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En nuestra parte I te invitamos a plantearte si tu empresa tiene el clima adecuado para el desarrollo de la creatividad aplicada a la innovación. Como también señalamos es muy habitual usar en el mundo de las organizaciones creatividad e innovación de manera indistinta para referirse a lo mismo, cuando son dos conceptos conectados, pero distintos.

La creatividad es la capacidad de generar ideas originales que aportan valor y la innovación se produce cuando estás ideas acaban implementándose dentro de las organizaciones. Como dice el reconocido Manual de Oslo se entiende por innovación la concepción e implantación de cambios significativos en el producto, el proceso, el marketing o la organización de la empresa con el propósito de mejorar los resultados.

Todo lo que conforma una organización es susceptible de ser innovado, pero para ello necesitamos de ideas y tendremos más o menos ideas según sea la calidad del clima de nuestra organización. Algo muy importante es que todas las empresas tienen un clima para innovar. Este clima será mejor o peor, pero es imposible no tenerlo. Al igual que es imposible que una organización diga que no es ni creativa o innovadora, aunque se diga. Al igual que no podemos decir que una organización puede sobrevivir con 0 € en ventas tampoco podemos decir que puede sobrevivir con 0 ideas. Se puede tener unos niveles ínfimos de estas dos capacidades, creatividad e innovación, y que el clima sea totalmente adverso para su desarrollo, pero algo tienen.

En nuestra parte I empezamos a desgranar 5 de los 10 indicadores clave para crear esta cultura creativa superando los obstáculos previsibles que pueden aparecer, del profesor sueco Göran Ekvall. Como ya comentamos estos indicadores están estrechamente relacionados con el comportamiento de la persona que lidera la organización. Otra idea fuerza importante es que, sin el liderazgo de los propietarios de la empresa y de los máximos directivos, es prácticamente imposible crear una cultura propicia ¿Tiene que existir unanimidad? Pues la experiencia nos dice que no es necesario, es más, probablemente existan directivos/as que no estén muy de acuerdo por miedo a: una posible pérdida de estatus, salir de la zona de confort, no poder demostrar su creatividad, …,.

En nuestro primer artículo hablamos de los siguientes indicadores: desafío, libertad, apoyo a las ideas, confianza y franqueza, dinamismo y vivacidad. Vamos con los 5 siguientes.

  1. Juego y alegría (Playfullness and humor). Estos conceptos en muchas organizaciones se pueden entender como poco serios en un entorno profesional, pero los identificamos de manera clara en las empresas más innovadoras del mundo. En un clima que promueve la creatividad, las personas son profesionales a la hora de desempeñar sus tareas, y lo hacen con productividad y resultados, pero también son capaces de mantener un ambiente laboral relajado y espontáneo, donde las bromas y risas surgen de forma natural.

Desafortunadamente se suele confundir seriedad con profesionalidad y es un gran error. Cuando la atmósfera es seria, negativa o incómoda y la risa está mal vista, no podemos esperar que brote la creatividad. Alguien puede pensar que también aparece la creatividad en lugares en los que esta se reprime, pero suele ser puntual y una empresa necesita que sea de manera constante.

Si quieres desarrollar este tipo de clima, no dudes en asistir a nuestro próximo encuentro de innova&acción: La chispa de la innovación, energía creativa y diversión.

