La última tendencia es volver a los garajes a generar ideas. Pero ahora, los garajes están instalados en las grandes empresas, que buscan generar esos espacios de creación, innovación y emprendimiento en su seno para poder afrontar sus retos del futuro.
El intraemprendimiento es la última moda en algunos sectores como el de las TIC y aunque los gurús del sector claman por sus beneficios, hay que saber dirigir muy bien los equipos de intraemprendedores para que su trabajo sea positivo al 100% y no haya desmotivación o fuga de equipos.
Tolerancia al riesgo, y al fallo
Según las Universidades de Philadelphia y Thomas Jefferson, los intraemprendedores son fundamentales para el éxito de las compañías, ya que todas las empresas se benefician de tener trabajadores que prefieren arriesgarse a hacer sus tareas, sin más.
Pero eso significa que la empresa debe estar dispuesta a ver cómo su equipo toma caminos no conocidos, busca soluciones alternativas que quizás no huelan a éxito, da la vuelta a la burocracia y genera procesos distintos y disruptivos. Si desde la empresa van a estar buscando siempre el éxito y soluciones eficaces, si no van a entender que el aprendizaje está construido sobre un muro de fallos, si no van a saber tolerar este tipo de actitud… Es mejor no intentar crear estos espacios de trabajo en paralelo.
Recompensa más allá del dinero
No es que un intraemprendedor no sea capaz de ver la importancia del sueldo y de los beneficios de su trabajo, sino que normalmente no es su principal motivación a la hora de trabajar en un proyecto innovador. ¿Cuáles son las motivaciones o recompensas que le motivan?
- Apoyo y comprensión por parte de la empresa. Tal y como pusimos de manifiesto en el artículo sobre la seguridad psicológica, se deben generar ambientes en los que los trabajadores se sientan libres de expresar sus ideas sin ningún tipo de presión.
- Autonomía y responsabilidad. Si los intraemprendedores no tienen espacio para poder trabajar de forma libre, nunca podrán generar soluciones alternativas y alejadas de lo que ya se hace. Por lo tanto, esa autonomía y responsabilidad puede construirse a través de horarios de trabajo flexibles, posibilidad de teletrabajar, de dirigir los equipos sin mandos intermedios, etc.
- Recursos. Si la empresa premia al intraemprendedor con más personal para trabajar, equipo y espacio, le está ofreciendo confianza y oportunidad de mejorar más todavía.
Debemos tenerlo en cuenta ante este tipo de profesionales, porque si les ofrecemos recompensas convencionales, no se sentirán valorados.
Manejo de la frustración
Es posible que los intraemprendedores descubran el camino que la empresa debe seguir para poder pasar al siguiente nivel.
Su trabajo y su dedicación pueden llevarles a ofrecer a su compañía soluciones operacionales que deriven en éxito si se aplican. Si ven que todo su trabajo queda en la bandeja de entrada del CEO de turno, que no se atreve a aplicarlo y a transformar su empresa, sentirán que su esfuerzo no ha servido para nada y la frustración apagará su entusiasmo. Y quizás, eso les lleve a abandonar la empresa.
Esto no significa que se tenga que poner en marcha todo lo que salga del trabajo de los intraemprendedores, sino que debe haber un seguimiento de sus tareas para asegurarnos de que son innovadoras y necesarias, pero también aplicables y/o escalables dentro de un marco de trabajo disruptivo, para que cuando acabe el proyecto no haya un manojo de directrices que nadie vaya a tomar.
¿Quién manda?
En todas las compañías hay un CEO, que dirige la empresa, que evidentemente también dirige los equipos de trabajo paralelos de los intraemprendedores. Pero a su vez, estos equipos de trabajo tienen su propio jefe, cuyo carácter será más rompedor, imaginativo y arriesgado que el del CEO de la compañía.
Aun así, la estrategia, directrices y prioridades de ambos tienen que ser muy paralelas, para que los equipos no se sientan frustrados, distraídos y sin saber a quién hacer caso, si a su jefe directo o a quien dirige la compañía. Un equipo que no sabe a quién debe rendir cuentas es un equipo abocado al fracaso.
Estas son las cuatro claves para evitar el fracaso de los equipos de intraemprendedores y conseguir que su labor dirija el futuro de la empresa.