediato y no solo de nuestro ámbito, contribuye a entender los efectos que se producen al modificar algunos de los elementos del sistema.
Abrir el marco temporal y espacial puede ayudarnos a comprender la complejidad.
Puesto que el tema era complejo, tuvimos la ocasión de experimentarlo en primera persona. A través de una dinámica nos convertimos en elementos del sistema y, a la vez en observadores y analizadores del éste. Gracias a ello, conseguimos ver el sistema entero y no solo las partes, conseguimos extraer conclusiones respecto al sistema del que forman parte de un modo muy sencillo.
Tras el desayuno, y puesto que la complejidad de la realidad no se puede reducir, nos pusimos manos a la obra con el objetivo de desarrollar algunas metodologías que nos permitieran comprenderla mejor. De nuevo mediante una breve dinámica, seleccionamos focos de trabajo y planteamos un sistema para trabajar diversos aspectos no solo individualmente sino también con nuestros equipos.
Tras la metodología, se abrió un turno de preguntas que permitió a los participantes resolver algunas dudas para poder aplicar todo lo aprendido durante la mañana en sus organizaciones.
De este modo, un mes más, el encuentro de Innova&acción se convirtión en un espacio de aprendizaje (que no de formación) donde compartiendo y experimentando pudimos obtener nuestras propias conclusiones para aplicarlas a nuestra propia realidad. Porque, como nuestro invitado señaló: en un mundo tan complejo nadie puede estar en posesión de la verdad absoluta, a lo más que podemos aspirar es a estar cada vez menos equivocados.
Si quieres aprender con otros profesionales, no dudes en acudir a nuestro próximo encuentro de Innova&acción, donde tendremos la ocasión de aprender, en esta ocasión acompañados por Daniel Truran, sobre Innovación y Comunicación, esa conexión que muy pocos entienden y muchos menos consiguen.
Si eres miembro de Innova&acción, puedes acceder a contenido exclusivo como la entrevista completa o la presentación que utilizó Ismael en el encuentro a través del siguiente botón a Atacama, el observatorio de la innovación.