  1. Es imprescindible. La creatividad surge de las visiones diferentes ante la resolución de un problema o un reto. Los entornos homogéneos de pensamiento único no son tan fructíferos como aquellos que son heterogéneos. Hay que entender que las controversias y choques entre diferentes puntos de vista, ideas, experiencias o conocimientos pueden ocurrir durante el proceso. Por eso es tan importante que pueda haber liderazgos que lo puedan regular. En una organización que está abierta al debate se escuchan muchas voces, incluso las minoritarias, y las personas tienen ganas de proponer ideas. Cuando las personas se limitan a seguir las indicaciones y no hay espacio para el debate, mal asunto. Esto no quiere decir que se tenga que debatir por todo durante todo el tiempo: el debate ha de centrarse en ideas y problemas.
  1. Conclictos (Conflict). Este punto Ekvall lo diferencia del anterior porque se suelen mezclar y entender que todo debate es un conflicto, por lo que se evita el debate. Por conflictos se refiere a la presencia de tensiones emocionales y personales entre los integrantes de una organización, pero no a los conflictos entre ideas. Enredos, batallas internas, disputas, chismes y bulos son moneda común en muchas organizaciones, que afectan gravemente al potencial creativo de los equipos. Si hay luchas de poder en una empresa, es difícil que exista un clima propicio para la creatividad. Un comportamiento maduro entre los empleados, intuición psicológica y control de los impulsos son claves. Hacer sesiones de creatividad entre distintos departamentos suele ser un excelente momento para comprobar si existen conflictos y la gravedad de estos para el desempeño innovador
  1. Asunción de riesgos (Risk taking). Sin riesgo no hay creatividad ni innovación. También aquí es importante remarcar que no es un tema de asumimos riesgos o no los asumimos. En función de cada reto creativo tenemos que determinar el nivel de riesgo que podemos asumir. Querer innovar y que todo salga excelente a la primera es algo que solemos escuchar en organizaciones. Cuando no sale a la primera aparecen los nervios que afectan de manera directa al clima. Hay que saber gestionar la incertidumbre y la capacidad de aprender de los errores que van a existir, en el proceso creativo e innovador. Esto es un trabajo que tiene que hacer el líder con el equipo para no meter un exceso de presión. Si se emprenden iniciativas audaces aún a sabiendas de la incertidumbre sobre su resultado, estamos ante una organización creativa. Los empleados perciben, a través del ejemplo de sus responsables, que pueden “hacer apuestas” sobre ciertas ideas y se aventuran a plantear nuevas propuestas. En un clima opuesto, los equipos muestran una mentalidad cauta y dubitativa; se sitúan en posiciones conservadoras, se crean muchos comités y se pasan decisiones de unos a otros. Es el famoso pasarse la pelota sin tomar ninguna decisión.
  2. Tiempo para las ideas (Idea time).  ¿Dispone de tiempo para generar ideas? ¿Sus empleados o equipo tienen tiempo –dentro de su horario laboral- para trabajar sobre nuevas ideas? Un clima creativo abre espacios (físicos y temporales) (presenciales y virtuales) fuera de las tareas estipuladas para discutir, estudiar otras oportunidades, desarrollar nuevos productos o soluciones alternativas a problemas. Es muy habitual escuchar que la creatividad la dejamos para casa, pero eso no funciona y va a terminar desmotivando al equipo. Además, estos tiempos para las ideas tienen que alternar el trabajo individual con el trabajo en equipo.  Si cada minuto del día está destinado a una tarea específica que nada tiene que ver con la creatividad, nadie podrá pensar más allá de la caja y del día a día. Las ideas necesitan tiempo para desarrollarse y convertirse en propuestas de valor para la organización. Ahora es el momento de pensar y evaluar si concedes tiempo para ti y tu equipo para explorar nuevas ideas en tu organización.

Teresa Amabile con su clásico “cómo matar la creatividad” hace un planteamiento mucho más directo. Recomendamos mucho leer ambos autores. Al final son dos enfoques con el mismo objetivo: trabajar para que las organizaciones tengan el mejor clima posible para que la creatividad les aporte valor diferencial. Estas diez dimensiones deben servir para ayudarnos a reflexionar como punto de partida antes de emprender cualquier acción, tanto de medir el clima creativo de nuestra organización, como para desarrollar un plan de acción para trabajar sobre él. Es posible que leyendo este post te han venido a la mente situaciones, conversaciones que has vivido y te invitamos a reflexionar sobre qué grado de cumplimiento de cada de uno de estos indicadores se da en tu organización para tener un primer diagnóstico sobre la situación. Recuerda, el clima para la creatividad e innovación depende más de nosotros que de circunstancias externas como puede ocurrir con el clima meteorológico.