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Nos encontramos en el Año Internacional de la Economía Creativa para el desarrollo sostenible promovido por Naciones Unidas. Para este organismo internacional “la economía creativa es uno de los sectores de más rápido crecimiento en el mundo, contribuyendo con el 3% del PIB mundial. La creatividad es también un recurso renovable, sostenible e ilimitado que podemos encontrar en cualquier parte del mundo.”

Lo primero que queremos es que te plantees si tu empresa tiene el clima adecuado para el desarrollo de la creatividad. Para poder analizarlo te proponemos que te pares a pensar. En el mundo, y especialmente en España, las palabras innovación y sostenibilidad se utilizan frecuentemente. Sin embargo, existe la sensación de que se usan más que se aplican. De hecho, en todo el discurso de la recuperación económica vinculada a la pandemia del COVID19, el concepto de creatividad prácticamente no aparece, aunque sea imprescindible porque sin creatividad no hay innovación ni sostenibilidad.

Para lograrlo en nuestras empresas y organizaciones es preciso crear un clima favorable. Cuando afrontamos la tarea de intentar incorporar sostenibilidad, creatividad e innovación dentro de la estrategia de nuestra organización, solemos encontrarnos obstáculos, como no aprendamos a superarlos, es muy probable que acabemos renunciando. Este proceso requiere cambios: cambiar procedimientos, organizaciones, hábitos, personas.

Para obtener resultados distintos, para transformar los noes, peros, es ques, …, iniciales en síes ante una propuesta de cambio, se precisa un contexto adecuado para que la creatividad brote. El clima organizacional es fundamental para nuestro éxito y, habitualmente, nos olvidamos su importancia. Incorporamos cambios, procedimientos, dinámicas sin trabajar suficientemente el terreno.

Por ello, es importante recordar los elementos claves que van a ayudarnos en la creación de un entorno favorable a la hora de incorporar esta estrategia integrada de sostenibilidad, creatividad y la innovación. Göran Ekvall es un profesor sueco que ha reflexionado de manera muy acertada sobre el clima organizacional para crear una cultura catalizadora de la innovación. Podemos definirlo como un trabajo clásico, pero está plenamente vigente y Ekwall nos ayuda a volver a lo fundamental.

Por ello, es importante recordar los elementos claves que van a ayudarnos en la creación de un entorno favorable a la hora de incorporar esta estrategia integrada de sostenibilidad, creatividad y la innovación. Göran Ekvall es un profesor sueco que ha reflexionado de manera muy acertada sobre el clima organizacional para crear una cultura catalizadora de la innovación. Podemos definirlo como un trabajo clásico, pero está plenamente vigente y Ekwall nos ayuda a volver a lo fundamental.

Para Ekwall, hay 10 indicadores clave o dimensiones para crear esta cultura creativa y para que los cambios sean posibles superando los obstáculos previsibles que pueden aparecer. Todos estos indicadores están estrechamente relacionados con el comportamiento de la persona que lidera la organización. Es muy habitual escuchar a personas frustradas por no conseguir este clima creativo en sus organizaciones y cuando se profundiza en la frustración descubrimos que nadie había asumido un liderazgo claro para lograr este objetivo o que este no contaba con el apoyo de los directivos o propietarios. Pero vayamos con estos 10 indicadores:

Desafío (Challenge). El grado de involucración de los empleados en la marcha de la empresa. Si una organización logra crear una cultura en la que el compromiso sea alto, lógicamente sus integrantes estarán más dispuestos a contribuir con ideas y propuestas creativas porque sentirán que contribuyen a crear la propuesta de valor diferencial de su empresa. Encontrarán un sentido a su trabajo, disfrutarán de él y estarán prestos a invertir toda la energía necesaria para el viaje de la innovación. De lo contrario, nos enfrentaremos a una atmósfera apática e indiferente, que desembocará en la pérdida de interés que se puede resumir en esta frase muchas veces escuchada “no vale de nada que aportemos ideas porque luego no las tienen en cuenta”

Libertad (Freedom). ¿Tienen las personas en tu organización margen para elegir la forma en que desarrollan su trabajo? En un clima de libertad, existe autonomía para que sean los propios empleados los que fijen sus objetivos y tomen decisiones sobre cómo hacer las cosas. Quizá no puede ser al 100%, pero necesitan algún porcentaje de autonomía. Esta autonomía los llevará a compartir ideas, identificar, debatir problemas y buscar alternativas, tomar decisiones. Es habitual encontrar que al dar autonomía se genera un mayor compromiso personal del trabajador. En el caso opuesto, sólo encontraremos empleados pasivos, que se limitan a seguir las normas y que no querrán salir de las tareas asignadas. La base de esta libertad se basa en la confianza que tengamos en nuestra gente. Tenemos que asumir que es posible que existan personas que no hagan buen uso de esta libertad, pero esto no puede ser un limitante. Sin libertad no hay posibilidad de generar un clima creativo.

Apoyo a las ideas (Idea support). ¿Cómo se da la bienvenida a las nuevas ideas en tu organización? ¿Existen iniciativas para el apoyo a estas ideas? Cualquier propuesta por pequeña que sea va a requerir ayuda, ya sea en forma de recursos, valoración o simplemente para elevarla a otro nivel jerárquico o de responsabilidad. Por eso es clave encontrar momentos y espacios para la creatividad porque no es viable estar generando ideas en todo momento y esperar que todas sean apoyadas. En un clima creativo las ideas encuentran soporte y son recibidas y analizadas con profesionalidad tanto por el equipo como por los líderes, con espíritu positivo y constructivo. En un clima poco propicio a la creatividad, el “no” surge automáticamente y la detección anticipada de obstáculos y/o errores se impone. Nos encontramos con una creatividad impulsiva. Podríamos decir sin orden ni concierto o que surge muy vinculada a resolver problemas concretos, pero no es un proceso sistemático ni estratégico, que es lo que hace mantener este clima creativo.

Confianza y franqueza (Trust/openness). Ya lo hemos anticipado al hablar de libertad. Cuando el grado de confianza es adecuado en una organización, todos los empleados se atreven a exponer sus ideas y opiniones. Atreverse es aquí una palabra clave. Puede uno tomar la iniciativa sin temor al ridículo o a represalias en caso de fracaso. La comunicación es abierta y directa. La seguridad emocional en las relaciones es básica. Es habitual encontrar liderazgos que ponen a competir unos contra otros y esto acaba generando desconfianza dentro de los equipos porque se crea la sensación de que uno solo puede ganar. Si no hay confianza, las personas sospechan unas de otras y son cautelosas ante el temor de incurrir en errores caros para la organización. El miedo a que nos roben una idea nuestra o se aprovechen de ella también es habitual. Sin confianza ni franqueza, se pierde mucha energía en tratar de descifrar las auténticas intenciones de las personas, en protegerse de ellas o atacarlas, lo que desemboca en el deterioro de las relaciones y de su potencial para la creatividad.

Dinamismo y vivacidad (Dynamism and liveliness). En una empresa dinámica, suceden cosas nuevas constantemente y se producen cambios frecuentes en la forma de pensar o de manejar problemas. Se da un tipo de turbulencia psicológica descrita por sus protagonistas como “a toda velocidad”, “adelante”, “vertiginosa”, “torbellino”. Se vive clima vital y lleno de energía. Se percibe al entrar en los espacios de trabajo y al hablar con la gente de la organización. Tanto en los espacios presenciales o virtuales se vive este dinamismo. Nos damos cuenta de que no es algo forzado ni artificial cuando se mantiene en el tiempo aunque no tiene que ser siempre con la mayor intensidad. En el lugar opuesto, encontramos una organización que avanza sin sorpresas donde el silencio es la tónica habitual de ver en los espacios de trabajo. No hay nuevos proyectos ni planes diferentes. Toda marcha en orden y de manera previsible. Al hablar con los empleados no nos transmiten ningún dinamismo a la hora de contar su actividad ni sus proyectos.

En un siguiente post abordaremos los otros 5 indicadores para crear este clima creativo y un consejo para no matar la creatividad dentro de tu organización.

Antes de despedirnos queremos recordarte que el próximo miércoles 15 de diciembre tendremos nuestro II Foro de Economía Creativa FEC21 al que te invitamos a asistir presencial o virtualmente. Aquí tienes el enlace para ver toda la información y apuntarte.